Poeta en Nueva York  firmado "en la ciudad de Nueva York el año 1929-1930, en que el poeta vivió como estudiante en Columbia University" significó en la obra de Federico García Lorca un viraje hacia una escritura que recoge las ondulaciones propias del surrealismo.

El protagonista de estos poemas es una voz que recorre distintos rincones de la Gran Manzana entre sujetos de variada naturaleza: obreros, muchachos, mujeres, mendigos. No hay individuo, sin importar su condición, que no tenga algo que decir o compartir con el resto.

El libro, compuesto por nueve secciones, deviene en mapa, pero no de una ciudad, sino de un espíritu, el del poeta, que entra en contacto con muertos y sobrevivientes, que residen en cementerios, en fábricas y en barrios abandonados, y en los que descubre el fondo de su corazón, luego de haber experimentado sensaciones de desazón, desconcierto, deseo y desenfreno. Se trata en suma de un libro de lectura imprescindible, ya sea para hurgar en el viaje sombrío que realiza esta voz por la Gran Manzana, ya sea, también, para atisbar en un mundo cruel y convulso que, pese a todo, oculta un brillo de esperanza.

De Nueva York García Lorca regresaría a España en 1931 luego de una breve estancia en Cuba. Allí cultivaría su otra pasión: el teatro, iniciando otra etapa en su obra creativa. Como fundador de la compañía La Barraca recorrería España durante el nacimiento de la Segunda República. Apenas un mes después del estallido de la Guerra Civil, el 16 de agosto de ese año el poeta fue arrestado en Granada por fuerzas falangistas. Fue fusilado dos días después.