Se sabe que el hombre -del que no se ha dado a conocer la identidad- tiene 31 años, pertenece al cuerpo de marines de los EE.UU. y utilizaba los susodichos anteojos alrededor de 18 horas al día.
Según los médicos que lo han tratado, sólo se las quitaba para dormir y para asearse. Tenía diversos síntomas de adicción, se mostraba irritable cuando no podía utilizar su Google Glass, tenía problemas de memoria, y se golpeaba repetidamente la sien derecha, imitando el gesto que se hace para encender el dispositivo. Su descanso también se había visto afectado por el trastorno, ya que veía sus sueños proyectados tras la pantalla de las Google Glass.
Los psicólogos no se ponen de acuerdo en determinar si el uso adictivo a la tecnología es un trastorno en sí mismo, o simplemente un síntoma de otros problemas. El paciente había sido tratado hace un año de otra adicción, el alcoholismo, aunque aseguró que fue más duro para él la retirada de las Google Glass que la abstinencia de alcohol.
Según el Doctor Dean, uno de los médicos que le atendió, "no hay nada inherentemente malo respecto al uso de las Google Glass, pero para las personas con una predisposición a la adicción, la tecnología proporciona una forma muy conveniente de acceder a estos problemas mentales"
El paciente ha sido dado de alta después de 35 días de internamiento. Su memoria a corto plazo ha mejorado, cada vez realiza menos movimientos compulsivos, y ya no se siente tan irritable.
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