Su capacidad para impactar los ecosistemas acuáticos en los que se introduce y su acelerada expansión por ríos de todo el mundo, principalmente en las dos últimas décadas, han puesto al Didymo -una peculiar alga unicelular- en la lupa de los investigadores y ha generado preocupación en la ciudadanía.

El Didymo o también conocido como "moco de roca", es una microalga de agua dulce originaria de la región templada fría del Hemisferio Norte y es considerada una especie invasiva de difícil erradicación debido a que puede producir grandes floraciones, que tienen la apariencia de una gran baba o moco verde, que cubren hasta el 100% de los sustratos de los ambientes acuáticos llegando a tener un espesor inclusive superior a 20 cm.

Su presencia masiva disminuye la concentración de oxigeno disponible y altera el hábitat existente. Afecta la biodiversidad, deteriora el paisaje e impacta las actividades productivas, como la pesca y el turismo. 

La diferente entre sus pares

Normalmente las algas florecen o se reproducen en aguas ricas en nutrientes y al morirse la putrefacción resultante agota el oxígeno disponible en el agua y sofoca a especies de agua dulce como insectos, crustáceos y peces. Pero todo ello no se cumple en esta alga. 

El 'moco' del Didymo Foto:  Michel Chouinard

Según señala un artículo que hoy publica la BBC, el Didymo sólo se vuelve maligno cuando hay muy poco fósforo en el agua -un nutriente asociado a la contaminación por detergentes y fertilizantes- y de acuerdo a lo que han descubierto los científicos, cuando crea su 'moco gigante' no se está reproduciendo, sino que se está transformando de algo benigno en algo maligno. 

Cómo se propaga

La culpa de la explosión repentina y global del Didymo se le había echado al ser humano, que lo habría transportado de río en río, en equipo de pesca, botes y kayaks. Sin embargo, según la nota de la BBC, es posible que en realidad haya estado ahí todo el tiempo.

A esa conclusión llegaron Brad Taylor, del Dartmouth College en New Hampshire, de Estados Unidos,  y Max Bothwell, de la Estación Biológica de Pacífico Canadiense, quienes acaban de publicar un estudio que recoge evidencia fósil de la existencia de Didymo desde hace mucho tiempo en varios continentes, excepto África, Antártica y Australia. 

Todo parece indicar que esta alga no sea el problema en sí misma, sino que esta expansión sea un síntoma de grandes cambios que están ocurriendo en los sistemas de agua dulce en el mundo entero.

A continuación les compartimos "Didymo: Alga invasora", un corto documental realizado por PatagoniaNation sobre la presencia del Didymo en los ríos de la Patagonia en Chile.

Foto portada: Michelle Lavery


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