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"Hemos convertido la diversidad cultural en un problema antes que en una riqueza"

Patricia Balbuena, viceministra de Interculturalidad, habla con LaMula.pe acerca de la pluralidad cultural que tenemos como país y del concurso de ensayos sobre el tema.

Publicado: 2014-07-31

Durante la última década se ha vuelto a hablar con más intensidad acerca de la diversidad cultural, ya no solamente desde el ámbito académico –en el cual antropólogos, sociólogos y lingüistas básicamente llevaron la batuta– sino también desde la sociedad civil, las empresas, las instituciones gubernamentales, los medios de comunicación, las universidades, las organizaciones no gubernamentales, los colectivos culturales y el Estado, entre otros. Cada cual con sus variantes y puntos de vista, ciertamente, unos políticos, inclusivos, otros comerciales, inclusivos también, aunque a veces criticados por alguna contradicción en sus mensajes.

Y en medio de ello el actual gobierno, a través del Ministerio de Cultura, está llevando a cabo una serie de actividades en las que se reflexiona y debate en torno a nuestras culturas. Una de ellas, en colaboración con el Instituto de Estudios Peruanos, la Universidad Ruiz de Montoya y la Escuela de Antropología de San Marcos, es el concurso de ensayos 'Repensando la diversidad cultural' que convoca a estudiantes universitarios de pregrado de universidades públicas y privadas de todo el país a que participen. LaMula.pe conversó con la viceministra de Interculturalidad, Patricia Balbuena Palacios, acerca del concurso y de la diversidad cultural. “Yo creo que la convocatoria está siendo muy exitosa”, nos dice apenas empezamos a conversar.


¿Cuál es el propósito de este concurso de ensayos?
Lo que se busca es promover la reflexión sobre el aporte de la diversidad cultural para la vida nacional, así como de los impactos negativos que la discriminación étnico-racial tiene para el acceso a derechos, al bienestar y al disfrute pleno de las potencialidades de esta diversidad cultural. Tomando en cuenta los cambios culturales que se han vivido en las últimas décadas a nivel local, regional y nacional en nuestra sociedad.
Queremos avanzar reconociéndonos como una diversidad cultural, pero nos enfrentamos a la discriminación, al racismo...
La diversidad cultural son las distintas formas en que las culturas cambian, se relacionan, se influyen mutuamente. Asumimos nuestra diversidad como un activo para el desarrollo, lo que hace posible incorporar a cada población al mundo global. No obstante, esta intención debe enfrentarse a la discriminación étnico-racial, que impide construir una sociedad democrática y diversa.
¿Qué es lo que está haciendo el viceministerio al respecto?
El tema es complicado, pero creo que estamos actuando con una fuerza constante. Nuestra presencia en el interior, en las regiones, es importante. No se hace muy visible en Lima. Tenemos dos grandes líneas de intervención: una vinculada directamente a pueblos indígenas y afroperuanos. En ésta nos desplazamos permanentemente hacia los diferentes campos en los que trabajamos. El otro campo de intervención tiene que ver con esta línea del tema de la diversidad y la discriminación, que en realidad ya no están vinculadas a un rostro étnico, sino a un quehacer nacional, porque la temática sobre diversidad cultural nos acerca a si somos indígenas, no indígenas, afroperuanos o no afroperuanos. En realidad es una discusión más nacional. Tenemos esos niveles de intervención, donde unas cosas son más urbanas y otras más al interior.
Muchas veces la pluriculturalidad ha sido vista como algo que nos detiene...

En el tema de la diversidad cultural es muy importante la difusión respecto de que los problemas que tenemos como nación tienen lugar porque hemos dejado de lado ciertos problemas que no hemos enfrentado como país: la pluriculturalidad y la diversidad siempre se señalan como parte de lo que somos. El problema es que no nos hemos hecho cargo de esa diversidad. La hemos convertido más en un problema que en una riqueza, que en algo activo, porque ahora la carga de la diversidad es la discriminación. Se trata de una construcción de sentidos y de ciudadanía e igualdad de derechos que está por una parte muy cargada de estos temas de la diversidad. En términos, digamos, de igualdad, nos hacemos cargo de otro que es distinto en términos raciales. Y esta carga está presente, latente y se construye. Pueden hacerse conferencias, el proyecto “Todas las Sangres” que estamos empujando, por ejemplo; hay que aprovechar que son los 50 años de Arguedas para volver a discutir sus afirmaciones sobre el Perú. Y ver después de 50 años cuánto se ha avanzado en eso que Arguedas señalaba, o cuáles son los elementos nuevos. 

