"Estoy muy preocupado", le dice Luis Castañeda, alcalde electo de Lima, al periodista Beto Ortiz, quien le ha preguntado esta mañana por el destino del "Corredor Azul", uno de los corredores viales de transporte público que hacen parte de la reforma del transporte que implementa la gestión actual, encabezada por Susana Villarán.

Es el primer paso de una declaración que, a un día de las elecciones, es en realidad la confirmación de una sospecha de hace meses. La nueva gestión, que entrará a gobernar el 1 de enero de 2015, evalúa no continuar la reforma del transporte. Lo evalúa políticamente, y esta declaración es un "tanteo". 

"¿Cuál es el objetivo? - se pregunta un cómodo Castañeda, otra vez entrevistado por Ortiz fuera del set de televisión. "No es decir yo lo nomino corredor no sé cuántos "- dice agresivamente Castañeda. Y va más lejos, al afirmar que el Corredor Azul "no tiene las características de un corredor vial".

¿Qué le falta ?, lo inquiere Ortiz.

"Le falta desde los paraderos, desde los patios, desde los buses (...), le falta una racionalidad en el recorrido (...), no tienen programación de viajes, no tienen un sistema de recaudo...".

¿defenderá villarán su reforma bandera del 'análisis' al que la someta castañeda?

Ante una declaración de esta naturaleza, el actual equipo de la Gerencia de Transportes de la Municipalidad de Lima debe salir a responder. Ayer, la alcaldesa Villarán ofreció "una transferencia responsable para que Lima no pare, que se continúen las obras, las reformas y la transformación que nuestra ciudad capital reclama". 

Por las declaraciones de esta mañana de Castañeda, parece que la voluntad de Villarán no será correspondida, y que su reforma clave está en riesgo.

- Lo que usted me está diciendo es que lo va a desactivar ..- le insiste Ortiz a Castañeda.

- "Lo que estoy diciendo es que eso no funciona, y eso es una constatación, no es algo subjetivo, sino vayan con sus cámaras, pregúntele a la gente primero ¿ha mejorado en algo tu transporte, tú te estás movilizando más rápido? ¿Ese no debe ser el objetivo que debe perseguir?, más allá de cómo se le quiera llamar, nominar, decir qué es reforma del transporte... ¿quién? ¿dónde está?". 


"vayan con sus cámaras", le dice castañeda a ortiz, dándole lecciones de periodismo.

Y dice más Castañeda. Dice que la Municipalidad de Lima "amenaza con hacer otro corredor vial en Javier Prado". Sí, dijo "amenaza", lo que viniendo de un político que, como afirma el analista Matteo Stiglich "tiene o ha tenido aliados entre los empresarios del transporte que se oponen" a la reforma, debe preocupar a quienes apuestan por los cambios en el sistema de transporte público. Aún más, viniendo de un político que, en su anterior gestión, durante la implementación del Metropolitano, cedió al sistema de facto, y no eliminó las rutas que compiten con la ofertada por el sistema integrado. 

“Cuando el Metropolitano opere, entre 3.500 y 4.500 vehículos de transporte dejarán de funcionar”, prometía uno de sus gerentes en 2009, cuando Castañeda era alcalde por segunda vez y demoró hasta el final de su mandato para poner en funcionamiento el Metropolitano.

así prometía castañeda en 2005

En un punto culminante de la entrevista en el programa 90 Matinal, Ortiz ayuda a que Castañeda cierre el círculo:

"Me queda claro que lo va a desactivar... para hacer algo mejor". 

"Si hay algo bueno y rescatable una vez que lo analicemos obviamente lo vamos a seguir, pero si no tiene cosas rescatables... eso lo van a definir los técnicos, yo no voy a definir esto políticamente", contesta Castañeda.

"El análisis que le hago es el que hace cualquier persona ", remata.

El punto es que él no es 'cualquier persona'. Es el alcalde de una ciudad que batalla diariamente con un sistema de transporte que debe sí o sí reformarse, y prescindir de un servicio ineficiente, anacrónico, discriminatorio y de pésima calidad: las combis.

Déjame trabajar

"¿Sabe por qué el elector de las clases bajas no apoya a Villarán?" - se preguntaba en una columna de opinión el politólogo Carlos Meléndez, por los días en que iniciaba su operación el Corredor Azul. Él mismo ensaya una respuesta:

"Porque la gestión edil lo maltrata, lo discrimina, le oferta un servicio de transporte tan improvisado que favorece la prédica antisocial de Raurau y su camarilla. Lo peor de todo es que Villarán no se da cuenta (o no quiere). No entiende a la ciudad que gobierna".

Mi conclusión luego de oír y ver a Castañeda esta mañana es que Castañeda sí la entiende. Y que lo que triunfó en la elección de ayer - a despecho de los que se lamentan por el manido "roba pero hace obra"- es el muy limeño "deja trabajar". Y parece que Castañeda sí dejará trabajar (a las combis).