“Atacaba, defendía, todo lo hacía bien”. Con estas palabras la web oficial del club Real Madrid define a uno de los más grandes futbolistas de todos los tiempos: Alfredo Di Stéfano, apodado “La Saeta Rubia”. Hoy, diferentes medios europeos informan que el crack del equipo albo se encuentra delicado de salud. Una noticia que entristece la realización del Mundial de Fútbol. 

El diario El País informó que Di Stéfano sufrió un paro cardíaco en Madrid que requirió 18 minutos de reanimación. Luego fue trasladado al Hospital Gregorio Marañon. Algunas horas después entró en estado de coma.

Alfredo Di Stéfano nació en Buenos Aires (Argentina), un 4 de julio de 1926. Inició su carrera en su país natal 19 años después en el River Plate donde se proclamó campeón y goleador del torneo argentino. En 1948, una huelga general en el fútbol argentino obligaría al jugador a migrar a Colombia. Un año después debutaría en el Millonarios. 

Su consagración, sin embargo, la consiguió en el Real Madrid donde cosechó 18 títulos en 11 temporadas y anotó la increíble cifra de 308 goles. Di Stéfano se caracterizaba porque sabía repartir la pelota entre sus compañeros, no caía en personalismos y era capaz de bajar al área propia para defender. En otras palabras, fue un adelantado para su época, un precursor de lo que muchos años después sería el “fútbol total”.

Pero Di Stéfano también es recordado por haber defendido a dos grandes selecciones: Argentina y España. Con la primera lograría, en 1947, el Campeonato Sudamericano de Guayaquil. Con la camiseta ibérica (se nacionalizó en 1956) debutó el 30 de enero de 1957 en un partido contra Holanda. En ese encuentro anotó tres goles (el marcador final fue 5-1). Disputó 31 partidos con "La Roja".

Hoy, desde muchos lugares (especialmente desde Brasil) se elevarán muchas plegarias por su pronta recuperación.

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