Callejear con el arte
6EMEIA, el dúo brasileño que se embarcó en la misión de reinventar de manera creativa los más triviales elementos del paisaje urbano.
“Salimos a caminar auténticos flâneurs”, nos cuentan Anderson Augusto y Leonardo Dellafuente, vía mail desde São Paulo, y es verdad: tal como el término francés lo indica, ambos artistas autodidácticas van por las calles atentos a todo lo que se cruce en su camino y lo que se cruzó por allá en el 2006, mientras caminaban por su barrio Barra Funda, fue la idea de hacer un trabajo que escapase al común y que ocupe las calles de una forma única.
Así es como nace 6EMEIA, un proyecto de estos amigos que se conocen desde el colegio y que adoptaron ese nombre por la hora del reloj (las 6 y media): “¡Es el único instante en que as manecillas del reloj están las dos apuntando hacia abajo! Por eso, las personas tienen que mirar para bajo para encuentra nuestros trabajos. ¡Es la hora! Es 6emeia”. Interesados en el arte desde chicos, fueron construyendo sus propuestas creativas a lo largo de los años y hoy profesionalmente Anderson es diseñador web y Leonardo arquitecto. La visión que sus ocupaciones profesionales les dan, en conjunto, logra el inmediato efecto de la apropiación artística de los elementos citadinos.
“A veces uno llega con una idea lista y se la presenta al otro. Pero la mayoría de las ideas vienen cuando caminamos, atentos a cada pieza de la ciudad, escuchamos lo que las alcantarillas quieren y lo hacemos”. Una diversidad de personajes coloridos habitan en las aceras, desde referencias a videojuegos o historietas hasta imágenes que recuerdan de su infancia, cada uno contagiando un ánimo lúdico e inusual que replantea cualquier camino cotidiano. Esa la intención de estos jóvenes que intentan combatir la tensión, la monotonía y el gris de su ciudad invitando a la creatividad “porque después que las miran nunca las verán como antes, es un momento mágico, un instante de sonrisa, esa es nuestra inspiración”.
Y ese es su propósito: conseguir un instante, porque, como el caminar, su arte transcurre, no permanece, una intervención con acrílicos y pincel al ras del piso vive de lo inmediato y es víctima del tiempo. “No queremos que nuestro trabajo sea eterno, por eso no hacemos los mismo dos veces ni lo retocamos, la pieza en sí no es eterna, la idea sí lo es” cuentan mientras recuerdan que la primera pieza que hicieron fue la cara del Che Guevara, solo negro sin colores, pero que ya no existe más porque el tiempo la apagó.
Con 6 años en este proyecto, Anderson Augusto y Leonardo Dellafuente vienen trabajando también sus propuestas personales pero no dejan de lado las caminatas que cada vez llegan más lejos y que forjan el espíritu colorido que 6EMEIA resalta con buen humor. “Continuamos con nuestro trabajo en las calles y actualmente también estamos negociando nuestra ida a otros países y ciudades donde podamos mostrar y hacer otros trabajos. Queremos que todos tengan contacto con nuestro arte y vean la ciudad de una forma distinta y notable”. Hasta ahora han estado en Bolivia, Alemania, Polonia, Suiza y esperan conocer algo aquí en Perú.
Una vez más, esta vez con las drenajes pintados, nos encontramos con una nueva comunicación entre el arte, la ciudad y su gente; una propuesta que pone al arte al servicio y el alcance de todos, demostrando que hasta el objeto menos pensado o el más indiferente, si le prestamos atención, genera arte; solo basta afinar la mirada y animarse a franquear los límites de lo establecido. Gocen el arte de 6EMEIA, que afirma que el arte no necesita estar colgado en paredes de galerías o de museos, sino ahí debajo de los pies al cruzar la calle.
Escrito por
Redacción mulera / @FenomeDelirante, escapando al simple análisis de la intuición lógica.
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