Henry Pease en el recuerdo
Así recordaron personalidades del medio académico y periodístico el legado del destacado político, fallecido hace una semana.
Henry Pease, fallecido el pasado 9 de agosto, dejó una huella imborrable, ya sea por su profesionalismo o por su calidad humana, en diversas personas que tuvieron la oportunidad de interactuar con él en el campo de la política o en espacios académicos. Así lo han recordado en estos días algunas voces en los medios peruanos.
Mirko Lauer en su columna de la República recuerda la importancia de su libro La reforma política (Lima, PUCP, 2008):
“Pease no se hace grandes ilusiones sobre la rescatabilidad de una excelencia republicana, y propone algunas medidas puntuales para ir entablillando, digamos, las partes torcidas de nuestra convivencia política. Su tesis es que eso se comienza a hacer por el lado de la representación.
(...)
Muchos de los cambios que propone Pease se imponen por su propio peso. Pero el autor además los explica bien y los ubica en el contexto amplio que es la reforma a que alude el título. La misma que se ha ido frustrando con roche en los dos últimos finales de legislatura. Es sintomático que ideas como las de Pease sean impopulares precisamente en el Congreso".
Eduardo Dargent ahonda en su compromiso con la formación universitaria:
"Se ha dicho menos de otro aspecto de su vida, un momento que suele ser fundamental en la vida de un político: lo que sucede cuando se deja la política electoral. En muchos casos ese momento es terrible para el político profesional, que da tumbos buscando el retorno electoral o deprimiéndose por lo perdido. La lección que me deja Henry es que ese momento puede ser uno de enormes gratificaciones y aporte público si uno tiene la cabeza y el corazón bien puestos. En su caso, cuando dejó el Congreso en el 2006, retornó a su querida PUCP. Henry nunca dejó de dictar en la universidad, pero desde ese año, y especialmente desde el 2009 que asume la dirección de la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas, fue parte del día a día de nuestro campus.
(...) Pero a esta misión institucional se suma otra faceta personal que inspira a quienes vemos la docencia como un ejercicio privilegiado: se comprometió a fondo con los alumnos, varios de los cuales luego fueron parte de su equipo. Dirigió tesis, grupos de investigación y apoyó los eventos de nuestros estudiantes. Entregó con amplia generosidad su tiempo a los cachorros que se inician en el estudio de la política, salpicando sus clases con anécdotas sobre los entretelones del poder. Los miembros de su equipo más cercano se convirtieron en sus compañeros de ruta; amigos y colegas a los que escuchó, apoyó y quiso entrañablemente".
Santiago Pedraglio resalta su capacidad de diálogo y de concertación en la consolidación de la coalición política Izquierda Unida (IU):
"Para el congreso de IU, Henry Pease impulsó un movimiento nacional de institucionalización de la izquierda. Hubo congresos previos en todos los departamentos, en cerca del 90% de las provincias y en un sinfín de distritos. Participaron activamente los partidos que conformaban IU, y sus militantes independientes. En el contexto de la crisis económica y el acosamiento de Sendero Luminoso, la izquierda, agrupada en la IU, logró organizarse nacionalmente desde las bases. No fue fácil; hubo disputas y conflictos en eventos de base, pero los acuerdos se acataron en la abrumadora mayoría de ellos".
Jorge Ruiz de Somocurcio, arquitecto y urbanista, repasa su trabajo en la Municipalidad de Lima (durante la década de los ochenta y en el 2012):
"Se diseñó el Plan de Estructuración Urbana, la reforma del transporte, la planificación participativa, la recuperación de los valles de Lima. No hubo invasiones y se reorganizó el gobierno municipal en secretarías, que fueron una suerte de ministerios de la ciudad. Me tocó formar parte de ese equipo. Lima se convirtió en un referente en América Latina. Gestiones posteriores desanduvieron todo el camino, dejándonos la ciudad atrasada de hoy.
Más tarde, el 2003, Henry Pease fue presidente del Congreso, en una gestión memorable. El 2012, la actual alcaldesa lo invita para que lidere la elaboración del Plan Regional de Desarrollo Concertado de Lima al 2025 y HP regresa a sus fuentes: la democracia local. El resultado es la propuesta más seria para Lima de los últimos años, enriquecida con un proceso de consultas ciudadanas inédito, aprobada por la Asamblea Metropolitana y el Concejo. Tuve el honor de estar presente en ese trabajo".
Nelson Manrique recuerda la importancia de Henry Pease en el desarrollo de Desco:
"Conocí a Henry en 1980, cuando entré a trabajar en Desco. Henry era el director y en los 10 años que ejerció el cargo la convirtió en una de las ONG más influyentes del país. Entablamos entonces una buena amistad que se mantuvo a lo largo de los años, primero en Desco y después en la PUCP.
Henry provenía del socialcristianismo y durante el gobierno militar optó inequívocamente por la izquierda. Para cuando lo conocí no militaba en ninguna organización, pero en 1980 nació la Izquierda Unida. En Desco trabajaba gente que militaba en diferentes organizaciones y también gente de izquierda independiente. Se acordó realizar un trabajo de franja, es decir, tomando como referente los parámetros de la Izquierda Unida, dejando en libertad a cada uno para desarrollar a nivel personal su propia militancia. Fue una opción muy fértil.
(...) Henry tuvo la visión de comprar para Desco una de las primeras computadoras usadas por una ONG y de impulsar la organización de una base de datos sobre la política peruana que permitió publicar durante años el Resumen Semanal y la colección Cronología Política, que brindaron a los investigadores material muy valioso para el análisis político y social".
Raúl Wiener destaca su valentía para denunciar el caso La Cantuta:
"El tercer asunto por el que nunca se podrá olvidar a Henry fue su actitud al recibir los documentos que procedían de un grupo militar clandestino que se hacía llamar COMACA (comandantes, mayores, capitanes), que denunciaban el asesinato de nueve estudiantes y un profesor por un comando militar denominado Grupo Colina, bajo la directa supervisión de Vladimiro Montesinos.
Pease abrió así, con una decisión que requería mucho coraje en un Congreso dominado por el fujimorismo y en un contexto de fuerte control de la opinión pública, un crimen que se transformaría en emblemático para el poder autoritario de los 90 y que sería uno de los factores claves para la condena a Fujimori. Así que moderado, prudente y buena gente, Henry no se empequeñeció ante la dictadura".
LaMula.pe rinde un homenaje a Henry Pease
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He publicado dos libros: Estación (2011) y Hemiparesia izquierda (2017). Escribo y tomo fotos.
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