Ya nos habíamos olvidado de él. Pero como todo aficionado a los flashes, no debía pasar mucho tiempo para volver a ver a César Nakasaki intentando enredar jurídicamente a quien se acerca a preguntarle algo. Parece que lo disfruta, que goza haciendo despliegue de su labia de abogado para hacer lo que mejor sabe (o dice saber): defender lo indefendible.

Pero, ¿a quién ha elegido Nakasaki como nuevo cliente? A Roberto Torres Gonzales, el exalcalde de Chiclayo que cumple prisión preventiva por haber pertenecido presuntamente a una organización delictiva denominada "Los Limpios de la Corrupción", a través de la cual se habrían logrado reunir una fortuna de más de 100 millones de soles, en joyas, propiedades y dinero en efectivo a nombre sus mimbros o testaferros.

Y aunque dice que aún está evaluando si asumirá su defensa, lo cierto es que a Nakasaki se le notan las ganas inmensas de agregar otro dudoso personaje a su lista. El primer acto lo hizo hoy con una estretegia ya conocida. Su pobre defendido, está mal, muy mal.

Una estrategia que nos lleva a la que fue su defensa más famosa:

Alberto Fujimori

Nakasaki asumió la defensa del exdictador en el año 2005, llevando a cabo todo lo relacionado al proceso de extradición en el Perú y siendo su principal abogado durante el juicio por violaciones a los derechos humanos que lo llevaron finalmente a una condena de 25 años de prisión. Es decir, perdió. Posteriormente intentaría por todos los medios de lograr un indulto humanitario, y fracasó también en el intento.

Magaly Medina

La defensa de la conductora de televisión estuvo también en manos de Nakasaki durante años y tuvo su punto cumbre en el proceso que le entabló Paolo Guerrero por difamación. Cuál habrá sido la estrategia legal que le aconsejó el letrado, que Medina no solo restó importancia a la demanda rompiendo incluso la carta notarial que le envió el futbolista pidiéndole que se retracte, sino que fue a parar con todos sus huesitos a la cárcel con una condena de cinco meses. Es decir, Nakasaki perdió otra vez. Eso sí, sin dejar su pose de 'gallito de pelea'.

Poco más de un año después, la periodista decidiría acabar con la relación. Un final que no se dio en los mejores términos, según contaría ella misma. "Él quería seguir llevando mi caso, pero casi vuelvo a la cárcel".

Wilfredo Oscorima

Y este 2014, Nakasaki inició el año anunciándose como abogado del presidente regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima Núñez, al que persigue un historial de sospechas de lavado de activos, favores a empresas, regalos por votos, entre otros. ¿Y cuál era su estrategia? La misma que con el 'chino', él no sabía nada, era solo un títere en manos de un titiritero. Es solo escucharlo y retroceder unos cuántos años.

Pero el romance de Nakasaki con este tipo de personajes parecen no ser casualidad, sino una necesidad del mismo abogado de lograr estar con los micrófonos delante por animarse a poner el pecho por personajes como Alberto Kouri, Nicolás Hermoza Ríos, Ernesto Schütz, los hermanos Winter, Carlos Boloña, Martha Chávez y Julio Salazar Monroe.

Todos unas joyitas que le han regalado derrotas pero también victorias, aunque quizá y lo más importante es el haber logrado que su estudio sea uno de los más caros de Lima, aunque claro, dirigido a quienes pueden pagar sus honorarios. Un negocio al que se resiste a renunciar: lavarle la cara a quienes se la ensuciaron con gusto.



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