César Álvarez se convirtió en uno de los más importantes ‘broadcasters’ ancashinos en la sombra, según el detallado relato del colaborador eficaz No 11 del caso La Centralita. Lamula.pe ha accedido a sus sorprendentes declaraciones y a continuación presenta la primera parte de un extenso informe.
César Álvarez Aguilar siempre pugnó por tener su propio canal de televisión, y al final, lo tuvo. Desembolsó varios miles de soles para hacer realidad su sueño, y cuando lo consiguió, montó un aparato de “periodistas comando” desde el cual denigró el honor de sus adversarios políticos para mantener en pie sus objetivos y los de su organización.
Así lo ha revelado ante la Fiscalía Anticorrupción que investiga caso "La Centralita" el Colaborador Eficaz No 11-2014, en siete declaraciones efectuadas bajo reserva cuya transcripción se aprecia como un cúmulo de secretos guardados bajo llave, en un cofre que empieza a abrirse ahora a medida que se desarrollan las investigaciones de las autoridades.
¿Cómo inició César Álvarez su aventura de broadcaster ancashino detrás de cámaras? El colaborador ha ofrecido una serie de nombres, lugares, detalles, circunstancias que Lamula.pe va a dar a conocer en esta primera entrega, y ha detallado qué papel jugó en el sueño del canal propio Ángel Álvarez, el hermano del expresidente regional.
- los primeros inversionistas
Todo empezó en el 2006, cuando César Álvarez y un ejecutivo chimbotano de medios de comunicación se conocieron.
“(César Álvarez) lo invitó a su casa, ubicada en Las Laderas del Norte, para conversar puntos como el tema de los medios de comunicación, y es donde le propone poner un canal de televisión, que era Canal 23 UHF, y que tenía los contactos en Lima y el Congreso, pues era asesor de Fernando Olivera, del partido FIM, y le dijo que no se preocupara de los trámites en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC)… Ello, con la finalidad de difundir propaganda política que le permitiera ganar en la campaña a la presidencia regional de Áncash (2006)”, dijo el Colaborador Eficaz No 11 el día de su primera declaración ante las autoridades, el 7 de agosto pasado.
Ubicaron el Canal 23 UHF en una galería comercial ubicada en la calle Espinar, de Chimbote. “César Álvarez compró todos los equipos en el 2006. Esos equipos se compraron con dinero del principal aportante de la campaña, que fue la persona de Luis Costas Moya y el aporte de Popy Olivera”, señaló.
Luis Costas Moya fue, en las últimas elecciones, candidato a la presidencia regional de Áncash. Según periodistas de Chimbote, inicialmente fue cercano a Álvarez, aunque desde 2012 se convirtió en un feroz crítico. “Popy Olivera” sería Fernando Olivera, el líder del FIM.
“Ese canal fue cerrado por no contar con la autorización correspondiente del MTC”, manifestó. Funcionó no más de cuatro meses. “Ya fuimos”, dijo, según el colaborador, Álvarez, cuando el Ministerio de Transportes les cayó encima.
Según su declaración, tras esa experiencia Álvarez buscó nuevos contactos: “Mandó a hablar a Cortez León con el señor Ruber Alva, dueño de canal 41, quien tenía permiso del MTC y se llegó a un acuerdo de trabajar juntos. El señor Ruber Alva pidió que se equipara con los equipos necesarios para que su frecuencia salga al aire y así fue como se llevaron todos los equipos de Canal 23 al Canal 41”.
- la mano de ángel
“Al ganar César Álvarez las elecciones a la presidencia regional, Cortez León quedó como gerente administrativo de Canal 41. Luego de seis meses del término de las elecciones lo llamó César Álvarez para volver a conversar sobre medios de comunicación, alquilar, comprar canales y radios. Fue así como se contactó con el señor Hernán Carrión de la Cruz, dueño de Canal 19 UHF señal abierta, y dijo que no había ningún problema, que primero se iba a alquilar y luego se hablaba del negocio (comprarlo), pero él (Hernán Carrión) quería hablar directamente con la cabeza”, detalló.
Y entonces, empezó la aventura de Canal 19, que funcionaba en el tercer piso de la avenida Bolognesi, en Chimbote. Era junio del 2008.
“Es ahí donde César Álvarez da la orden a Dilsse Valverde [N.R.- Dirse Paul Valverde Varas, exfuncionario del Gobierno Regional de Áncash, procesado por el caso La Centralita], quien entrega el dinero al señor Ángel Álvarez Aguilar, hermano del presidente regional, pero el señor Ángel Álvarez Aguilar, en lugar de comprar buenos equipos por el señor Álvarez, sin embargo, decidió comprar equipos en jirón Paruro (Lima) de mala calidad, quedándose con una cantidad de dinero, lo cual molestó a César Álvarez y discutieron”, ha referido el testigo.
Debido a ello, Álvarez comisionó a Gustavo Ramírez Huayaney, cuyo apelativo es “Cuy mágico”, para que se encargue directamente de las compras. Ángel Álvarez no estuvo de acuerdo con la decisión. “Tuvieron una discusión muy fuerte, llegando a mentarse la madre”, indicó el No 11.
“Es ahí donde Ángel convence a su hermano (para) que comprara la frecuencia de Canal 19, de propiedad del señor Hernán Carrión”, prosiguió.
