Sebastián Salazar Bondy, otra vez entre nosotros
Conversamos con Alejandro Susti, editor de 'La luz tras la memoria', una recopilación de artículos periodísticos sobre literatura del escritor Sebastián Salazar Bondy.
Sebastián Salazar Bondy (Lima, 1924-1965) fue uno de los promotores y periodistas culturales más valiosos que tuvimos en el Perú. Sin embargo, su temprana muerte, cuando apenas tenía 41 años, truncó sus labores y a la larga significó su injusto olvido.
El lector avisado probablemente lo recuerde por un solo libro: Lima la horrible. Pero Sebastián fue algo más que el autor de aquel brillante —y en su época, muy polémico— ensayo sobre nuestra ciudad capital.
En la más reciente Feria Internacional del Libro de Lima se ha presentado La luz tras la memoria (Lápix Editores, 2014), un volumen que reúne sus artículos periodísticos más valiosos sobre literatura. A cargo de la selección estuvo el catedrático y músico Alejandro Susti (Lima, 1959). Por tal motivo, y para conversar sobre la figura y el legado de Salazar Bondy, LaMula.pe se reunió con él.
"Él intentaba llenar un vacío"
Para entender la trascendencia de esta publicación, hay que recordar el rol que jugó Salazar Bondy en la cultura peruana de mediados del siglo XX. Sebastián había partido a Argentina en 1947. Un año antes, junto con los poetas Javier Sologuren y Jorge Eduardo Eielson, había estado a cargo de la edición de la antología La poesía contemporánea del Perú. Un libro que sentó las bases del canon poético peruano del siglo XX, ya que instauró a José María Eguren y a César Vallejo como los genuinos fundadores de la poesía peruana. Durante su estadía en la nación rioplatense, en la que residió hasta 1952, Salazar Bondy escribió para la célebre revista Sur, una de las más importantes en el mundo intelectual de lengua hispana. Susti señala que Sebastián, a su retorno, trajo "una visión distinta de lo que era el periodista cultural".
Salazar Bondy, comenta Susti, fue "uno de los primeros periodistas interesados en ser críticos, en el sentido más analítico. Ya no se trata de hacer crítica impresionista o hacer crítica amical, simplemente entusiasta de todo lo que le llegara a las manos".
Un tipo de periodista que tenía que ser, según Susti: "más involucrado con su medio, más decidido a producir reflexión, discusiones, acerca del papel de la literatura, de la vocación del escritor en nuestro país". El radio de interés de Salazar Bondy era amplio, en sus escritos están,comenta Susti, "temas como el libro, la lectura, la discusión acerca de las exposiciones artísticas, sobre el papel del museo. Incluso, también, se mostraba interesado en el cine".
Las motivaciones de Salazar Bondy las explica bien Susti: "Él intentaba llenar un vacío. Un vacío que era producido por la falta de interés del Estado, pero también de las instituciones privadas en general, en difundir la cultura, en apoyarla, en auspiciarla". Y luego agrega: "Claro, era una tarea muy vasta. Ocuparse de estos distintos frentes que estaban finalmente todos abandonados".
Ordenar a Sebastián
La invitación que Susti recibió de Irma Lostaunau, viuda de Sebastián, fue el motor para que comenzara el proceso de revisión y selección de los textos que podrían integrar la muestra. La tarea comenzó en 2010: "Irma me dijo que tenía unos recortes periodísticos guardados en un baúl, archivados. No muy organizadamente, pero los tenía guardados, y nunca habían sido publicados. Y que se podía hacer algo con eso, ¿no? Los empecé a revisar poco a poco y, claro, encontré una serie de distintas temáticas".
Susti indica que su interés iba más por el lado de la literatura. Además, había que considerar que hasta la fecha las dos únicas recopilaciones existentes del trabajo de Salazar Bondy se habían centrado en dos temas distintos. Por un lado, se habían publicado sus ensayos sobre crítica de arte (Una voz libre en el caos, 1990); y, por el otro, sus artículos sobre política (Escritos políticos y morales, 2003). Sin embargo, la literatura, y los demás ámbitos relacionados con ella, todavía no.
En el primer conjunto seleccionado había, a su vez, otra serie de temas desarrollados por Sebastián: "No solamente artículos sobre literatura peruana, sino también sobre literatura latinoamericana, literatura francesa, norteamericana, autores japoneses, de todas las latitudes. Entonces, —refiere Susti— tuve que ir estrechando el campo de intereses. Al final decidí, tomar solamente los artículos que tuvieran que ver con la literatura peruana y, adicionalmente, incluir artículos en los cuales él se preocupara por la problemática del libro, de la difusión del libro y la lectura. Entendía que ese era un territorio anexo a la literatura".
