En el camino del exceso la figura se William Burroughs se volvió mitológica. Si hubo alguien que conoció de primera mano los pormenores de los abismos fue este autor, quien a través de sus travesías con drogas y con cada libro concebía un mundo no solo poblado de demonios sino también una búsqueda de la iluminación, tal como evidencia su disciplina del "hazlo fácil" (o cómo conseguir el equilibrio sin desgaste físico y mental). 

Se combina así, por ejemplo, la adicción a la morfina con prácticas budistas. El énfasis de los bajos fondos, de la marginalidad no partía de una imitación, y se trataba más bien de una vía de ascenso espiritual. Las caídas en la locura, tan bien descritas en El almuerzo desnudo, ejemplifican esta coexistencia de la belleza y el caos.

Además de estas vertientes otro punto importante de la obra de Burroughs es su posición frente al poder, configurando un mundo coercitivo, casi distópico como sucede con la "Interzona". Se trataba, en este sentido, de un profeta que nos advertía sobre sociedades de control, de ideologías autoritarias (leánse al respecto sus ensayos de La revolución electrónica).

Todo esto convirtió a en un ídolo de cantantes y bandas de rock, quienes peregrinaban ya bien a su habitación del hotel Chelsea (NY) en los 60 o bien retirada cabaña en Kansas en los 90. A continuación mostramos una galería en la que vemos a Bowie, Mick Jagger, Kurt Cobain, entre otros, posando junto al afamado escritor, considerado por muchos como el "padrino del punk". 

Con David Bowie

Con Frank Zappa

Con Jimmy Page

Con Mick Jagger

Con Joe Strummer (de The Clash)

Con Debbie Harry (de Blondie)

Con Patti Smith

Con Kurt Cobain