¿Crees que las mujeres en este país son tratadas con respeto y dignidad?Esa la pregunta que ha realizado el sondeo de opinión Gallup a adultos de más de 160 países. 

Por desgracia, América Latina es la región del mundo que peor parada sale en esta encuesta, sólo un 35 % de personas consideran que en sus respectivos países la mujer es tratada con dignidad y respeto, mientras que un 61 % piensan que no lo es, y un 3 % no saben o prefieren no contestar. Este porcentaje deja a Latinoamérica en un lugar pésimo, ya que no sólo la sitúa en el último lugar del ranking, sino que además existe una diferencia de más de 30 puntos porcentuales con África del Norte y el Medio Oeste, penúltimos de la lista, y queda a una distancia abismal de Asia y Europa, las regiones con mayor sentimiento de respeto hacia las mujeres, con 76 % y 72 % respectivamente.

De los 22 países de América Latina encuestados, El Perú se encuentra el último de la lista, con sólo un 20 % de adultos que han respondido afirmativamente a la pregunta, frente a un 76 % que reconocen que la mujer no es tratada con dignidad y respeto. Este porcentaje sitúa al Perú en el último lugar del mundo en el trato a sus mujeres, igualado con Colombia, con un porcentaje muy similar.

Si se separa por sexos, la respuesta a la misma pregunta también sufre bastantes diferencias en algunos países, dentro de Latinoamérica, los países con una mayor diferencia son Jamaica y Argentina. En Jamaica, existe una diferencia de 22 puntos entre la respuesta que han dado hombres y mujeres, sólo un 19 % de las mujeres siente que las mujeres son respetadas mientras que el porcentaje de hombres que lo piensa llega hasta en 41 %. En Argentina también hay una diferencia considerable, del 36 % de las mujeres al 50 % de los hombres.

En el Perú, la diferencia entre hombres y mujeres que piensan que la mujer no es tratada con dignidad y respeto es mínima, ¿significa esto que los hombres son conscientes de la injusticia que se está cometiendo contra las mujeres?, si lo analizamos desde este punto de vista, y por poner un punto positivo a una encuesta que deja tan mal parado al Perú, el hecho de reconocer un problema es el primer paso para solucionarlo.

Está claro que es difícil interpretar estos resultados, ya que el contexto cultural de cada país, sus tradiciones, sus características sociales y religiosas, pueden difuminar la percepción que se tiene en cada región de lo que significa respeto y dignidad para las mujeres. Al no existir un criterio unificado, los resultados pueden variar notablemente, y es conveniente no darles una validez absoluta. Sin embargo, este hecho no exime al Perú de unos resultados desastrosos y avergonzantes para el país. Hombres y mujeres de todos los estratos sociales tienen que sentirse en la obligación de luchar contra esta injusticia, especialmente desde el gobierno, que debe impulsar leyes que lleven a un cambio social real, una igualdad entre hombres y mujeres que vaya más allá de la teoría y que se encargue de concienciar a la ciudadanía para conseguir un Perú más justo, moderno y equitativo.

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