Los paraguas se utilizan en Hong Kong para protegerse del sol y, en menor medida, de la lluvia. Pero durante los últimos días se les ha dado un nuevo uso y hoy en día son el símbolo de las protestas de miles de ciudadanos que exigen un sufragio universal sin trabas por parte del gobierno central de Pekín. En las redes causa furor con el nombre de 'Umbrella revolution'.
"Nosotros no tenemos armas, sólo tenemos paraguas", dicen los jóvenes manifestantes, que se cuentan por decenas de miles y que cada día que pasa van en aumento. Las protestas prodemocráticas se vuelven más intensas y han empezado a afectar la economía local. Por su parte, el gobierno ha disminuido la violencia de días anteriores en su propósito de disolver a los protestantes. De hecho, es la peor crisis política que vive Hong Kong desde que los británicos la devolvieron a China en 1997. En opinión de los analistas internacionales, el gobierno reanudaría pronto la represión porque al estar ocupadas las principales avenidas comerciales, la economía de la isla empieza a verse afectada. Ayer, China conmemoró su Día Nacional con el ceño fruncido.
A continuación, seis claves para entender este movimiento:
¿Cómo se gobierna Hong Kong?
Hong Kong fue una colonia británica hasta 1997, cuando pasó de nuevo bajo control chino tras un acuerdo alcanzado en 1984. Actualmente es una región administrativa especial de China que prometió gobernar el territorio bajo el principio conocido como "un país, dos sistemas", el cual le otorga una democracia limitada por 50 años, con gran autonomía excepto en lo referente a a defensa y relaciones exteriores. Hong Kong cuenta con su propio sistema legal representado por el texto constitucional The Basic Law (La Ley Básica) que incluye protección a la libertad de expresión y de reunión. El jefe del Ejecutivo es el titular del gobierno local y representante del territorio. El texto constitucional subraya que "la última meta es la selección del jefe del Ejecutivo por sufragio universal tras nominación por un comité con amplia representación y de acuerdo con procedimientos democráticos".
¿Qué reclaman los manifestantes?
El 1 de julio, durante la tradicional manifestación para conmemorar el aniversario del retorno de Hong Kong a China, cientos de miles de personas se concentraron para exigir plena libertad democrática y más de 500 manifestantes fueron arrestados. El 31 de agosto, grupos prodemocráticos lanzaron una campaña de "desobediencia civil" y como respuesta, al día siguiente, el gobierno chino ratificó que no habrá sufragio universal en las elecciones del 2017, mientras agrupaciones opositoras anunciaban una nueva convocatoria de protestas y huelgas, entre otras medidas. Miles de estudiantes empezaron el 22 de setiembre una huelga de cinco días sin precedentes en Hong Kong.
Desde entonces, decenas de miles de personas se concentran en el centro sentados o durmiendo en las calles, fuertemente vigilados por las fuerzas policiales. Las protestas tienen su origen en la decisión tomada el mes pasado por el gobierno central de China para rechazar la nominación abierta de candidatos rumbo a la primera elección del líder de Hong Kong, prometidas para 2017. En su lugar, los aspirantes deberán ser seleccionados por un comité formado en su mayoría por multimillonarios locales partidarios de Beijing, una medida que muchos residentes consideraron un rechazo a las promesas de permitir mayor democracia en el territorio semiautónomo. De acuerdo con la BBC, en el centro del movimiento está un grupo de activistas denominado Ocuppy Central, que había prometido realizar manifestaciones desde que China tomó de nuevo el control del territorio.
¿Qué es Occupy Central?
El nombre completo es Occupy Central with Love and Peace (Ocupa Central con Paz y Amor) y es un movimiento de desobediencia civil a favor de la democracia en Hong Kong. Los activistas piden que haya una reforma política y elecciones democráticas que cumplan con las normas internacionales. La campaña tomó su nombre del movimiento estadounidense Occupy Wall Street que surgió en el 2011 en Estados Unidos para protestar contra la desigualdad.
¿Qué dice China?
El gobierno de China ha calificado las protestas de ilegales y dejado claro que no tolerará la disidencia. Michael C. Davis, profesor de leyes en la Universidad de Hong Kong, le dijo a The New York Times que en un documento semiautónomo publicado en junio –Libro Blanco–, China proclama que Beijing es libre de interpretar o modificar el texto constitucional del territorio semiautónomo a su gusto, aparentemente sin preocuparle los compromisos internacionales o las promesas hechas al pueblo de Hong Kong. El documento hace énfasis en la preocupación china sobre una posible interferencia internacional en el territorio, lo que es paradójico, explica Davis, debido a que originalmente los gobiernos extranjeros fueron invitados a tratar a Hong Kong como un sistema separado con base en las promesas de autonomía y respeto a la democracia y derechos humanos.
¿Cómo ha reaccionado la comunidad internacional?
Ante la situación actual, varios países han llamado a la calma a las partes, lo que ha provocado las críticas de China, que ve en estos mensajes un intento de intervención en el territorio. El Reino Unido, cuyas ligas con Hong Kong siguen siendo fuertes, aseguró estar preocupado por la situación y pidió que se proteja la libertad de expresión. En tanto, Estados Unidos dijo que está siguiendo de cerca las protestas a favor de la democracia en Hong Kong y apoya las "aspiraciones del pueblo".
¿Peligra la economía china?
Este lunes en Nueva York las acciones cerraron a la baja debido a las protestas en Hong Kong que avivaron la preocupación por el crecimiento económico chino. Al día siguiente la bolsa de Hong Kong, el Hang Seng, registraba un inicio negativo ante la incertidumbre sobre cómo responderá el gobierno chino si continúan las protestas. Si las protestas se alargan, el turismo y el comercio, que en conjunto representan el 10% del producto interno bruto del país, se verán muy afectados. De hecho, las consecuencias financieras de un agravamiento de la situación originan temores entre el gobierno, y no es para menos, en la bolsa de Hong Kong –por ejemplo– cotizan pesos pesados del sector financiero.