foto: ana cabrera

Pero en el Perú, el racismo y la discriminación continúan ...
Sí, claro, uno puede creer que es un tema escondido en determinados rincones, pero en realidad están mucho más presentes, porque en realidad así es la relación con el otro. Esto va encontrando nuevas formas de manifestarse. Y pareciera que el racismo ha desaparecido en las formas más brutales, pero simbólicamente se ha transformado en otra forma de relación con desigualdades. Por eso es que propusimos hacer estos debates públicos con los intelectuales a través de diferentes textos, obras.
Entonces, esta convocatoria haría posible que nos reencontremos con nuestra diversidad ...
Así es, este concurso de ensayos lo que busca es involucrar a un público mucho más joven que está en el ámbito de la universidad, que está dando pasos académicos. Queremos saber –desde su visión y tiempo histórico– cómo replantean estas discusiones que vienen desde hace tiempo pero que cuyos temas siguen tan vitales y actuales. Esas discusiones que tuvieron Arguedas, Mariátegui, Bustamante, en su momento, ¿cómo se plantean ahora? Tal vez este nuevo momento o estos espacios universitarios a lo mejor tienen elementos distintos u otras formas de acercarse a la problemática.
Un ensayo permite una reflexión ...
Así es. Por eso el concurso está pensado también para que la gente escriba. Como dices, el ensayo te permite hacer una reflexión crítica en la que lo que pesa es la construcción que cada uno hace, una elaboración. Este concurso nos acerca a una generación para poder conocer qué está elaborando en este momento, en una coyuntura en que el Perú está en crecimiento. O sea, cómo las discusiones las realizamos con otra tecnología, con otros dispositivos culturales como dirían los antropólogos. Con otras formas de acercarse y relacionarse, que nosotros no teníamos. Yo recuerdo que mi generación estaba todavía discutiendo el impacto de la globalización, pues. De esta discusión ya pasaron como 15 o 20 años y ahora ya estamos en otra cosa. Pero yo creo que esta iniciativa, que la gente escriba, discuta, debata es lo que el ministerio propone, porque nosotros nos hacemos cargo de cuidar los asuntos étnicos vinculados a los pueblos indígenas, etcétera, es lo que tenemos que hacer. Pero también sabemos que los grandes problemas para atender los pueblos indígenas se tienen que resolver cuando el país resuelva su problema de discriminación. O sea, podemos seguir siendo un viceministerio que solamente mire los asuntos étnicos en lo que le concierne. Pero si no miramos para el otro lado, vamos a tener esta estructura que sostiene estas desigualdades o esta mirada siempre en inequidad o en desequilibrio.
Este concurso se complementa con los debates que el ministerio ha organizado. Recuerdo que el referido al quechua desbordó la mesa de los ponentes y el público tuvo voz.

Ahí te das cuenta que el debate, si bien lo proponen académicos finalmente tiene mucho sentido en la vida de la gente. Simplemente que a veces no logramos empalmarlos porque se vuelven muy abstractos del quehacer cotidiano, de la vida diaria. Ese es el trabajo del debate, hacer contacto a través de la discusión entre una cosa y la otra. Con estas generaciones más viejas, más nuevas, con todos los contextos diferentes, con los problemas que el viceministerio también tiene que resolver. Por eso, la convocatoria está siendo muy exitosa. La gente ha estado siguiendo los debates por televisión, por la web, se han hecho artículos, informes a partir de ver por internet los videos de las mesas de discusión. Eso es un éxito. Una cosa tan sencilla como propiciar una mesa, traer dos o tres personas que tienen elementos para decir cosas interesantes, ha permitido abrir un debate académico que estaba cerrado hace mucho tiempo. La idea es que el viceministerio sea promotor de debate, de discusión, que conecte y que la discusión no se quede solo en lo académico, sino que se traslade a la acción del Estado. 

