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Lucho, el candidato del silencio

Publicado: 2014-07-14

Ni una sola entrevista, ni una sola aparición en público, la tierra parece haberse tragado a Luis Castañeda Lossio. En la página web de su partido, Solidaridad Nacional (SN), la última noticia sobre el exalcalde y ahora nuevamente candidato al sillón municipal de Lima data de abril pasado cuando lo condecoró una fundación estadounidense. En su página de Facebook — en el caso de otros candidatos muy activa y colorida con fotografías de los recorridos por los distritos más poblados de la ciudad—, la última publicación es una reflexión sobre la influencia que tuvo en su vida su padre, hecha a inicios de junio. Castañeda no parece un político en campaña. Y sin embargo, según las últimas encuestas quizá no necesite serlo, al menos por ahora. 

La encuestadora Pulso Perú le da una arrolladora ventaja. Castañeda Lossio cuenta con el 59% de preferencias. Muy lejos le sigue la actual alcaldesa Susana Villarán con 8%, a quien le pisan los talones un candidato que está dejando de ser pigmeo: Salvador Heresi (Perú Patria Segura) con 5%. Más retrasados, en el penúltimo vagón del tren, llegan Jaime Zea (PPC), Felipe Castillo (Siempre Unidos) y Fernán Altuve (Vamos Perú) con 2%; y casi en otros están Enrique Cornejo (Apra) y Nora Bonifaz (Somos Perú) con 1% y los cinco candidatos restantes se reparten 2% de los votos. Las trece candidaturas han dividido el voto anticastañeda y sin proponerselo están jugando a favor del exburgomaestre.

Castañeda es consciente de su ventaja y de un elemento más. Cuatro campañas electorales —dos por la alcaldía de Lima, una por las presidenciales y una por la revocación de Villarán — le han dado una lección valiosa: en una campaña electoral, Castañeda Lossio es el peor enemigo de Castañeda Lossio. El especialista en marketing político Marco Torres Paz así lo cree por eso no le sorprende la campaña de silencio que caracteriza al exburgomaestre. “Basta recordar que en la última campaña para revocar a Villarán, mientras él se mantuvo en silencio el Sí ganaba en todas las encuestas. Faltando un mes empezó a protagonizar la campaña y a caer en contradicciones. Al final se impuso el No. En los focus group le han dicho que los limeños lo recuerdan como un gestor, como un hacedor de obras, en ese eje se piensa mover”.

La esencia de su estrategia de campaña podría ser la siguiente: “no necesito hablar para ganar”. Los otros candidatos como Jaime Zea o Salvador Heresi, al tanto de las debilidades como comunicador político que tiene Castañeda, además de su escaso carisma, retan desde hace semanas al líder de SN para debatir sus propuestas para Lima.

"Hay una propuesta de Transparencia para que luego de la inscripción de candidatos, que vence el 7 de julio, se produzca el primer debate. Sería ideal que se concrete luego del mundial de fútbol y antes del 28 de julio", señaló Jaime Zea en Andina.

"No pueden haber debates a pocos días de comienzos de octubre, pues eso sería hacerle el juego al candidato que cree que va a ganar las elecciones sin decir nada o escondiéndose en la habitación de su casa. Mientras unos están escondidos, nosotros difundimos nuestro mensaje de renovación", dijo Heresi.

Desde la tienda de SN han respondido que solo debatirán en los encuentros que coordine el Jurado Nacional de Elecciones (JNE). Justamente, la Asociación Civil Transparencia coordinó con el JNE y el primer debate en el que escucharíamos la voz de Castañeda en esta campaña podría darse el 7 de agosto, aunque aún el JNE no ha dado el visto bueno a la fecha y el líder de SN más allá de su vocero no ha confirmado oficialmente su participación.

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Castañeda han imprimido un sello a sus gobiernos municipales: herméticos, poco transparentes y verticales. No por nada se ganó el apodo en la prensa de “El Mudo” cuando era alcalde. Esta estrategia le ha servido para ser reconocido como un gestor de obras, pese a las múltiples denuncias de sobrevaloración de las mismas y corrupción campante que los opositores atribuyen a sus gestiones. 

Por ejemplo, la Vía Expresa de la avenida Grau costó S/. 106,5 millones cuando originalmente estaba presupuestada en S/. 59,5 millones, según denunció Gino Costa en la campaña municipal del 2006. La semaforización de la avenida Canadá S/. 1,5 millones en lugar de S/. 1 millón. El intercambio vial de Puente Piedra, S/. 20,9 en lugar de S/. 15 millones. La remodelación del Parque de las Aguas costó S/. 62 millones, cuando originalmente tenía la comuna presupuestados S/. 15 millones. Sin mencionar el caso Comunicore, emblemático en su segundo periodo como Alcalde de Lima.

“En el imaginario social de los limeños reza algo así como: más vale malo conocido que bueno por conocer, es decir si hace obra no importa si es que roba”, señala el especialista en marketing político Marco Torres. En un país con una corrupción institucionalizada con un nivel similar al de los países africanos según Transparencia Internacional, pedir honestidad en la gestión pública es percibido por los ciudadanos como un desperdicio de tiempo, prefiere reclamar obras, cemento duro, actividad en la que Castañeda ha sabido sacar provecho. Construyó obras de gran impacto mediático: escaleras en los cerros, Hospitales de la Solidaridad y parques zonales. Obras que los limeños de los barrios pobres le reconocen y por las cuales lo mantienen primero en las encuestas.

Sin hablar mucho fue hábil políticamente y sagaz para sacar la vuelta a la normatividad. “Para asegurarse de realizar grandes obras sin cuestionamientos, y ante la falta de técnicos en su equipo, trasladó la ejecución de los proyectos, que recaían siempre en el Fondo Metropolitano de Inversiones (Invermet), a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Dicho organismo manejó el 40% del presupuesto de inversión del municipio y fue el gestor de los proyectos”, escribió Luis Corvera para un artículo en la revista Poder.

Pese a los cuestionamientos, Castañeda se siente seguro del triunfo, por tanto, según Torres, no cambiará la estrategia. A los demás candidatos, añade, solo les queda emplear la táctica que el mismo Castañeda utilizó allá por el 2002 contra Andrade. En ese entonces, el líder de SN, buscaba en cuanto medio de comunicación le diese micrófono retar a Andrade que como él ahora marchaba con una holgada ventaja. Al final, Andrade le concedió un debate en el asentamiento urbano de Manchay y le volteó la tortilla al fallecido político.

Si la experiencia cuenta, Castañeda no sentirse seguro de la victoria. Según Torres la atomización de candidaturas—trece en total— divide el voto anticastañeda y perjudica sobre todo a Villarán cuya estrategia de crear una dicotomía entre un frente de honestidad que ella representa y otro de la corrupción que encabezado Castañeda hubiera funcionado si es que no surgieran más candidatos con un discurso similar que inclusive la acusan de corrupción a ella misma. Sin embargo, analistas como el politólogo Carlos Melendez ha recordado que cuando existen candidaturas más empáticas en los sectores informales como la fujimorista, bastion de Castañeda, el apoyo al exburgomaestre se resiente. En todo caso, restan más tres dilatados meses de campaña y pese a la holgada ventaja de Castañeda todo puede ocurrir. 


Escrito por

Enrique Larrea

Editor y periodista. Escribo informes, reportajes y crónicas que han aparecido en diferentes diarios. Formo parte del equipo de La Mula.


Publicado en

Redacción mulera

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