Las monarquías europeas: ensalzadas por la prensa del ‘corazón’ y denostadas por grupos que consideran a la realeza no sólo como un anacronismo sino como un costo público innecesario.
Aquí repasamos un listado –de acuerdo al portal Sexenio- de lo que significa una institución medieval aún vigente en la Europa del siglo XXI.
1. LAS CASAS REALES EUROPEAS, ¿DÓNDE SE ENCUENTRAN?
Bélgica, Dinamarca, España, Noruega, Países Bajos, Suecia y Gran Bretaña son monarquías emblemáticas para los habitués de revistas como Hola o Bravo en España y Alemania respectivamente. Por su parte, los principados de Liechtenstein y Mónaco son más conocidos por operadores financieros globales que van tras la caza de bancos offshore libres de impuestos en el primer caso y un centro lúdico de lujo durante el verano, en el segundo. Existe también el Gran Ducado de Luxemburgo, meta de millonarios herederos y fondos patrimoniales familiares que desean cuentas encriptadas para sus depósitos bancarios. Sumemos a esta lista el Estado Vaticano, una suerte de monarquía donde el Papa regenta el poder del pequeño país.
Salvo el Vaticano –que detenta un rango de monarquía absoluta- el resto de reinos funcionan bajo un sistema constitucional de gobierno de ‘sangre azul’, donde “El Rey reina, pero no gobierna” tal como reza la fórmula concebida en el siglo XVI en Polonia y que describe a las monarquías parlamentarias.
Así las cosas, son 11 Estados los que tienen el estatus de monarquía en Europa. No es poca cosa, considerando que los países miembros de la Unión Europea suman 28 gobiernos a la fecha.
2. ¿CUÁNTO CUESTAN UN REY Y FAMILIA?
O una Casa Real.
De acuerdo al portal mencionado y con data al 2014, la dinastía Orange-Nassau, rama familiar de la monarquía holandesa, es la realeza europea con mayor costo por año, gestionando 40 millones de euros en ese período. En tanto, según Sexenio, la Casa Real Española es la más barata, con tan sólo 8 millones de euros anuales.
Sin embargo, otras fuentes como EcoRepublicano colocan a la Casa Real Británica en la punta, donde la familia Windsor cuesta al Estado inglés unos 47 millones de euros anuales, en tanto la monarquía sueca -junto a la española- son de las más austeras para este medio: 12 y 8.24 millones de euros por año, respectivamente.
No obstante, para EcoRepublicano la cifra del estipendio real español citado es cuestionable, pues no se añaden “otros costos” como los de la Jefatura del Estado, Casa Militar, Ministerio de la Presidencia, de Exteriores, del Interior, mantenimiento de palacios, jardines y patrimonio. Así las cosas, al 2014, a la asignación anual directa de 8.24 millones de euros (según la Casa Real española) se añaden unos 6 millones año en gastos de personal por el apoyo a la gestión administrativa de la Jefatura del Estado, 10 millones año para ceremonial, 34 millones para sostenimiento del patrimonio de palacios y jardines para uso exclusivo de la familia real, 8.2 millones anuales (estimado) para el usufructo de otros bienes como autos, yates, fincas de recreo y caballerizas.
De esta forma –y sin incluir gastos de la Casa Militar, Hacienda, Interior (para resguardo policial) y otros estamentos oficiales- el costo ‘real’ de la Casa Real española, valga la redundancia, alcanza los 66. 44 millones de euros por año.
Con este último dato, no es la familia Windsor la más costosa. Los borbones ibéricos se ‘coronan’ literalmente como la Casa Real más cara para los contribuyentes en Europa. Todo esto en medio de una profunda crisis económica que afecta sobre todo el empleo en España, cuyo índice continúa sin ceder situándose a junio del presente año en 24.5% de paro de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística español.
3. LA CASA REAL MÁS VIGOROSA
En apariencia, la clave del poder de una Casa Real no es el dinero gestionado para el mantenimiento del ceremonial real, tampoco el patrimonio que detentan los miembros poseedores de mercedes nobiliarias o el lujo ‘obsceno’ a decir de los antimonárquicos europeos (que en España se han incrementado a propósito de la crisis). El poder real de un monarca en el presente siglo va más por lo mediático, el apoyo popular, la actividad en redes sociales y los territorios que aún 'dominan' los reyes aunque sean los territorios sean representativos, léase: para uso protocolar.
Siendo así, la Casa Real inglesa se erige como la más poderosa según Sexenio. De hecho, de acuerdo al medio, “La reina Isabel II de Inglaterra es monarca no sólo del Reino Unido, sino también de toda la Commonwealth, la Mancomunidad Británica de Naciones. Esto incluye a Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Jamaica, Barbados, Bahamas, Granada, Papúa Nueva Guinea, Islas Salomón, Tuvalu, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Belice, Antigua y Barbuda y San Cristóbal y Nieves”. Otro tanto, Sexenio anota: “La Corona Británica ha sufrido varios descalabros en tiempos recientes, como el divorcio entre el príncipe Carlos y Diana, pero se han recuperado de manera formidable, y en la última encuesta el 69 por ciento de los ciudadanos declaró que el país saldría perdiendo si desapareciera la Corona”.
