El fotógrafo estadounidense Patrick Hall pretendía alcanzar un tipo de retrato distinto, original, que saliera de lo convencional. Sobre todo porque buena parte de su trabajo está dedicada a retratos y bodas. Cayó en cuenta que, la mayoría de veces, se procura que el retratado se sienta cómodo, olvide la tensión, y se suelte frente al lente. Por ello, buscó conseguir su objetivo desde la orilla opuesta. ¿Qué hacer entonces?

Fue así que se le ocurrió convocar a un conjunto de voluntarios, tanto varones como mujeres de distintas edades, que estuvieran dispuestos a recibir una descarga eléctrica de 300 mil voltios

Hall estaría detrás de su cámara, listo para capturar el preciso instante en que los cuerpos de todos ellos reaccionaran a tremenda carga de energía. El dispositivo a utilizar, que permitiría soltar la descarga, sería una pistola Taser. Un instrumento que sirve para aturdir a alguien.

sonríe. pero de hecho que este voluntario no lo disfrutó.
(foto:  www.charlestoncommercialphoto.com)

Para hacer del proyecto algo más complejo y llamativo, decidió que la descarga sobre voluntarios fuera accionada por las parejas o personas más cercanas de cada uno de ellos. De modo que, además de observar la respuesta de los electrocutados, se vería cuáles serían las actitudes de los encargados de apretar el botón.

Sobre su proyecto, Hall ha declarado: "Al igual que muchos fotógrafos, tengo un montón de ideas flotando alrededor que creo que serían genial para explorar. Esta idea para una serie de fotos que muestra a la gente al segundo de ser golpeados con una pistola Taser de aturdimiento ha sido algo que he querido fotografiar durante casi un año. A pesar de todos los obstáculos que presentaba y las innumerables personas que pensaban que yo era un sádico, loco, o simplemente un irresponsable, decidí finalmente dejar de hablar de esta idea y de hecho ejecutarla. Los resultados fueron bastante hilarantes".

Seguro que para la mayoría de espectadores estas escenas resultarán hilarantes. Pero, como también señaló Hall, para los que se encargaron de infligir la descarga se trataba de una actividad que, en un principio, los emocionaba provocar dolor, pero que, luego, les producía remordimiento.

El proyecto se titula Taser Photoshoot y las imágenes que lo conforman se encuentran disponibles en esta web. Además, se preparó una serie de videos que registran el antes, durante y después de las descargas. Uno es un "detrás de cámaras" y otros dos son de momento preciso de las descargas, en versión extendida y en cámara lenta.

A continuación, una muestra de los retratados en plena electrocución:


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