La exhibición Occhio Mobile (literalmente, ojo móvil), en el Museo de Arte Contemporáneo de Lima, reúne a artistas italianos de la segunda mitad del siglo XX, cuya obra se desarrolla en torno a lo que más tarde sería bautizado como arte cinético. En el arte cinético las obras de arte están moviéndose de algún modo, o en todo caso simulan hacerlo. Esta corriente, junto con el arte óptico, busca la reivindicación del movimiento como una experiencia estética en sí misma.

De este modo, además de las esculturas en movimiento, muchas de las obras del arte cinético están elaboradas utilizando ilusiones ópticas para dar al espectador una sensación de movilidad o de vibración. Las estrategias del arte cinético se entrecruzan con principios de la óptica y la animación en su búsqueda por responder al estancamiento y agotamiento en que, para los artistas, se había sumido el arte de la primera mitad del siglo XX.

Si bien los referentes del arte cinético y algunas obras pioneras de este movimiento pueden ser rastreadas a las propuestas del movimiento futurista, no es hasta los años cincuenta que la corriente se desarrolla en todo su potencial. Este potencial se alcanza con la inclusión de ciertas características que terminan por delimitar los requisitos que debe reunir una pieza de arte cinético. Entre estas características está: que el movimiento sea real, no virtual, y en la mayoría de los casos que las piezas sean tridimensionales. Si bien los recursos para la generación de movimiento son variables, existe una marcada preferencia por la energía eléctrica o magnética. 

Grazia varisco - ESquema luminoso variable, 1963.

Muchas de estas experiencias han sido ya absorbidas por el arte contemporáneo de modos muy diversos y también están presentes en la estética del diseño industrial, gráfico y de moda actual. Es por eso que esta exhibición tiene un especial interés como muestra del momento en que estas obras eran, todavía, una forma de exploración sobre los límites de producción de experiencias estéticas. Es en ese sentido una (muy reducida) evidencia del grado cero de estéticas y operaciones que luego proliferarán tanto en el arte como en la cultura de masas. 

Enzo Mari - Estructura n.864, 1967.

Otra de las características pioneras del arte cinético es que es programático, lo que quiere decir que, es capaz de predecir variables dentro del movimiento de la obra con mayor o menor exactitud. Esta ‘programación’ lo acerca también al arte interactivo, hoy en día tan en boga en el arte electrónico o en el arte generativo desarrollado a partir de software. Como dice la curadora Micol Di Veroli: “El arte cinético y programado considera entonces a la realidad como continuo devenir de fenómenos que el ser humano percibe en su variación”.

Además de su relevancia histórica y el valor que tiene dentro del contexto contemporáneo, lo que hace realmente interesante al arte cinético es que es un arte sobre el paso del tiempo. El artista se propone, como generador de experiencias, producir conscientemente obras que pongan en evidencia las maneras en las que experimentamos el movimiento y construimos nuestra idea del fluir del tiempo. Pero no se trata de metáforas sobre el paso del tiempo: es el devenir mismo lo que se busca reproducir. Es así que se abre un abanico casi infinito de mecanismos para la exploración del paso del tiempo: desde formas mínimas de interacción de elementos a complejas fricciones entre colores.

marina apollonio - DINÁMICA circular 6b, 1967.

Podría parecer que la experiencia estética está disminuida en la búsqueda casi científica por capturar el movimiento en todo su esplendor; pero, por el contrario, esta búsqueda es capaz de generar una estética en sí misma y, como se menciona líneas arriba, una que ha permeado y fecundado casi todas las corrientes visuales que le han seguido. Si bien este arte de capturar lo imposible parece dejar de lado un despliegue visual, es en la captura y generación de movimiento donde encuentra las respuestas que requiere para una producción estética propia.

El lugar al que nos devuelven las piezas de esta exhibición es el de una sorpresa inicial frente a fenómenos que en la experiencia diaria dejamos de lado. Las experiencias que el arte cinético quiere producir se introducen sutilmente en la retina del espectador, quien luego se encuentra buscándolas constantemente en la vida cotidiana. Podríamos decir, por ejemplo, que los rayos de una rueda de bicicleta rodando nos remiten automáticamente a aquello que hemos visto en la muestra. Ese es tal vez, uno de los rasgos que hace al arte cinético algo tan presente en la experiencia estética actual: su aparente omnipresencia. Sin embargo, aunque podemos forzarlo y decir que esa experiencia estética se encuentra en todas partes, es solo a partir de la transformación de la percepción que producen estas piezas que somos capaces de reencontrarnos con ella.

Davide Boriani - Superficie MAGNÉTICA, 1965.

Eso es lo más valioso de estos experimentos con el movimiento: su capacidad para insertarse dentro de la cotidianidad del espectador y generar nuevas formas de mirar. Los múltiples soportes, que incluyen animación, son utilizados de modo tan riguroso, que en vez de sentirse contenidos, proponen al espectador interacciones de una naturalidad sorprendente. Las piezas de arte cinético de esta exhibición establecen lazos duraderos con el espectador y lo dejan abierto a más posibilidades sensoriales de las que previamente era capaz de concebir. Visitar la muestra Occhio Mobile nos permite reelaborar nuestra percepción y volcar nuestra mirada sobre la realidad con nuevos ojos.

Alberto Biasi - ÓPTICO-DINÁMICO, 1963.

[Film Experimental - Gruppo MID / Antonio Barrese, Alfonso Grassi, Gianfranco Laminarca y Alberto Marangoni., 1965]



OCCHIO MOBILE: Lenguajes del arte cinético italiano – años ’50 -‘70, va en el Museo de Arte Contemporáneo (Av. Grau 1511, Barranco) hasta el 4 de enero de 2015, de martes a domingo de 10:00 am a 6:00 pm. Entrada general: S/.6 . Niños, estudiantes y adultos mayores de 65 años, S/.4 . Domingos S/. 1. Los residentes de Barranco entran gratis presentando su DNI.



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