Si en Lima la mayoría de electores tuviesen más de 65 años, Edmundo del Águila, candidato a la alcaldía de Lima por Acción Popular (AP), estaría en el bolo de los favoritos, incluso podría ganar la contienda. Y no es que este economista, de apenas 42 años, tenga un encanto particular con este sector de la población. Es que ni la juventud de Del Águila puede cambiar el hecho de que Acción Popular es un partido cuyos bríos se quedaron encapsulados en el siglo pasado y a cuyo recuerdo solo acceden los de mayor edad forzando la memoria.
Del Águila, con una militancia que casi iguala sus años de vida —además, le viene por herencia familiar pues su padre fue diputado del Congreso que cerró Fujimori con el autogolpe en 1992— es un político adiestrado, con un discurso sin goteras, que parece tener hasta la gracia y la simpatía calibradas en la medida justa para agradar. Por supuesto que el entrenamiento partidario no debería ser visto como un defecto en un país donde cada cinco años amenaza la sombra de un outsider, aunque en el caso de Del Águila, el excesivo entrenamiento le resta espontaneidad y frescura, ese aire de renovación que debería inspirar un candidato joven dentro de un partido viejo.
Le hallamos en Polvos Azules, un centro comercial donde antes reinó la piratería y el contrabando, recorriendo los puestos de venta junto a una pequeña comitiva de correligionarios. La topografía humana de ésta parece empeñada en refrendar lo dicho: al menos diez personas, de las cuales más de la mitad superan los 65 años y cinco de ellas lucen los cabellos cenizos, se mueven con parsimonia y parece imposible que con sus gritos sin vigor puedan desgañitarse. Igual levantan sus banderas y hacen sonar los pitos con el estribillo clásico del partido.
Del Águila reparte calendarios, llaveros y tomatodos con su rostro y la lampa (símbolo de la agrupación) impresos, como quien distribuye simpatía. Quienes reconocen el símbolo, casi siempre comerciantes mayores de 50 años, recuerdan la frase característica de Fernando Belaúnde Terry, fundador de AP y dos veces Presidente de la República (1963-1968 y 1980-1985): “Adelante, siempre adelante”, pero confunden u olvidan a Del Águila. El anonimato en política, no gana elecciones. Todas las encuestas lo ubican en el grupo de “otros”, candidatos que no alcanzan ni el 1% de intención de voto, pero eso no le amilana. “Trabajamos por resultados inmediatos, y de mediano y largo plazo. Vamos a tener alcaldes distritales y esta candidatura provincial [la suya] va a subir. Hay un 40% de electores que no han decidido su voto aún”.
El candidato que creció en una villa universitaria en Tingo María y que solo vio televisión a partir de los 9 años, es un político y como tal no resigna, al menos ante la prensa, sus posibilidades, pero reconoce que su candidatura persigue, en el fondo, algo mayor que la elección municipal. “El partido lamentablemente entró en un ciclo de debacle después de la muerte de Fernando Belaúnde [ocurrida en 2002] que nos ha costado superar. Por eso estamos apostamos por un recambio generacional. La mayoría de nuestros candidatos distritales son jóvenes de menos de 40 años con preparación profesional, técnica y política. Si ahora no es el momento [de ganar], va a ser después”, afirma como si en el fondo hablará sobre sí mismo.
Hace unos días tuvo que defender su candidatura, no de los adversarios que casi no lo tienen registrado en el mapa, sino de los venablos lanzados por el sobrino del fundador del partido y congresista, Víctor Andrés García Belaunde. El legislador declaró públicamente que apoya la opción de Susana Villarán, lanzándole un portazo a Del Águila. En cambio, ha recibido el apoyo del periodista Jaime Bayly que declaró que votaría por él o por Nora Bonifaz de Somos Perú. En las elecciones pasadas, la opinión de Bayly fue decisiva para la victoria de Villarán, pero ahora alejado de la televisión peruana, su capacidad de influencia se reduce a una nota breve en los diarios impresos o la mera anécdota.
- propuestas
Aun así Del Águila no desmaya en explicar sus propuestas para Lima, pese a las estrechez de una campaña que solo cuenta con S/. 60 mil de presupuesto. "En seguridad, encargaremos a nuestro grupo parlamentario la presentación del proyecto de Ley, que le entregaremos, para la creación del sistema único de seguridad ciudadana de Lima metropolitana. También crearemos el Observatorio de Seguridad Ciudadana de Lima Metropolitana, con la finalidad de logar una base de datos homogénea y confiable".
Afirma que continuará con ciertas políticas saludables de la gestión de Villarán. En cuanto al transporte continuarán con le reforma incorporando las mejoras necesarias, buscarán crear el Observatorio de Seguridad Ciudadana de Lima Metropolitana, para "lograr una base de datos homogénea y confiable". "Estamos preparados. Nosotros no tenemos vientre de alquiler como Heresi, ni investigaciones como el caso COMUNICORE. Y lo importante es que estamos trasladando la posta a gente de nueva del partido para que le devuelvan lo que fue en algún momento", concluye.
Puedes revisar el plan de Acción Popular pinchando aquí.
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