Los seis relatos que conforman la selección pertenecen a Marco Alberca ("Apocalipsis zombie"), Gabriel Canessa ("Un zombi ilustrado"), Sarko Medina ("Queja"), Rubén Mesías Cornejo ("Nervios"), Daniel Salvo ("Zombies, Inc.") y Tanya Tynjala ("99"). El libro, publicado por la editorial independiente El Gato Descalzo Edita, fue presentado el lunes 28 de julio en la FIL Lima. En la mesa de comentaristas estuvieron presentes Germán Atoche (antologador y representante de la editorial), el filósofo Rashid Rabi, el escritor y especialista en el género de ciencia ficción Daniel Salvo (uno de los antologados), y el escritor Jorge Castillo.
Zombies del perú para el mundo

Para Rashid Rabi, los argumentos de cada uno de estos relatos permiten que el lector se interrogue a sí mismo sobre la naturaleza de los zombies, esto en primer término, pero también sobre lo que la existencia de estos seres puede representar una vez que se los confronta con la realidad.

Por ejemplo, en "Un zombi ilustrado", relato de Gabriel Canessa, el narrador es un individuo que reflexiona sobre la 'revolución de la carne muerta' que viene a ser la invasión zombie. La técnica utilizada lleva a que no se pueda detectar si este particular narrador es o no uno de esos seres. Según Rabi, la pregunta tras la lectura de este cuento es: ¿quién es la víctima y quién, el victimario? 

De igual manera, en "Queja", cuyo autor es Sarko Medina, la relación amorosa entre una mujer y un zombie masculino invita a cuestionarse si en este caso se estaría, en verdad, ante un amor necrofìlico. Considerando que esto solo es posible en cuanto uno de los participantes es un cadáver. Pero ¿y si es un zombie?

Daniel Salvo señaló que ya sea desde el cine o desde la historieta, la imagen construida de los zombies se ha ajustado siempre a los criterios de la industria hollywoodense. Parte en un principio de la cosmovisión caribeña —específicamente de Haití, de donde proviene este personaje—, pero luego es adaptado a la modernidad y surge por virus o por experimentos científicos. Del mismo modo, la forma de combatirlos varía. De tener que echarles sal en la boca (de acuerdo a la tradición haitiana) a electrocutarlos o a cortarles la cabeza.


El zombie, conforme transcurre el tiempo, no solo deja de producir terror o pánico, sino que se vuelve cómico e inclusive patético: es un ser sin fuerza, sin raciocinio e incapaz de organizarse. 

No debe extrañar, por lo tanto, que la figura del zombie luego sea utilizada para simbolizar a otros grupos sociales. Tanto los de peor condición económica como los que padecen algún tipo de enfermedad mortal y que resulta desagradable para el resto.

Así pues, desde la perspectiva de Jorge Castillo, relatos como "Zombies, Inc" o "99" son clara muestra de ello. En el texto de Castillo los zombies son víctimas de la ambición de las grandes corporaciones, pues los utilizan como materia prima a ser comercializada. Y en la historia de Tynjala, los zombies son tratados como sujetos enfermos de una epidemia que acabará con sus vidas, pero que en el proceso los afectará físicamente (carne en descomposición y pestilente), aunque sin perder la razón.

Atoche agregó que se viene preparando una segunda entrega, con los relatos de otros autores, y que debe estar lista el próximo año. No dejó de indicar que 'Un muerto camina entre nosotros' es la primera antología peruana sobre el tema. Y que los relatos elegidos demuestran que lo zombie como tema, además de continuar vigente, se puede escribir desde un país como el Perú.

El libro puede adquirise en contacto con la editorial El Gato Descalzo Edita.