El representante del Consorcio Virgen de Copacabana, Bruno Venturini Taboada, aseguró que Jorge Velásquez Portocarrero, presidente de la región Ucayali, le solicitó un pago de un millón de soles —efectuado en cheques y en efectivo— por la adjudicación de la remodelación de la céntrica avenida Unión, en Pucallpa, por 17 millones de soles. 

La autoridad ucayalina arguyó que la acusación de Venturini era una venganza por la cancelación del contrato. Velásquez afirma que Venturini abandonó las obras y, por ese motivo, se le tuvo que quitar la concesión, pues la población comenzaba a sentirse afectada.

Al respecto, el empresario constructor brindó las siguientes declaraciones al diario La República: “Puedo decir sin ningún temor que los cheques [con los que pagó a Vásquez 450 mil soles] pueden ser corroborados en el banco [BBVA Continental], porque todo es real. No hay nada fabricado”.

Venturini ha indicado a la Procuraduría Anticorrupción que parte de la coima fue abonada a Óscar Velásquez Portocarrero, hermano del presidente regional, y que reside en el distrito de La Molina, en Lima. El implicado negó dicha versión.

Además, apuntó que el contrato fue disuelto luego de que se negara a pagar otros 200 mil soles al millón inicialmente solicitado. De acuerdo al empresario, ese dinero estaba destinado a financiar la campaña de reelección de Velásquez. Agregó, también: “Yo no abandoné las obras y lo voy a demostrar con documentos. A pesar de los inconvenientes, sacamos adelantes las obras. Nos dejaron de pagar nuestras valoraciones, así que con nuestro propio dinero concluimos con el proyecto”.

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