De modo que “se le dio una relación de presupuesto al señor César (Álvarez) para comprar equipos nuevos y dispuso con su puño y letra la compra de algunos de sus equipos por el total de 12,200 dólares, lo cual recibió inicialmente el señor Luchito Cortez, en la casa de Mayo Cortez, ubicada en El Porvenir, Chimbote, pero Ángel Álvarez le quitó de las manos dicho dinero y nuevamente hizo malas compras”.
El testigo se refiere a Hugo Mayo Cortez, exseguridad de César Álvarez, procesado por los casos La Centralita y Ezequiel Nolasco.
“El señor Álvarez llamó por Nextel a Ángel reclamándole, y es ahí donde Ángel le dijo a César Álvarez que él iba a comprar equipos nuevos con el señor Alejandro Sánchez Rubio y que César Álvarez le diera la orden a Dilsse Valverde [N.R.- Dirse Valverde] para que le entregara dinero y compre el transmisor de fábrica en Lima marca DB en la empresa Intelec [N.R.- Intelect, Integraciones Electrónicas SAC], y efectivamente, compraron el transmisor en dicha empresa, que queda en la avenida Angamos Oeste 544, oficina 302, Miraflores, a nombre de Sánchez Rubio Alejandro Francisco, comprando el transmisor de 500 vatios de potencia, marca DB italiano”, continuó.
Y así, siguieron los negocios: “Alejandro Sánchez Rubio (testaferro de Ángel Álvarez) le propuso a Luis Cortez que administrara el Canal 19. Al ver que todo quedó perfecto, el señor César Álvarez dio la orden de que se compre la frecuencia, pero el señor Ángel Álvarez se adelantó y negoció con el señor Mauro Hernán Carrión de la Cruz, dueño del Canal 19 y compraron la frecuencia con Resolución Vice Ministerial No 576-2005-MTC/03, del 28 de noviembre del 2005”.
Pero parece que siempre había una mano que causaba problemas: “Ángel Álvarez no pagó el canon [al MTC] ni la tasa, ni cambió de ubicación ni cambió de planta. A los meses vino el MTC... cerrándose el Canal 19 por perder la frecuencia de Chimbote… el señor César Álvarez se molestó bien feo”.
- por el canal 25
De acuerdo al testimonio en reserva, César Álvarez volvió a reunirse con Luis Cortez y le dio S/. 3,000 para que busque un nuevo medio de comunicación, “bien para comprarlo o alquilarlo”. Álvarez no se rendía.
“Lucho (Cortez) se enteró que en Lima, el ‘Ministerio de la Luz’, que es una congregación cristiana, tenía y hasta ahora tiene medios de comunicación a nivel nacional, y es ahí donde se entrevistó con la encargada de provincia y le dijo que había frecuencia en Chimbote, Huaraz, Santa, Casma, Huarmey, Caraz, Carhuaz, Pomobamba y otros lugares”, señaló.
Sabiendo esto, Cortez y Álvarez se reunieron en el hotel Sumaq Inn, de la avenida República de Chile, en Lima. “Él (Álvarez) dijo que se hicieran los contratos o se comprara las frecuencias. Se le dijo que la encargada del ‘Ministerio de la Luz’, la pastora Malena [N.R.- en declaraciones posteriores precisó que se trataba de una pastora llamada Malena Mendoza], quería más de 1 millón de dólares por todas las frecuencias de televisión y el señor Álvarez dijo que se entrevistara Lucho (Cortez) con Dilsse Valverde [Dirse Valverde] y con Gustavito, ‘Cuy mágico’”, agregó.
Pero algo tenía que pasar: “Una vez más entró a tallar Ángel Álvarez y cuestionó por qué se iban a comprar las frecuencias, que era mucho dinero, por lo que César dio la orden de alquilar la frecuencia, y así fue, se alquiló: (en) Chimbote, Huraz, Santa”.
Según las actas de la declaración del colaborador eficaz No 11, con el dinero que le entregó César Álvarez, Cortez le pagó por las frecuencias a la pastora Malena en su oficina de la Iglesia ‘El Ministerio de la Luz’, ubicada en la cuadra 14 de la avenida Alfonso Ugarte, en Lima.
“Fue así como se tomó la concesión del canal 25”, rememoró, y añadió: “Recién en el año 2010 le entregaron la Resolución Directoral No 2687-2010-MTC-28, del 2 de agosto del 2010, iniciándose la implementación del canal, mandándose a comprar la torre, antenas y la instalación de todos los equipos”.
Según el testigo, todo era pagado por el entonces presidente regional.
Pero nuevamente apareció Ángel Álvarez, quien quiso tomar el control de Canal 25 Chimbote, apareciendo con gente de su entorno, con armas de fuego, por lo que los responsables llamaron a la policía, quienes llegaron, pero al ver que era el hermano de César Álvarez no hicieron nada… Eso fue en el 2011”, sostuvo.
Para ese entonces, el Canal 25 ya estaba “legítimamente constituido”, según el colaborador. Entonces, “el señor César Álvarez empieza a mandar a los periodistas”, a reclutarlos. “El señor César Álvarez les pagaba directamente, con pagos de S/. 5,000 a S/. 3,000 a cada periodista”, ha dicho.
Así empezó a gestarse la maquinaria de difamación que remeció Áncash en los años de “la Bestia”. (Mañana: cero publicidad, todo del bolsillo).
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