4. SIMBOLISMO
El 14 de julio de 1789 –fiesta nacional francesa que conmemora la Toma de la Bastilla en el clímax de la Revolución Francesa que destronara al rey Luis XVI- no es una fecha que necesariamente implica la desaparición de la hegemonía de la monarquía en Europa.
El proceso que anuló el poder político y económico de las monarquías siguió transitando el siglo XIX y el XX. Éstos fueron testigos de cómo iba desvaneciendo la influencia gubernamental de la realeza en los Estados europeos, quedando tan sólo –como joyas de la corona- el ceremonial, protocolo y cómo no, toda una retahíla de simbolismos que decantan en considerar, actualmente, a los reyes como ‘cabezas de una Nación’ (europea). De esta manera, Stéphane Bern, un especialista de la realeza europea de Euronews, nos explica: "Un rey puede parecer decorativo pero es como una piedra angular: si se quita todo el edificio puede desmoronarse. De alguna manera, es la base de una nación; es el embajador; un símbolo nacional que promueve la unión".
Los borbones ibéricos se ‘coronan’ literalmente como la Casa Real más cara para los contribuyentes en Europa. Todo esto en medio de una profunda crisis económica que afecta sobre todo el empleo en España, cuyo índice continúa sin ceder situándose a junio del presente año en 24.5% de paro.
En adición, explica Sexenio, los reyes y los miembros de la realeza, pese a sus escándalos, tortuosos amoríos, corruptelas y vicios, fungen como embajadores de lujo y promotores del comercio, la inversión y de cooperación bilateral.
5. ABDICAR: 'YO EL REY, RENUNCIO'
Para el medio citado, la abdicación es un tema “tabú”. Isabel II, de 88 años aún no cede el puesto a su hijo Carlos de 65 años. Sin embargo, don Juan Carlos I de España, de 76 años, dimitió a favor de su hijo, el Príncipe de Asturias hasta junio del presente año y actual rey don Felipe VI de 46 años.
El antecedente lo marcó la reina de Beatriz de Holanda, de 76 años, quien declinó el trono el año pasado en favor de su heredero, el príncipe Guillermo Alejandro, de 47 años.
La legislación de cesantía real compone –por lo menos en España- también un ceremonial complejo según la Ley Orgánica de Abdicación que incluye elaboradas fórmulas para designar al sucesor, una de ellas añade la revisión y dada de baja a la Ley Sálica, aquella que da prioridad al primogénito varón como legatario del reino, en desmedro de una mujer, princesa para mayor seña. Actualmente, esta norma no se aplica en ninguna monarquía europea, salvo en el Vaticano donde tanto la entronización como la abdicación papal es exclusiva -como es lógico- para varones.
6. FORTUNA
Pese que los gastos de mantenimiento de las Casas Reales, pueden sonar como ‘austeros’ comparados al PBI de las naciones que detentan este tipo de gobierno o a los gastos de repúblicas como Italia, Francia y Alemania, lo cierto es que las fortunas o patrimonios heredados de la realeza contabilizan miles de millones de euros.
Sexenio nos cuenta por ejemplo que “La familia real de Luxemburgo poseería alrededor de cinco mil millones de euros, principalmente pertenecientes al sector inmobiliario”. Individualmente, las finanzas no son del todo magras: sólo la reina Isabel II de Inglaterra posee un patrimonio personal de 500 millones de euros.
Así las cosas y como diría un personaje de Mel Brooks en la película "La Loca Historia del Mundo" (1981), “Es bueno ser rey”.
- ****
El redactor recomienda:
Del simbolismo a la tradición.
En el vídeo, la representación de un rito ceremonial de la extinguida Casa de los Austrias o Habsburgo, a la sazón, 'primeros gobernantes del Perú' en el siglo XVI a través de Carlos I de España y V de Alemania, monarca español al momento de establecerse la colonia en los territorios del Tawantinsuyu (aún el Escudo de la Ciudad de Lima lleva las armas de este rey). En la escena, que representa el fallecimiento del príncipe Rodolfo (1858-1889), el heraldo pide ingresar el cuerpo del Habsburgo a un claustro franciscano de monjes capuchinos, el prior de éstos no lo permite pese a sus títulos. Al final, cuando el heraldo se refiere el nobilísimo fallecido como un "pobre pecador", el capuchino recién permite que el féretro ingrese a la Iglesia para darle cristiana sepultura. Esta fórmula se repite hasta nuestros días, cuando un miembro de la desaparecida Casa Real austriaca muere.
La traducción del vídeo al español:
El monje capuchino: ¿Quién es?
El heraldo: El príncipe heredero de Austria, príncipe de Hungría y Bohemia, Lombardía de Venecia, Dalmacia, Croacia, Eslavonia, Galicia, Dolomeria e Iliria. Caballero de la Orden del Toisón de oro. Inspector general de la infantería del Káiser: El Archiduque Rudolf de Habsburgo.
El monje: ¡No lo conocemos!...¿quién es?
El heraldo: El Archiduque Rudolf de Habsburgo...
El monje: ¡No lo conocemos!...¿quién es?
El heraldo: Rudolf, sólo un pobre pecador...