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Las fantasías faraónicas de la arquitecta Zaha Hadid

La obra de Hadid yuxtapone lo más extraordinario y lo más oscuro de la arquitectura contemporánea.

Publicado: 2014-07-31

la arquitecta zaha hadid (Foto: Steve Double)

"No tengo nada que ver con los trabajadores", fue la respuesta de la famosa arquitecta iraquí Zaya Hadid a The Guardian luego de que el diario británico revelara en febrero de este año que el proyecto arquitectónico insignia del Mundial de Qatar 2022, la construcción del magnífico estadio futurista de Al-Wakrah (que podemos ver más arriba), había causado la muerte de más de 500 trabajadores migrantes de la India desde enero de 2012, sumándose a las 382 muertes de trabajadores provenientes de Nepal durante los trabajos de construcción conectados con la Copa del Mundo. Cuando se le preguntó si el tema le preocupaba, Hadid añadió: "Sí, pero estoy más preocupada por las muertes en Irak, así que ¿qué puedo hacer sobre eso? No lo estoy tomando a la ligera, pero creo que es algo que el gobierno debe solucionar. No es mi deber como un arquitecto ocuparme de eso. No puedo hacer nada al respecto porque no tengo poder para hacer nada al respecto".

Sus palabras, con o sin razón, no han dejado de causar revuelo mediático, y no han hecho más que proveer de nuevos argumentos a las numerosas voces críticas que condenan un encuentro deportivo tan esperado como marcado, hasta ahora, por escándalos terribles de derechos humanos y corrupción. En el fondo, el proyecto fantásticamente ambicioso de Hadid representa, para un sector importante de la opinión pública mundial, un símbolo de todo lo que hay de oscuro e inaceptable no solo en la organización del próximo mundial, sino también en el rumbo que está tomando un país de contrastes vertiginosos como Qatar (una monarquía absoluta que ha sido gobernada por la familia Al Zani desde mediados del siglo XIX), por no hablar del mundo la arquitectura contemporánea e incluso de los modos de producción del capitalismo avanzado.

Hadid nació en Bagdad, Irak, en 1950. Antes de optar por la carrera de arquitectura, que estudió en la prestigiosa Architectural Association de Londres, se graduó en matemáticas por la Universidad Americana de Beirut. En 1979 estableció su propio estudio en Londres y desde entonces ha venido forjando, especialmente en la última década, una sólida reputación como una de las creadoras más brillantes de la actual corriente deconstructivista en arquitectura. Prueba de ello son los numerosos premios y reconocimientos que ha recibido, entre ellos el Premio de Arquitectura Contemporánea Mies van der Rohe (2003), el Premio Pritzker (2004) –Hadid es la primera mujer en conseguir este premio– y el Praemium Imperiale (2009).

Su producción -futurista, radical, fragmentada, dominada por el uso de geometría no euclídea- me recuerda en cierto modo la ambición desaforada de los faraones y de los antiguos ingenieros egipcios que idearon las pirámides. Y me da un no sé qué pensar que posiblemente, de aquí a dos o tres siglos, algunas de la obras de Hadid permanecerán a la vista de futuros seres humanos, que, boquiabiertos, se preguntarán cómo es posible que uno de sus primitivos congéneres haya ideado estructuras tan formidables –olvidando, por supuesto, los casos de muertes de obreros, la corrupción y las contradicciones del neoliberalismo salvaje que ha hecho posible la construcción de estas Torres de Babel– exactamente como hoy vemos las pirámides. 

A continuación, hagamos un ejercicio imaginativo y pongámonos, por qué no, en los zapatos de esos habitantes del futuro. ¿Qué nos dicen estas imágenes de esos recónditos antepasados que nos rodean?

Centro Internacional de Arte y Cultura de Changsha Meixihu (China) 

Museo Nurágico y de Arte Contemporáneo (Cagliari, Italia)

Estación de metro de Riad (Arabia Saudita)

Torre del Hotel City of Dreams (Macao, China)

Beko Masterplan (Belgrado, Serbia)

Mesquita y Complejo Religioso de Albania

Gran Teatro de Rabat (Marruecos)

Centro Cultural Heydar Aliyev (Bakú, Azerbaiyán)

Estadio de Tokio (Japón)

Centro Cívico de Elk Grove (California, EE. UU.)

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Escrito por

Alonso Almenara

Escribo en La Mula.


Publicado en

Redacción mulera

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