El sentido común tiende a decirnos que no se les debe prestar excesiva atención a las encuestas de opinión política, en general. Sin embargo, hay encuestas que tienen un poder diagnóstico trascencente, más allá incluso de las preguntas específicas que buscan responder. Hay encuestas, digo, que revelan algo más profundo de lo que aparentan.

Me parece que tal es el caso de la encuesta de Pulso Perú-Datum publicada ayer por Perú21. Y no tanto por la pregunta principal que se formula (sobre el personaje más poderoso en en Perú), sino por una de sus preguntas secundarias: "¿A qué político peruano, sea del gobierno o de la oposición, le cree Ud. más?", fue la interrogante que respondieron 1,209 peruanos, hombre y mujeres entre 18 y 70 años de edad, la semana pasada. Y los resultados son curiosos.

El ganador es, por supuesto, "ninguno", con 39% (hay que notar que a "ninguno" le fue mejor el año pasado en este mismo sondeo: en 2013, obtuvo 44%). Pero la cosa está entre los personajes que sí son alguien: ahí quien se la lleva (fácil) es Keiko Fujimori, con 13% (11% el 2013). ¿Segundo? Pedro Pablo Kuczynski, con 9% (sin cambios con respecto al año anterior). ¿Tercero? Alan García, con 8% (sube de 6% en 2013). ¿Y Humala? Cuarto, con una dramática reducción de su credibilidad: 6% este año contra 11% en 2013.

Y así. Entre los candidatos a la alcaldía de Lima, que es el tema de estos días, el que los peruanos encuentran más creíble es... Luis Castañeda Lossio, con 6% (tenía 2% en 2013). Susana Villarán, 3% nomás (sin cifras previas). 

Sobre Keiko y PPK, quizás es importante el que ninguno de los dos haya estado en meses recientes en el candelero político (aunque, ciertamente, no hayan estado ausentes). En la política peruana, mantener un perfil relativamente parece dar réditos de credibilidad. Y no en vano ambos lideran la intención de voto para el 2016. Sobre Alan, en cambio, quizá lo más acertado sea atribuirle el aumento de la confianza que le tienen los encuestados al margen de error de la muestra, que es de 2.8%. Me inclino a pensar que, en realidad, ha bajado.

En todo caso, dos cosas importantes. La primera, ya señalada (y obvia), es que el descrédito de los políticos peruanos es profundo. En tiempos de campaña, no hay una sola figura de proyección nacional que inspire verdadera confianza. 

Lo segundo quizá sea más significativo. En este panorama desolador, los políticos más confiables son los que menos deberían serlo. Keiko Fujimori, por ejemplo, fue ampayada prácticamente la misma semana trucando sus fotos para aparecer como más popular de lo que realmente es. 

Y el caso de Luis Castañeda Lossio es aún más flagrante. El exalcalde y candidato a la alcaldía de Lima ha estado en las noticias sostenidamente en semanas recientes no sólo por su liderazgo en las encuestas, sino por cosas como las falsedades de su hoja de vida, sus evasivas y opacidades en importantes casos de corrupción que involucran a muchos personajes de su entorno, y sus jugarretas contra la reforma del transporte iniciada por la municipalidad. Eso, entre muchas otras cosas. 

Parece pues que la credibilidad de ciertos políticos aumenta en relación proporcional a las razones para su descrédito. Y lo dicho: hay encuestas que revelan algo más profundo de lo que parece con respecto a la psicología de los ciudadanos. 

Y que, francamente, no auguran nada bueno para la política nacional.

Lee también en LaMula.pe

#ForeverAlone nivel Keiko Fujimori

Los de arriba y los de abajo

Castañeda, el reincidente

Habló, pero ¿qué dijo?

Las 10 claves de la nueva bomba sobre Castañeda y Comunicore