Manuel Burga se fue de la FPF y Edwin Oviedo es el nuevo presidente y hombre poderoso del fútbol peruano. No hay muchas esperanzas para los próximos cuatro años, más aún cuando las federaciones de fútbol sudamericanas trabajan hace décadas para la mejora de sus selecciones en todas las categorías. Uruguay clasificó a 5 mundiales desde 1986. Chile acaba de postular para organizar el mundial de fútbol de 2030. Ecuador clasificó a tres mundiales de los últimos cuatro y Colombia quedó quinta en la clasificación final en Brasil 2014. ¿Qué mal estamos, no?

Chile y el futuro

El presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile se llama Sergio Jadue y tiene 34 años. Es el primer funcionario más joven en ser vicepresidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol - Conmebol. El diario La Tercera deja entrever que Jadue ha sido cercano al gobierno de Sebastián Piñera y que ahora busca mayor relación con Michelle Bachelet. El dirigente más importante del fútbol chileno ya consiguió un Mundial Sub 17 y la organización de la Copa América del próximo año. 

En su mandato tuvo a cargo a tres entrenadores: Claudio Borghi, Marcelo Bielsa y al actual Jorge Sampaoli. Del primero Jaude dijo que sufrió mucho para despedirlo pues "sentía que al equipo solo necesitaba tiempo" y en el fútbol, dijo, el tiempo es lo más importante. De Bielsa sostuvo que "nunca debió haberse ido" y con Sampaoli se la juega toda.

Para tener 34 años es joven para haber sido primero dirigente de divisiones menores, para ser luego presidente de la institución de fútbol formativo de Chile. Se la recuerda por haber sido dirigente del club Unión La Calera y de conocer muy las bases del fútbol de Chile. En otra entrevista de La Tercera sostuvo que cuando llegó a la ANFP tuvo que reducir 30% de los empleados pues había que aminorar los gastos. Dijo además que lo fundamental es darle importante a los clubes pues lo fundamental es lo administrativo "en el orden interno de las instituciones". 

Dejaré que el lector compare por sí mismo a Jadue con Burga.

Uruguay, felicidad en la tormenta

Esta Federación es un poco más parecida a la peruana pues el nivel de la liga interna difiere de lo que ha hecho la selección uruguaya a nivel internacional en los últimos 10 años: dos mundiales consecutivos. Wilmar Valdez será el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol hasta 2018 y también ha propuesto a su federación para organizar el mundial en el 2030, fecha del centenario del primer mundial de la historia, organizado por Uruguay. 

Valdez no fue reconocido por la FIFA meses antes del mundial de Brazil, pues Sebastián Bauzá, el anterior presidente, renunció a su cargo porque, según él, era "imposible gobernar la AUF" en ese momento pues las presiones de los contratos con la televisión y de diversos clubes fueron difíciles de llevar. Eso sumado a la violencia en un clásico Peñarol - Nacional y a que diversos clubes le quitaron el voto de confianza hicieron imposible su gobierno. La FIFA pudo dejar sin mundial a Uruguay por esto. 

Sin embargo, se armaron nuevas elecciones, Uruguay le ganó a Perú en Lima, clasificó al mundial jugando un repechaje fácil y Valdez tomó la posta. Ha logrado una relación importante con el Ministerio del Interior para evitar la violencia en las ligas internas de Uruguay y tuvieron que soportar una sanción fuerte de la Conmebol pues ocho clubes denunciaron malos manejos de la AUF y eso significa acudir a los fueros judiciales uruguayos, algo que la FIFA repudia y castiga. 

Así, en medio de esa crisis, la selección sacaba su mejor juego pues el equipo no se intoxicó de la bulla mediática. Sentenció Valdez en su primera entrevista como presidente: "Se ha trabajado sin alarma pública, con mucha estrategia diplomática, hasta que al final se logró el objetivo: la AUF se reorganizó, estamos trabajando para darle más orden a los torneos y ahora buscamos organizar un mundial". 

Si le damos un vistazo al record de Manuel Burga y lo comparamos con Valdez y Jaude, tenemos una lección sencilla: Las federaciones son reflejos del accionar de sus presidentes. 

Así de mal estamos. 

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