Mañana por la mañana, tendremos un nuevo miembro en el club del Nobel de Literatura. Como es costumbre, por esta época escritores, periodistas, editores o simples lectores escriben artículos en los que exponen argumentos a favor de su candidato/a.
Como sabemos, la academia no publica una lista de finalistas, o pistas de cualquier tipo. Las deliberaciones son en estricto secreto. Hasta el momento ninguna cámara o grabadora ha podido 'colarse' en las discusiones del jurado. La elección del Nobel no solo genera revuelo en los medios académicos, periodísticos y editoriales. También hay expectativa en las casas de apuestas como LadBrokes.
Los favoritos casi nunca ganan el premio, pero las ansias de apostar, el ímpetu de gastar el dinero puede más. Hasta hace poco días, el escritor japonés Haruki Murakami encabezaba la lista. Ahora Ngugi Wa Thiog'o lo ha desplazado. Este escritor trabaja varios géneros y escribe en inglés y giyuku (idioma originario de Kenia). Además, es un conocido periodista que aboga por la igualdad de razas, lo que le valió varios años de cárcel.
Si bien el que el premio no se haya destinado a un africano desde el 2003 -cuando lo ganó J.M. Coetzee-, puede mejorar las probabilidades de Wa Thiog'o, lo cierto es que el keniata enfrenta a rivales de peso como la biolorrusa Svetlana Aleksijevitj y el poeta sirio Adonis, tercer y cuarto lugar en la lista de LadBrokes, respectivamente. Ambos son escritores que han sonado fuerte desde hace algunos años.
La literatura estadounidense, por su parte, no despierta mucho interés en los apostadores. El mejor ublicado es Philip Roth, en un postergado octavo puesto). Más abajo aún se encuentra Thomas Pynchon (décimo séptimo puesto) y Cormarc McCatrhy (trigésimo octavo puesto).
Evidentemente, las preferencias en la lista de Ladbrokes no expresan única, ni principalmente, un reconocimiento de la calidad literaria. Al igual que el propio Nobel, casi siempre, las elecciones se ven influidas por la geografía y la política. La Academia Sueca siempre ha mostrado predilección por los escritores que han asumido algún compromiso político como la defensa de los derechos humanos. Esto, por supuesto, no significa en absoluto que los ganadores no carezcan de talento literario.
Sea como fuere mañana será anunciado el nombre del ganador. Un autor que se verá envuelto en una exposición mediática que tendrá como principal efecto que las ventas de sus libros crezcan rápidamente y que su obra alcance una siempre merecida difusión global.