En tiempos de jugadores mediáticos como Cristiano Ronaldo (CR7), Neymar Jr. o Leonel Messi, algunos talentos del fútbol quedan relegados a un segundo lugar. No obstante, el Mundial tiene la virtud de mostrarle al mundo que para el talento no importa la nacionalidad, mucho menos la edad. 

Andrea Pirlo es un enorme talento de perfil bajo. Su desplazamiento lento lo hace un jugador anacrónico, de las épocas mitológicas del fútbol, diría algún poeta. No obstante, Pirlo tiene una virtud de la que muchos jugadores carecen: el italiano juega para su equipo, no para sí mismo.

A  sus 35 años, el futbolista sigue derrochando clase. Lo demuestra con sus gambetas y sus pases largos y elevados, siempre en busca del delantero hambriento de gol. Pero Pirlo también juega con el engaño, con la no acción. El primer gol de Italia contra Inglaterra tiene su marca:la finta para engañar a los defensores ingleses y dejarle el espacio libre a Marchisio, ese rápido movimiento de cabeza: cerebro y piernas en perfecta coordinación. Con su, además, selección lleva marcados 13 goles (110 partidos).

Pero lo que más resalta en Andrea Pirlo -campeón en Alemania 2006- es su gran habilidad para cobrar tiros libres. Una cualidad que perfeccionó observando a Julinho Pernambucano cuando el brasileño jugaba en el Lyon francés. En sus enfrentamientos por la liga de campeones (Pirlo jugaba en el Milán por ese entonces). “No hay mayor placer que marcar un gol de tiro libre” ha dicho. Nosotros le creemos.

Hoy  junto con Buffon, De Rossi, Chiellini son las puntas de lanzas de una selección que cuentan con 17 debutantes. Su liderazgo ( y sus posibles goles) será vital para que Italia avance a instancias finales, y por qué no, levantar su quinta copa mundial.

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