Los huecos en las pistas parecen inevitables. Los materiales tienden a desgastarse luego de un tiempo y, por ende, el cemento o la brea se desprenden y dejan un vacío que puede variar en su profundidad y diámetro. Ocurre en todas las ciudades del mundo.

Las soluciones para acabar con estos baches tienden a variar cuando las autoridades no hacen su trabajo de inmediato. En Lima, por ejemplo, algunas personas cubren con un poco de brea los huecos de las pistas, a cambio de unas monedas que les piden a los conductores.

Pero también existen otros métodos, un poco más ortodoxos.

Como el que lleva a cabo el artista Jim Bachor, quien ha decidido recurrir a una técnica mucho más elaborada. El resultado es innegablemente agradable a la vista del espectador: mosaicos. Bachor dice haber encontrado su inspiración en los modelos que vio durante sus viajes por la península itálica.

En distintos rincones de la ciudad de Chicago, donde él reside, se podrá encontrar pequeñas maravillas como estas:

Y es que Bachor, cansado de que los baches en frente de su casa no fueran reparados, decidió echar mano a la obra por sí mismo. Y ya que su especialidad es la creación de mosaicos, siempre de elementos y figuras contemporáneas, no dudó en armar algunas piezas que, además de cerrar los huecos cuyas víctimas comunes son tanto peatones como automovilistas, terminaron siendo muy útiles para hacer un llamado de atención sobre una problemática tan cotidiana como esta.

Fue así que de esto:

Pasó a esto:

Y, como lo apuntamos líneas más arriba, a esto otro:

Por supuesto que por la naturaleza de los elementos utilizados estas cubiertas no sobreviven mucho tiempo. Sin embargo, no dejan de ser un apreciable conjunto de imágenes que, siquiera por un instante, permiten que la mente del espectador olvide que debajo de ellas hay terrible vacío. Y sobre ellas, un artista con preocupaciones ciudadanas.