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FOTO: ANA CABRERA

Campeona bajo el radar

¿Por qué prensa y aficionados prestaron tan poca atención a la obtención del título mundial de Linda Laura Lecca?

Publicado: 2014-06-02

El sábado 31 de mayo, el Complejo Deportivo "El Cancherín" del Distrito de San Antonio de Huarochirí en el Cono Este de la capital fue escenario de un logro importante para el deporte peruano. La peruana Linda Laura Lecca le dio al país su tercer campeonato mundial de boxeo tras vencer a la brasileña Simone Da Silva Duarte en la disputa por el cinturón de la AMB en la categoría supermosca. 

Como en otras oportunidades, me tocó comentar el combate para la televisión local. Para llegar al lugar donde se realizaría, la gente del canal y yo tuvimos que tomar la autopista Ramiro Prialé hacia Huachipa y desviarnos por una carretera de tierra hasta un sitio que los lugareños conocen como el "Cerro Camote". 

Ahí, con gran entusiasmo y sacrificio, la municipalidad local y el promotor Jorge Bartra habían montado un ring de boxeo en medio del recientemente inaugurado complejo deportivo "El Cancherín". Había pocas caras conocidas, pues para aquellos que acostumbran a seguir al boxeo nacional en su camino difícil de abandono y presupuestos reducidos, el viaje hasta un recóndito suburbio del Cono Este un sábado por la noche resultaba una empresa poco menos que incierta. 

Las tribunas llenas –el ingreso fue gratuito–, las luces y la escenografía, sin embargo, no hicieron extrañar las veladas pugilísticas que normalmente se llevan a cabo en coliseos como el Dibós de San Borja o el Grau del Callao. Días antes, Jorge Bartra nos había confesado que la alcaldesa de San Antonio de Huarochirí era la única que había apostado por el evento que culminaría con la obtención del tercer título mundial de boxeo para el Perú. Usar cualquier instalación del Instituto Peruano del Deporte implica que el promotor tenga que pagar alquiler (hasta 30 mil soles en el caso del Dibós), lo cual hace que el espectáculo sea económicamente inviable. La razón: el IPD solo cede su infraestructura de manera gratuita a la práctica de deportes a nivel aficionado. 

complejo deportivo "el cancherín", la noche del sábado.  FOTO: juan carlos ortecho

La pelea acabó a las diez de la noche. Hubo celebración, música y confeti con el anuncio de la victoria peruana. Además, se anunció la buena noticia que Carlos Zambrano –el boxeador, no el que juega en un equipo de media tabla del fútbol alemán– disputará el título mundial de la categoría supergallo, versión AMB, en el mes de Julio. 

Teniendo en cuenta la hora de cierre de los diarios de la capital, esto significaba que había más que tiempo suficiente para que estos dieran cuenta de la noticia en sus ediciones del día siguiente. La mañana del domingo, sin embargo, esto fue lo que me encontré en el kiosko de mi esquina:

Pude comprobar que todos los diarios deportivos le dieron cobertura exclusiva al partido amistoso entre Universitario y Alianza Lima. Lo que es más, en las portadas no se podía encontrar ni una sola llamada a la obtención del título de Lecca. Cualquier rastro de la noche anterior en Huarochirí tenía que ser desenterrado de las páginas interiores. Añadiendo insulto a la herida –como dicen los norteamericanos– en algunos casos no se le había dedicado ni una sola línea al evento.

Continuando con la revisión de diarios del día domingo, también pude ver que solo El Comercio  y El Trome cubrían la noticia en portada (más no en su su suplemento Deporte Total, donde la nota del combate se encuentra en la penúltima página). La portada de La República se mantuvo al margen del fútbol. En su lugar, decidió ignorar a Lecca y le da protagonismo al rugby.

CÓMPLICES

Los medios prestan especial atención a la demanda de información del público. Se trata de un ejercicio simple y objetivo sobre la conducta del mercado y en muchos aspectos, una decisión sensata que garantiza la supervivencia del medio. En todo caso, es debatible si estos tienen la obligación moral de dar difusión a deportes que no capturan la atención de sus lectores. 

Hace un tiempo, conversando con Jerónimo Pimentel sobre el boxeo en el Perú, llegamos a la conclusión que, salvo algunas excepciones, al aficionado peruano ya no le interesa el boxeo. Le interesan las historias personales, como la de Kina Malpartida por ejemplo, una figura con gran potencia mediática que, para bien o para mal, llegó a trascender lo estrictamente deportivo.  

¿De qué otra manera explicar que hace casi dos décadas la televisión local no transmite boxeo en vivo a no ser que uno de los protagonistas sea peruano? ¿Cómo entender que la disputa de un título mundial tenga que buscar escenarios de los que nunca antes habíamos tenido noticia?

Linda Laura Lecca, trujillana que tuvo que emigrar con su familia en tiempos difíciles para el país, encaja perfecto en el molde de las historias de éxito de peruanos emprendedores que superan a la adversidad. Pero parece que esta historia en particular, conmueve a muy pocos. 

Es cierto que los medios deportivos son poco diligentes cuando se trata de hacer el esfuerzo por difundir historias como las de Lecca, pero también es cierto que la responsabilidad es compartida por el aficionado que solo está dispuesto a poner 50 céntimos en el barril sin fondo del escuálido fútbol local.

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Escrito por

Juan Carlos Ortecho

Twitter: @jcortecho. Periodista. Investigación, boxeo, fútbol y zurcidos invisibles


Publicado en

Redacción mulera

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