El clima siempre cambia de manera natural. Esto lo sabemos por nuestras clases escolares o universitarias. Por lo general, los cambios ocurren en periodos de miles o decenas de miles de años, de tal modo que los ecosistemas se adaptan gradualmente. Algunas especies se adaptan; otras desaparecen. Pero durante los últimos años el cambio climático se ha acelerado, en buena parte debido a las acciones del ser humano.

A poco más de un mes de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP20), que se llevará a cabo en Lima, revisamos unos conceptos simples acerca del cambio climático.

contaminación ambiental no es cambio climático

La contaminación ambiental implica la presencia en el ambiente (aire, agua o suelo) de cualquier agente (físico, químico o biológico) que pueda ser nocivo para la salud, la seguridad o para el bienestar de la población, o que puedan ser perjudiciales para la vida vegetal o animal, o impidan el uso normal de las propiedades y lugares de recreación y goce de los mismos. A pesar de que la contaminación ambiental puede trasladarse a través de corrientes de aire o agua, generalmente el impacto ocurre en el mismo lugar donde fue emitida la sustancia que lo causó. Esta es la principal diferencia con el cambio climático.

El cambio climático es generado por un aumento en la concentración de gases efecto invernadero. La mayoría de estos gases de efecto invernadero (GEI) no afectan a la salud directamente, y no son considerados gases contaminantes; estos sí alteran la composición de la atmósfera y de esta manera, afectan la temperatura global lo que a su vez causa eventos climáticos extremos, desglaciación y elevación del nivel del mar con sus consecuentes impactos en la población y actividades económicas. Algunas fuentes de emisión de gases contaminantes del aire (material particulado, dióxido de azufre, monóxido de carbono) son también fuentes de emisión de GEI (por ejemplo, CO2). Asimismo, la quema de combustibles fósiles en el transporte, en la generación de energía y en la industria.

¿QUÉ ES EL EFECTO INVERNADERO?
Es un fenómeno natural que ha desarrollado nuestro planeta para permitir que exista la vida y se llama así precisamente porque la Tierra funciona como un verdadero invernadero. Este mecanismo permite que el planeta tenga una temperatura aceptable para el desarrollo de la vida tal como la conocemos. ¿Esto quiere decir que sin el efecto invernadero no podríamos vivir? Muy probablemente. “Sin el efecto invernadero natural, la temperatura promedio de la superficie terrestre estaría por debajo del punto de congelamiento del agua. Por tanto, el efecto invernadero natural hace posible la vida tal como la conocemos”, señala un reciente informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), que dirige Rajendra Kumar, quien estuvo en Lima la semana pasada. Sin embargo, las actividades humanas han intensificado grandemente el efecto invernadero natural. La adición de más gases de efecto invernadero a la atmósfera, intensifica el efecto invernadero y, por tanto, incrementa en promedio la temperatura de la Tierra.  
CUÁNTO AFECTA el AUMENTO de LA TEMPERATURA GLOBAL
El calentamiento global se ha limitado a un aumento de alrededor de 0.75°C desde finales del siglo XIX. Parece algo mínimo pero los científicos (como los del IPCC) afirman que ya se ven impactos en todo el mundo: cambios en el nivel del mar, los patrones de lluvia, los ecosistemas y algunos tipos de condiciones meteorológicas extremas. De hecho, el incremento de la temperatura no se distribuye uniformemente en todo el planeta. En los mapas de cambio de temperatura se observa que el aumento mayor ha sido en el Ártico. Aun así, esto no es lo que más preocupa a los investigadores, pues éstos proyectan que durante las siguientes décadas y siglos la temperatura se incrementará significativamente y originará cambios en las lluvias, nevadas, nivel del mar y otros fenómenos.