foto: ana cabrera

¿Cuánto se diferencia este gobierno de los anteriores en torno a la preocupación por la diversidad cultural?
Creo que ahora hay un escenario distinto, que tiene que ver con cuánto de lo que hace el gobierno se refleja en la sociedad. Por ejemplo, la vez pasada fui a un centro comercial y vi un letrero enorme sobre las culturas del Perú. Me llamó la atención porque siempre en el Perú se habla de “la cultura” y nunca de “las culturas”. Y yo decía, “esto debe ser de PromPerú, de Marca Perú”, pero en realidad era de una agencia de viajes, y su eslogan decía: “No vengas al Perú porque hay playa, ven al Perú porque hay cosas para aprender”. Entonces, lo que siento es que en el Perú estamos en un momento en el cual el tema de quiénes somos está relacionado con el crecimiento económico. De pronto pueden aparecer cosas muy frívolas o triviales o que pueden no gustarnos, pero que son señales de que algo está pasando. 
El discurso de la peruanidad está en todo lado, aunque a veces desordenado...

Sí, por ejemplo, el video de 'Pisco', súper éxito, claro, no me gusta pero aunque no compartamos la estética, el mensaje es de un nacionalismo que uno se dice: “¿y este chico cómo así sale con este rollo?” O escuchamos lo de la comida, la gastronomía… hay un discurso sobre peruanidad que empieza de pronto a valorarse. La pregunta es: ¿Cómo hacemos para tomar eso que está en ebullición para devolverlo, y cómo el gobierno aplica esta devolución? El discurso de peruanidad está suelto, y está buscando contenido. Se quiere replantear de una manera mucho más positiva el quiénes somos. Eso es lo que yo percibo. 

Y desde esa lógica, creo que entonces ahora debemos entrar a la discusión, porque considero que el afán del gobierno no es solamente ver “¿qué hace?”, sino que el gobierno también debe respetar un discurso. Por eso, nosotros como viceministerio, estamos generando una decisión sobre peruanidad e identidad que hay que trabajar y revisar con los académicos, jóvenes, universidades, entidades del Estado, para apuntalar la construcción de un sentido de nación, en la que el contenido de la igualdad, respeto, derechos, etcétera, esté mucho más cimentado. Este discurso de peruanidad puede ser una oportunidad para construir instituciones, en el sentido de reglas claras de relacionamiento entre el ciudadano y el espacio público. Es un tiempo que hay que aprovechar porque quizás luego no lo podamos hacer.
En tu opinión, ¿cuál ha sido el punto de quiebre para pensar en la peruanidad durante la última década?

Tienen que aparecer actores y mediadores, ¿no? Creo que un mediador de eso ha sido Gastón Acurio. Pero creo que viene antecedido por todo este discurso de los emprendedores, que se ha trabajado por mucho tiempo, que eran los migrantes, pero luego cuando se dio el rollo de ellos como motor del capital, esto se ha ido alimentando. El tema del emprendedurismo, de figuras como Acurio, que van dándole abanico a este discurso y a otras figuras como Lucho Quequezana, en la música… Entonces, siento que ya en el 2000 se habla de esta generación en la que el migrante pasó de ser trabajador por emprendedor, es rebautizado, y el emprendedor asociado como éxito. Uno puede discutirlo, pero va alimentándose ese discurso. Ahora, lo que yo sí creo es que a eso hay que buscarle los sentidos colectivos, porque si no se quedan en lo individual. A eso me refiero cuando te digo que hay que aprovechar la oportunidad de construir institucionalidad, reglas por todo aceptadas, en el marco de derechos, una sociedad que respeta al otro. Y por eso el tema de identidad, diversidad cultural, discriminación étnico-racial, porque tocan las estructuras que como país nos han permitido generar una cultura más tolerante, respetuosa, menos confrontacional, más rica, que ve lo que todos pueden aportar.


Si quieres participar en el concurso 'Repensando la diversidad cultural', puedes enviar tu ensayo hasta el martes 2 de setiembre. Conoce las bases


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Escrito por

ALBERTO ÑIQUEN G.

Editor en La Mula. Antropólogo, periodista, melómano, viajero, culturoso, lector, curioso ... @tinkueditores


Publicado en

Redacción mulera

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