El teatro Ricardo Blume es pequeño pero construido con inteligencia de dramaturgo. En el primer nivel, las sillas rodean al escenario. Así, la poca distancia entre espectador y los actores permite al primero insertarse fácilmente (no hay cortinas que funcionen como frontera) dentro de la atmósfera dramática. Además, el segundo nivel (mezzanine) tiene un número adecuado de sillas, lo que permite que los asistentes no se estorben mutuamente. Momentos antes de iniciar a función, se invita al público a visitar la exposición fotográfica donde puede apreciarse a Blume actuando en distintas etapas de su vida. También se puede observar imágenes de la obra que nos convoca, En la calle del Espíritu, dirigida por Mateo Chiarella y escrita por Celeste Viale Yerovi, que centra su argumento en la esclavitud de la población africana en la época colonial.

Hace algunos años Viale, actriz y dramaturga peruana, fue invitada por el Archivo General de la Nación para la dramatización de uno de los expedientes pertenecientes a la colección Real Audiencia que guarda causas criminales de la época colonial. No obstante, el "autogolpe" de Alberto Fujimori y el posterior cierre del Congreso truncaron el proyecto. 

foto: aranwa teatro

Con un escenografía austera, tan solo algunos elementos propios de la época como sacos, bancos y barriles, el drama inicia con una referencia al viaje marítimo que trajo a los esclavos a América. Después se presenta una escena de baile para luego insertarnos en un drama que nos enfrenta con la historia nacional. Pero no nos confundamos, En la calle del Espíritu Santo no es una puesta en escena que se distrae en apelaciones a datos históricos (a pesar de que nace de ellos), Chiarella, en una decisión muy acertada, pone énfasis en las desavenencias personales de los personajes que tienen, por supuesto, su origen en la esclavitud. La mayoría de ellos asumen esa condición y buscan obtener su libertad a partir de los mecanismos que el propio sistema opresor ofrece.

Otro aspecto relevante de la obra es el sincretismo religioso. La fe católica se convierte en una tabla de salvación y, al mismo tiempo, en un agente que anula todo impulso de rebeldía como lo expresa el personaje de Emilia (Malena Romero).

foto: aranwa teatro

Pero lo que más llama la atención de En la calle del Espíritu Santo es la representación de una característica que aún perdura en la sociedad peruana: el arribismo. Este ocasiona que algunos personajes desprecien a su propia comunidad y se alienen, adoptando las conductas y los vicios del opresor, aún cuando eso signifique destruir la vida del otro.

De esta manera, Chiarella ha sabido interpretar el texto de Viale. Un drama colonial construido con inteligencia, donde cada personaje refleja las consecuencias del sistema esclavista en la Colonia.

La obra, producida por Aranwa Teatro, se presenta los jueves, viernes y lunes a las 8 p.m. Los sábados y domingos la función inicia a las 7 p.m. La temporada termina a mediados de octubre.

Cabe mencionar que la obra, bajo el título de La nombrada Agonía, obtuvo en el 2008 el Premio Iberescena de Promoción a la Dramaturgia.

Si quieren conocer más de la obra, el programa Escuela de Espectadores de Teatro (producido por la Asociación Iberoamericana de Artes y Letras) entrevistó a la dramaturga y a los actores Sthepanie Orúe y André Silva (a partir del minuto 22:27).

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