Como se veía en los resultados a boca de urna, el NO ganó en Escocia. Los escoceses rechazaron por un margen de diez puntos, mayor al esperado, la propuesta independentista en el referéndum con una participación récord de casi el 85%. De acuerdo con cifras oficiales, el 55% optó por el NO, frente al 45% que votó por el SÍ. 

David Cameron, el primer ministro británico, está aliviado, en tanto que el autónomo escocés de Alex Salmond, promotor de una consulta que podría haber puesto fin a una historia común de más de 300 años, quedó resignado. Ahora empezará un proceso de negociaciones para llevar a cabo la transferencia de poderes a Escocia prometida por Westminster para contrarrestar los intentos separatistas.