La semana pasada la revista PODER publicó un informe de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) del 2010 en el que se revela los vínculos de los altos funcionarios de la Municipalidad de Lima, el entorno íntimo y más antiguo de Luis Castañeda Lossio en la administración pública con el lavado del dinero producto del narcotráfico.

Como se sabe, el informe de la UIF fue enviado a Mateo Castañeda, fiscal coordinador, en ese entonces, de las Fiscalías de Crimen Organizado; sin embargo no se recogió nada de él en la acusación fiscal. 

"Uno podría entender que el señor Luis Cas­tañeda Lossio guarde silencio porque su fuerte, evidentemente, no es hablar y su sintaxis atenta contra cualquier finalidad comunicativa. Parece lógico considerar, en esa medida, que mejor imagen proyecta tratando de utilizar la menor cantidad de palabras. Puede aceptarse también que sea una es­trategia de marketing elaborada en base a considerar que le lleva casi cincuenta puntos de distancia a su más cercana seguidora, por lo cual nada gana y mucho puede perder arries­gándose a una entrevista o un mensaje público", dice Juan Carlos Tafur, director de Exitosa Diario, en su columna editorial de hoy.

"Pero cuando se le imputan groseras irregu­laridades como la de Comunicore (y las nuevas revelaciones dadas a conocer, que compro­meten a su círculo cercano de exfuncionarios ediles con una industria de lavado de dinero del narcotráfico) o se le exige dar a conocer cuál va a ser su plan de gobierno (por ejemplo, si va a continuar la refor­ma del transporte, si revertirá o no las concesiones firmadas, si construirá alguna megaobra, si va a sa­car a sus queridos im­prenteros del centro histórico, si va a hacer lo mismo con los ambulantes –también amigos suyos-, si va a dejar que retornen los Orión -de hecho, sus patas-, si va a arreglar alguna concesión con los comerciantes mayoristas rebeldes de la fenecida La Parada, sus yuntas), el silencio deja de ser una estrategia para convertirse en inadmisible", añade.

Por su parte, para Rosa María Palacios, el "asalto a la Municipalidad de Lima perpetrado por sus propios funcionarios en contubernio con los representantes de su proveedor, Relima, debe ser uno de los casos más denunciados por la prensa, menos entendidos por la opinión pública y mucho menos perseguidos por el Poder Judicial".

"Entre la multiplicación de empresas y negocios aparecen nombres interesantes como el del hoy prófugo Martín Belaunde Lossio o el de los hijos de Luis Nava, secretario del presidente García. Los nombres de algunas de estas empresas parecen sacados del inconsciente de los personajes: ¡una se llama Pronto Wash! ¿Y a quién pertenece? A los parientes de Castañeda, los Belaunde Lossio y su cuñado José Pinillos Broggi (también director de Comunicore)", agrega.

Como bien dice Tafur, que Castañeda pretenda tomar nuevamente las riendas de la alcaldía limeña sin que le dé la gana de responder a la prensa y la opinión pública durante la campaña, permite imaginar con fundamento que si vuelve a ocupar el cargo tampoco responderá ningún cuestionamiento.