En más de una ocasión he escuchado, con algo de asombro, decir que el feminismo es la 'versión femenina' del machismo, que busca la supremacía de la mujer en demérito del varón, que en pocas palabras es la pura expresión del matriarcado. ¿Qué de cierto hay en esto?

Para responder esta interrogante decidí consultar a dos especialistas en la materia: a Maria Elena Reyes, directora del Movimiento Manuela Ramos, y a Liz Meléndez, directora del Centro de la mujer peruana Flora Tristán.

"El feminismo es un movimiento político, filosófico e ideológico que propone una sociedad donde haya una convivencia igualitaria entre hombres y mujeres y que solamente es posible en democracia", dice Maria Elena Reyes. 

Liz Meléndez agrega que esta corriente de pensamiento "surge para visibilizar las desigualdades que existieron y que aún existen en las sociedades. El discurso del feminismo es de igualdad, es un discurso pacífico".

Para ambas, el feminismo cuestiona y permite visibilizar las circunstancias de desigualdad en las que se encuentran las mujeres, o el rol femenino dentro de la sociedad. Asimismo, busca valorar a la mujer en todas sus dimensiones, como a cualquier persona. Reiteran que el feminismo es un pensamiento que busca la igualdad, y por ningún motivo, la supremacía de la mujer ante el varón.

Deslindando del machismo

Según María Elena, el machismo es un conjunto de actitudes que refuerzan el pensamiento de que "las mujeres son inferiores y que deben depender de otros" o que "estamos en el mundo para hacer la vida más sencilla y fácil para los varones". Advierte que aunque se articula muy bien con sociedades autoritarias, el machismo también se "desenvuelve muy sutilmente en medios democráticos a través de los roles, de los estereotipos que la sociedad fija para las mujeres".

Liz Meléndez nos recuerda que el machismo es "la expresión de un sistema de poder y organización social que es el patriarcado" y que "perpetúa una sociedad sumamente desigual, donde lo superior viene hacer todo aquello que representa a la masculinidad".

"El machismo mata todos los días a mujeres, a niños y niñas, el feminismo ha logrado grandes cambios en el mundo sin disparar una sola bala, simplemente con una corriente de pensamiento de igualdad", enfatiza.

Haciendo historia

Algunos especialistas, como la filósofa Amelia Valcárcel, clasifican la historia del feminismo en tres grandes olas o momentos: 

La primera ola: el feminismo ilustrado. Se extiende desde la Revolución Francesa hasta mediados del siglo XIX, tiene como principal logro el reivindicar la ciudadanía de las mujeres. Las mujeres comienzan a estar presentes, aunque aún con limitaciones, en las tribunas políticas e intelectuales. 

La segunda ola: el feminismo liberal sufragista. Desde mediados del siglo XIX hasta la década de los cincuenta del siglo XX. Reivindica principalmente el derecho al voto y a la educación universitaria de las mujeres, antes, la mujer había logrado acceso a la educación primaria y secundaria. 

La tercera ola: el feminismo contemporáneo. Comienza con las revoluciones de los años 60 hasta la actualidad, se lucha contra la mujer como estereotipo sexual en los medios de comunicación, el arte y la publicidad. Aboga por la abolición del patriarcado. 

Asimismo, entran en el debate la sexualidad femenina, la violencia contra la mujer, la salud femenina, el aborto, entre otros.

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