El circo permite desarrollar las capacidades humanas más allá de las artes, es un instrumento de transformación social. Valoriza las capacidades personales a través del desafío que imponen distintas técnicas circenses junto a la exigencia de disciplina y rigor para conducirlos en este desafío permanente que impone la práctica de circo. En los más vulnerables opera cambiar el riesgo de la calle por el riesgo controlado de una pista de circo y la inmediatez de los resultados los motiva diariamente. 

Y tomando en cuenta ello, recientemente, como parte del proyecto financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para mejorar la vida de jóvenes de riesgo en el Perú, Chile y Argentina, La Tarumba –que coordinará el proyecto en la región– y el Cirque du Soleil iniciaron la semana pasada un programa de circo social. "El circo es una cajita de Pandora, tiene una enorme potencialidad para impactar en el crecimiento de las personas, en abrir el imaginario de las personas. Hemos logrado un proyecto con el BID focalizado en utilizar la metodología que nosotros estamos trabajando para apoyar, capacitar a jóvenes que mejoren luego su capacidad de empleabilidad e incluso emprendimiento. Y el Cirque du Soleil es nuestro socio estratégico dentro de este convenio", nos dice Estela Paredes, directora de Gestión y Desarrollo de La Tarumba. 

Desde hace 18 años el Cirque du Soleil hace circo social, y desde hace 10 años lanzó el proyecto de formación de instructor con la idea de compartir el contenido, de ayudar a las organizaciones a tener una autonomía, de apropiarse los conceptos. Y uno de sus representantes que viajan por el mundo haciendo esto es el canadiense Emmanuel Bochud, consejero social del Cirque du Soleil, quien estuvo la semana pasada en Lima.

"Lo que he hecho en La Tarumba es un ciclo de formación a sus instructores para desarrollar su habilidad de hacer talleres con jóvenes en situación vulnerable y que ello repercuta en empleabilidad. En el Cirque du Soleil tenemos un programa Circo del Mundo, que consiste en apoyar a todos los proyectos que utilizan las artes circenses para el desarrollo de habilidades sociales. Aquí en el Perú estamos con La Tarumba, compartimos todo lo que sabemos, pero a la vez aprendemos", explica a LaMula.pe.

Cirque du Soleil es el encargado de abrir las capacitaciones a los instructores tarumberos para que éstos transmitan los conocimientos a jóvenes peruanos. "Tenemos que llegar a 1,500 jóvenes (en los tres países) con el proyecto, en los siguientes tres años, que van a ser como un proyecto piloto para que después, a partir de esta experiencia, podamos replicarla en otros países de América Latina, de Africa, de todas partes del mundo", detalla Paredes. 

Además cuenta que La Tarumba ha virado la mirada hacia jóvenes para que sean agentes del cambio. "Queremos que regresen a sus localidades y transfieran los conocimientos que les demos y generar a mayor escala el impacto que podíamos nosotros generar con el circo. Y esto está haciéndose, desde el 2003, cuando abrimos la Escuela Profesional de Circo Social", señala.

Emmanuel, por su parte, reconoce que todos los modelos de circo social son diferentes, pero a él le gusta decir que tienen un mismo corazón: "Hay que adaptarse al modelo de cada país, pero también a cada situación y objetivos sociales. Por ejemplo, si trabajamos con jóvenes de la calle va a ser un poquito diferente que aquí, con el proyecto de empleabilidad. Si trabajamos con discapacidad también es diferente que con gente que consume drogas, por ejemplo. Entonces, el concepto es el mismo pero las formas son diferentes. Los proyectos toman diferentes colores y nosotros aprendemos de diferentes realidades".  Para él, es un concepto que va creciendo y mejora cada año, y "hay que seguir buscando siempre maneras innovadoras de creación para hacer intervención con los jóvenes, hacer educación alternativa". 

El circo –apunta– es una mezcla de arte, es una herramienta. Entonces, se pueden usar técnicas de teatro, música, danza, hip hop y también cosas de acrobacia, gimnasia, monociclo, trapecio, etc. Entonces, hay muchas alternativas para ayudar a la persona a desarrollarse como ser humano. "Para hacer pirámides, hay que tener un soporte social, hay que tener conciencia en los otros. Para hacer un espectáculo hay que tener confianza en uno mismo, autoestima. El circo es una herramienta mágica para desarrollar las habilidades sociales", resalta. 

El dictado por Bochud es el primer taller que dictará el Cirque du Soleil aquí, el siguiente año continuará hasta terminar el ciclo en el 2015, siempre con el objetivo final de la empleabilidad para los jóvenes.