Terry Reid: más allá de Led Zeppelin
Recordando el trabajo del gran músico británico entre 1968 y 1973.
En 1968 Terry Reid era un músico y compositor británico que se habría camino. Había logrado una gira por EE.UU., y sus tocadas en vivo le graneaban la simpatía de sus colegas. Es así que el entonces exguitarrista de The Yardbirds, Jimmy Page, le propone un proyecto: ser el vocalista de Led Zeppelin.
¿Considero Reid tan siquiera esta posibilidad?, ¿evaluó los riesgos de unirse a una banda que nadie conocía y dejar de lado lo que venía haciendo?, ¿comenzar desde cero? Lo cierto es que rechazo la invitación. Y no solo eso, para no quedar mal con Page le recomendó a otro cantante, alguien que incluso tenía un registro vocal al suyo: a Robert Plant
Probablemente esta anécdota es lo que volvió famoso a Terry Reid, dejando obnubilado su legado musical. ¿Qué hizo Terry Reid después de aquel día de 1968 en que prefirió seguir su carrera de solista?
Dentro de la prolífica producción de Reid hay dos discos que bastan para considerarlo un capazo, un maestro. Se trata de discos donde el sonido es de un matiz inconfundible y uno no puede dejar de admirarse, no solo del cambio de estilo entre uno y otro, sino de la permanencia de una consigna por el virtuosismo.
El primer disco, titulado simplemente Terry Reid, está próximo a las experimentaciones del hard rock, con riffs agudos y agudos que, realmente, nos llevan a pensar en Robert Plant: Reid no se equivocó al decir que este, de hecho, tenía un registro vocal que se le parecía. Valga sino escuchar joyas como "Superlungs My Supergirl", "Marking Time" o "Rich Kind Blues".
Luego vendría su mejor trabajo: River. A través de cada canción atravesamos un música habitada por la melancolía, resabios espirituales y, sobre todo, misticidad. Blues, jazz, psicodelia y un apetito por lo instrumental se perciben en el conjunto de Reid cantando y David Lindley enn la guitarra.
Así, escuchamos sorprendidos esa combinación ideal de lo acústico en canciones como Things To Try o de los riffs del primer track. Luego tenemos la canción titulada “River”, a cuya letra poética se suma la percusión del gran Willie Bobo. En todo sentido este disco, lanzado en 1973 es una obra de arte que todo amante del buen rock debe escuchar.
1. "Superlungs My Supergirls"
2. "Marking Time"
3. "Rich Kid Blues"
4. "River"
5. "Dean"
6. "Milestones"
Escrito por
Escritor y corresponsal de literaturas indígenas en Latin American Literature Today
Publicado en
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