Un libro que le fue de gran ayuda, afirma Susti, fue el que el investigador francés Gerald Hirschhorn publicó en 2005, Sebastián Salazar Bondy: Pasión por la cultura. En este extenso estudio publicado por la Universidad de San Marcos y el Instituto Francés de Estudios Andinos, se presenta una bibliografía muy completa. "Allí me empecé a dar cuenta que faltaban todavía más de la mitad de artículos que los que me había dado Irma. Tuve que empezar a buscar a ver dónde los podría encontrar. Y pronto los fui ubicando".
Pero también que había lidiar con la camaléonica identidad de Sebastián. Y es que durante los más de veinte años que dedicó a la escritura, utilizó más de una decena de seudónimos. Susti apunta al respecto: "[Sebastián] siempre asume nuevas identidades cuando se dedica a redactar estas columnas. Además, su estilo va cambiando. Cambia su estilo de escritura, de acuerdo al medio en el que publica, o a la página en la que está su texto. Yo creo que los seudónimos van cambiando, también, de acuerdo a los intereses, a las temáticas que va tratando".
Pese a las trabas con las que se encontró, Susti no cesó en su trabajo. Fue así como pudo entrar en la etapa de recopilación: "La gran mayoría de artículos, la verdad, los encontré en la Biblioteca Nacional. Fui a la Hemeroteca, pero en ese momento justo estaba en inventario. Todo lo tenían desarmado. Felizmente, el director de la Hemeroteca, un tipo súper comedido, interesado en este asunto, me dio todas las facilidades. Y me dediqué a hacer eso durante el verano".
La literatura y otros temas
La luz tras la memoria se divide en dos tomos, ya que la selección original de Susti incluía más de doscientos artículos. Una cantidad que pondría a prueba a cualquier editorial.
El primer volumen reúne los textos en torno a tres ejes. En el primero, "Lo que hay que hacer por la cultura", se encuentran los textos que tienen que ver con la cuestión del libro y la difusión de la lectura, la labor de las editoriales y revistas. El segundo eje, "La tradición literaria", reúne los artículos sobre escritores nacionales, tanto de un corte testimonial, como los que son lectura analítica de sus respectivas obras. Todos estos autores, de épocas previas a las de Sebastián. Es así que encontraremos notas sobre Ricardo Palma o César Vallejo. Y, finalmente, el tercer eje agrupa artículos textos de foco más dispersos, pero que mantienen en su centro el interés literario: desde la llegada de Allen Ginsberg a Lima o la literatura infantil, por mencionar dos de los más destacados.
El segundo volumen, que debe aparecer entre setiembre y octubre de este año, concentra, por su parte, aquellos artículos que tienen como punto central a los géneros literarios: "[Hay] otro grupo bastante significativo de artículos dedicados a reflexionar sobre la poesía. Otro grupo a reflexionar sobre la narrativa, luego sobre la relación entre la novela y la realidad". No es lo único que se puede hallar en este volumen. También están "las reseñas dedicadas a poetas contemporáneos suyos, de su generación, como Wáshington Delgado, Pablo Guevara, Carlos Germán Belli, Blanca Varela".
Susti asegura que la idea de publicar estos artículos va más allá de mostrar el trabajo de Salazar Bondy, fechado hace más de medio siglo. También busca "volver a colocarlo en el panorama actual. No solo como un miembro de la generación del cincuenta, sino como uno de los principales impulsores —catalizadores— de esa generación".
La luz tras la memoria, además de un medio para llegar a la figura de Sebastián, es un importante documento con información histórica, y no solo literaria. Susti apunta al respecto: "Estos dos libros pueden servir a todos aquellos que están interesados en la crítica llamada cultural. Entender qué estaba pasando en esos años con respecto a la institución literaria, al campo literario; qué pasaba con el sistema literario de la época; cuáles eran las vías de salida que tenían los escritores; cuál era la situación de los escritores. Porque editoriales en esa época eran contadas con los dedos de la manos. La circulación de libro estaba muy restringida, no solo por razones políticas, sino también económicas. Todo eso está en los artículos. El estado de la cuestión literaria en el Perú en esos años".
En 2014 se celebra el nonagésimo aniversario del natalicio de Sebastián. La publicación de este libro —además de celebrar su memoria— es una excelente oportunidad para que conozcamos y rescatemos del olvido la obra de uno de los autores imprescindibles de nuestra tradición, pero también uno de los peruanos más valiosos de nuestra historia como sociedad.
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