Se sienten estafados. Después de cuatro años desde que asumió el poder, y tres años desde que giró a la derecha, un grupo de indignados peruanos le pidieron al mandatario Ollanta Humala Tasso la devolución de sus votos.

(Esto se publicó en el 2014, pero vale ahora, a un año de que Humala se vaya)

Varias manifestaciones consistentes en protestas con carteles roji-blancos con la frase "Ollanta devuélveme mi voto" se han realizado en el Centro de Lima en los últimos días en lo que sería la previa al 28 de julio. Para compartir sus sentimientos hacia el mandatario peruano, los activistas han creado, además, una comunidad en Facebook y una cuenta de Twitter.

Este 2014, se cumplen tres años desde que Humala asumió el cargo de Presidente de la República del Perú. El primer Gabinete no duró ni un año y el carácter autoritario de su gestión se hizo notar en el manejo de conflictos. En diciembre del 2011, Salomón Lerner Ghitis, representante del grupo político y técnico de izquierda Ciudadanos por el Cambio, renunció a la Presidencia del Consejo de Ministros luego del estallido del conflicto por el proyecto minero Conga en Cajamarca. Como señala la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, solo en ese primer año de gobierno de Humala, murieron 15 personas "por el uso excesivo de la fuerza de la Policía y del Ejército en el marco de las protestas sociales".

Además, el giro de lo que estaba plasmado en su original plan de gobierno y su gestión como gobernante en lo que respecta a la economía estaba cantado. Recordemos que para ganar las elecciones e imponerse ante Keiko Fujimori, Humala dejó de lado la Gran Transformación y juró por la democracia y por una especie de manual-para-no-cambiar-el-modelo llamado "Hoja de Ruta". Además, nombró a Luis Miguel Castilla, anterior viceministro de Hacienda de Alan García, como ministro de Economía. Con ello, el gobierno de Humala pretendía calmar a los empresarios que veían en él al monstruo velasquista/chavista. Ahora, Castilla es el único ministro que se mantiene en el cargo después de tres años y los empresarios aplauden a Humala, aunque siempre quieren más. De Castilla, se dice que ha "encastillado" al gobierno logrando que todas las políticas tengan un enfoque pro-empresarial, aunque en el camino se dejen víctimas, siendo una de las últimas la regulación ambiental.

El actual reclamo al mandatario peruano Ollanta Humala por parte de aquellos que creyeron, y todavía creen, en la Gran Transformación parece tardío, ya que el Presidente ya ni debe recordar aquel documento que fue su plan de gobierno, ni las promesas que hizo en campaña. Si Humala pasó por una especie de "olvido selectivo", los activistas que piden la devolución de sus votos aún no pasan por el proceso de "superación de la ruptura". Quizás aún están en esa especie de luto que se sigue luego de la separación amorosa. Ya es tiempo de darle vuelta a la página y pensar en nuevas formas y mensajes para ejercer presión sobre este gobierno, a ver si así Humala y compañía se desvían un poco de este duro camino que han tomado.

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