En términos geológicos, 200.000 años son una cantidad ridícula de tiempo. Sin embargo, durante este tiempo los seres humanos hemos logrado desaparecer del planeta 322 especies de vertebrados. El numero puede parecer poco preocupante, pero esa impresión es falsa. El problema está en la aceleración progresiva de esta ola de extinciones

Veamos algunos números para ponerlo en perspectiva: en los últimos 540 millones de años (m. a.), la vida sobre la Tierra experimentó cinco oleadas masivas de extinciones, en la que desaparecieron al menos el 75% de las especies. A finales del período ordovícico (443 m. a.) se perdieron el 86% por alteraciones del clima; en las postrimerías del devónico (359 m. a.), el 75%, por un enfriamiento del clima; al final del pérmico (251 m. a.), debido a los volcanes, la acidificación de los océanos, el exceso de CO2 y el calentamiento global, se perdieron el 96%; hace 200 millones, al finalizar el triásico, el 80%, por culpa del calentamiento global y el exceso de calcio en los océanos; y 65 millones de años atrás, un asteroide que se estrelló en Yucatán (México) produjo una catástrofe que acabó con los dinosaurios y el 76% de las especies.

Es dentro de esta coyuntura que científicos y geólogos discuten si deberíamos nombrar una nueva era geológica: el antropoceno. El debate es bastante complejo y como menciona Victor Galaz en el portal Resilience Science, no es uno sino varios debates paralelos.

derretimiento de hielo en Groenlandia: Los signos del cambio climático causado son cada ves más evidentes. FOTO: ap. 

El primero, que podriamos llamar el debate clásico sobre el tema,  versa sobre si la humanidad ha dejado formalmente el holoceno y entrado en una nueva era geológica o no. Los otros cuatro, los debates paralelos, han emergido con el paso de los años y se enfocan no en la discusión puramente geológica sino en en las dimensiones sociales, institucionales y políticas del concepto del antropoceno.

El segundo debate busca, entre otras cosas, resolver la siguiente pregunta: ¿engloba realmente el concepto las dinámicas sociales y económicas que han transformado la Tierra? El énfasis en las ideas de humanidad dominación humana tal vez deja de lado algunos problemas como la injusticia global y poco proporcional intercambio entre las naciones a través de la historia. Una versión distinta de este debate es que el concepto puede ser demasiado fatalista y podría desalentar las acciones colectivas por el cambio.

El tercero es sobre sobre las implicaciones políticas e institucionales de entrar en el Antropoceno: ¿El creciente entendimiento que tenemos del ecosistema de la Tierra supone transformaciones en la manera en que se organizan las instituciones?

Luces por la noche en Europa y África del Norte, vistas desde un satélite : La población humana ha aumentado dramáticamente en las últimas décadas y se han creado más ciudades. foto: dapd / NASA

El cuarto debate busca introducir la noción de un Buen antropoceno, considerando las repercusiones negativas que podrian darse si se exceden ciertos puntos irreversibles de Calientamiento global

El ultimo debate a considerar es el que discute el antropoceno y la producción de conocimiento. En palabras simples se trata de cuestionar cuán representativos, en términos de género, enticidad y diversidad de disciplinas, son los científicos que exploran las implicancinas de esta nueva época.

Personalmente debo decir que encuentro este último debate absurdo, al parecer a pesar de la inmininente catástrofe todavía tenemos tiempo para discutir esta clase de cosas.

Pero volvamos a la extinción. El paleobiólogo Anthony Barnosky, autor del libro Dodging Extinction (Esquivando la extinción; University of California Press), publicó hace tres años en la revista Nature un estudio que consolidó la idea de la sexta extinción. Y cree que, si seguimos cruzándonos de brazos, esta será inevitable: “Es la primera causada esencialmente por una sola especie: la nuestra”.

En algunas regiones , se esperan TODAVÍA más inundaciones y subida de aguas. foto: reuters.

The sixth extinction (La sexta extinción; Henry Holt & Company) de Elizabeth Kolbert es el libro más reciente publicado sobre el tema. Es otro llamado de alarma respecto de como nos estamos acercando al limite de nuestra vida como especie. "Un tercio de todos los corales formadores de arrecifes , un tercio de todos los moluscos de agua dulce , un tercio de los tiburones y rayas, un cuarto de todos los mamíferos, una quinta parte de todos los reptiles y un sexto de todas las aves se dirigen al olvido", dice Kolbert en su conmovedor reporte sobre la devastación causada por los seres humanos. "Y las pérdidas se están produciendo en todas partes: en el Pacífico Sur , en el Atlántico Norte , en el Ártico y en el Sahel , en los lagos y en las islas , en la cima de las montañas y en los valles". Una descripción bastante dura de lo que sucede actualmente y continuará sucediendo durante los años venideros.

Urbanización: Una cantidad creciente de espacio está sellada, IMPIDIENDO la VENTILACIÓN natural de suelos.
Esta imagen de satélite muestra el crecimiento masivo de Tokio. foto: NASA / JPL.

“Las causas de estas extinciones varían, desde los volcanes hasta los asteroides, pero lo que tienen en común es que causan cambios rápidos en el hábitat, en la atmósfera con los niveles de CO2 y en la acidificación de los océanos”, explica por su parte Barnosky. “Y eso es justamente el tipo de cosas que los humanos estamos provocando en la actualidad."

Las recetas de este científico para frenar estos devastadores efectos son harto conocidas y están aún al alcance de nuestras manos: depender de energías renovables y neutrales respecto a las emisiones, mayor eficiencia en administrar tierras cultivables que podrían producir alimentos extra para 3.000 millones de personas más, dejar de talar bosques y selvas, y que los mercados admitan la biodiversidad de un país como un activo valioso. 

Como dice el dicho: es más fácil decirlo que hacerlo. El panorama es negro como el petróleo del que tan adictivamente dependemos.


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