Esta mañana, en Radio Exitosa, el general (r) Daniel Urresti, alto comisionado para la formalización de la minería y la interdicción de la minería ilegal, salió al aire a explicar algunos alcances de las últimas interdicciones a La Pampa y Huepetuhe, y el proceso de formalización minera. En la entrevista que dio a la periodista Rosa María Palacios, Urresti declaró:

"Me da mucho gusto poder anunciar que gracias a este combate, a la decidida guerra desatada contra la minería informal... hemos sobrevolado Quincemil, Huepetuhe, La Pampa y San Gabán y ahí los mineros tienen gran temor a la destrucción de su maquinaria, han replegado su maquinaria y han abandonado la actividad" 

Pocas horas después de esta declaración, el minero Rolando Baca Condori publicaba en su Facebook estas imágenes en las que presuntamente, mineros "chichiqueros" invadían  ilegalmente las concesiones de los mineros informales afectados por la interdicción en Huepetuhe.

Así mismo, Urresti, advirtió:

"(Si ellos reinician la actividad) Nosotros nos vamos a enterar inmediatamente, vamos a saber exactamente en qué momento van a instalar (...) Los dejaremos trabajar uno o dos días... al tercer día estaremos interdictando la maquinaria. Más claro ya no puedo ser"

Llama mucho la atención estas declaraciones en función de las opiniones que varios expertos dieron a LaMula.pe. Al menos en el caso de la minería ilegal que se practica en La Pampa, dentro del área de amortiguamiento de la Reserva Nacional del Tambopata, ¿no sería más eficiente y más barato fortalecer el sistema de guardaparques, para que sea, tal como le corresponde, el Sernanp (y no el ejército), quienes hagan frente a ésta y otras amenazas? Da la impresión que se prioriza la inversión en una respuesta militar antes que el fortalecimiento de las instituciones que tienen la misión de combatir a la minería ilegal u otras amenazas por la vía civil. 

Urresti también se refirió al recientemente emitido Proyecto Especial de Desarrollo para Madre de Dios.

Se trata de un proyecto que contaría con 100 millones de soles como capital inicial y un consejo directivo integrado por varios ministerios (y en el que no se encuentra el Gobierno Regional de Madre de Dios). En palabras del Alto Comisionado, el objetivo es lograr que “se ejecuten proyectos de envergadura que ayuden al desarrollo de Madre de Dios” (¿se habría referido de taquito al Lote 76, en manos de Hunt Oil o a la Hidroeléctrica del Inambari, ambos proyectos de inversión sobre las concesiones mineras de Huepetuhe?),  así como “impulsar actividades alternas a la minería ilegal que absorban la mano de obra que va a quedar suelta tras la erradicación de la minería ilegal”. 

Precisamente hoy por la mañana, sacábamos una nota en la que, nuevamente, varios expertos se preguntaban: ¿por qué no se invierte en las zonas alto andinas de Cusco y Puno, que es de donde proviene toda la mano de obra de la que habla Urresti, expulsada de sus zonas de origen por los altos índices de pobreza que presentan? 

Tampoco queda claro de dónde saldrán esos 100 millones de soles. En la norma dice que saldrán de pliegos. ¿Saldrán de lo que cada sector tiene ya presupuestado? ¿Que salga de pliegos significa que cada ministerio simplemente re–asignará las actividades que ya tenía planificadas para ser contabilizadas como parte de este Proyecto Especial de Desarrollo? ¿O es que el proyecto nace con sus propios 100 millones bajo el brazo? En ese sentido, Eduardo Ballón cuestionaba que el Estado sólo genera la imagen de concentrar recursos, pero no los concentra en la práctica.

Y, tal vez, lo más importante, y en ese sentido lo manifestaba el presidente del Gobierno Regional de Madre de Dios (Goremad), Jorge Aldazábal : ¿por qué el Goremad no fue incluido en el Comité Ejecutivo del proyecto? ¿Es que con este proyecto se creará un gobierno regional paralelo al legítimo? 

Una lástima que Rosa María Palacios no hiciera a Urresti todas estas preguntas. Hubiesen permitido que las palabras soltadas al aire por el general, tomaran tierra. En LaMula.pe estuvimos insistiendo en hablar con el alto comisionado ayer y hoy, y no logramos que nos contestase el teléfono.