Cinco mamás que no te hubiese gustado tener
Este es un rol de las madres que no necesariamente hubieran sido ‘saludables’ para nuestro desarrollo físico y emocional.
Si piensas que tu mamá es una desubicada por hacer comentarios en tu muro del Facebook o por colocar fotos tuyas de bebé medio calato (encima etiquetándote) con un comentario tipo "...mi gordito a los 6 meses enseñando su potito" o "...mi flaquita a los ocho años en su primer día de brackets", date con un palo porque andas con suerte. Para muestra esta lista.
Número uno: La Eva Mitocondrial (150 mil A.C.)
Fue la ‘madre de todos’. Los científicos Marianne Schwartz y John Vissing (2002) detectaron que el ADN mitocondrial, aquel que lleva nuestra información genética se encontraba en los esqueletos de una mujer que vivió en el África subsahariana hace aproximadamente 150 mil años. No nos hagamos los muy blanquitos porque está probado que el actual mapa genético del mundo proviene de esta Eva, de unos 160 centímetros de altura, pelo ensortijado y moreno rostro. Así seas rubio de ojos azules, tu antepasada directa salió del África. Nuestra Eva, de alguna manera obligó a pequeños grupos de homo sapiens sapiens a salir de la seguridad de la sabana africana e iniciar un épico viaje que duraría unos 80 mil años y donde los descendientes de Evita no pararon hasta poblar el planeta y de taquito arrasar con éste. ¿Dónde está lo malo de esto dirán? ¿Es broma? Si eras un homo sapiens sapiens de unos 12 años, procrastinando y perdiendo el tiempo feliz de la vida en un charco de agua, al lado de un atardecer hermoso del llano africano y que tu mamá venga y te diga: “¡Nos vamos a poblar el mundo y no pararemos hasta llegar a Siberia! ¡Apúrate, ordena tus cosas que nos vamos en media hora!”. No, no es la voz. Total, en el mundo ya había Cromañones y Neandertales. No gracias.
Número dos: Agripina La Mayor (14 A.C. - 33 D.C.)
Fue madre nada menos que de dos joyas: Calígula y Drusilla. Éstos, junto a César y Lucrecia Borgia hijos del Papa Alejandro VI (s. XVI), serían los hermanos más perturbados emocionalmente de la historia. También fue abuela de Nerón, ojo. La historia especula en torno a que Drusilla murió en extrañas condiciones y a manos de su hermano Calígula, quien previamente la habría embarazado.
Agripina representaba el virtuosismo de la matrona romana. Buena esposa y madre, no le tembló la mano para efectuar complot contra los enemigos del esposo un general romano apodado Germánico sin muchos pantalones, ¡perdón! faldas porque usaban esa suerte de prenda con tiras de cueros hasta las rodillas. Germánico no daba la talla como general, por lo que el papel de Agripina fue clave para su éxito en las campañas de la Germania (actual Alemania) pues ella lo acompañó en todas sus conquistas. De paso, se movía en los círculos militares y políticos, indicándole al marido a quién debía pisotear, léase: asesinar, envenenar, exiliar, etc.
¿Les suena conocido en el Perú actual? ¿Esposa de militar y ‘hackeadora’ de los enemigos políticos de éste? ¿además la que lleva la batuta? ¿Qué tal?
No le fue tan mal a Agripina, sino fuera porque murió acusada de traición y condenada a fenecer de hambre en una isla por uno de los añejos enemigos del esposo. Su herencia: pues sus dos aturdidos hijos, Calígula y Drusilla y su aún más maniático nieto, Nerón.
Número tres. La Señora Bates
“El mejor amigo para un muchacho es su madre” le decía una señora Bates a su impúber hijo Norman después de haber abusado sexualmente de él. Años más tarde, Norman asesinaría a la mamá y al amante de ésta, envenenándolos con estricnina. “Norm” embalsamaría el cuerpo de la primera y vestiría sus ropas cuando la ocasión lo ameritara, como bailar con el sonriente esqueleto de ella cada cumpleaños de “mamá” Bates. ¿Qué tal?
Entre los logros de “mamá” Bates se encuentran haber hecho del hijo un perito administrador hotelero, asesino en serie, maniaco depresivo y portador del personalidades múltiples al punto de distorsionar las cuerdas vocales de un hombre adulto en sus treinta para imitar el sonido de la voz de una mujer: su madre, la señora Bates.
Número cuatro. La reina Isabel II de Inglaterra (1926 - a la fecha)
Isabel Alejandra María Windsor nacida hace 88 años fue, ¡es! una madre singular a pesar que nunca ríe, nunca abraza, menos aún llora (suponemos). Si jugamos al psicólogo barato, el comportamiento de sus hijos, sobre todo Carlos y Ana no fue del todo saludable y podría acusar recibo de una madre en extremo protectora y aglutinante. El primero vivió con la madre hasta los 55 años, la segunda después de fracasos matrimoniales se refugió en sus dos aficiones favoritas: la equitación y los oficiales de caballería del ejército británico.
Claro, se metía en todo doña Isabel, nunca le sonrío a Diana Spencer por ejemplo, le hizo mueca cuanta vez pudo y como si fuese el diablito que susurraba en el hombro al hijo, éste terminó por sacar los pies del plato con una poco agraciada Camila de Cornualles (bueno, no seamos injustos: al lado de Diana Spencer cualquiera era poco bendecida).
El pueblo británico, muy dado a sus reyes y reinas, no le perdonó a Isabel el haber ninguneado la memoria de la fallecida princesa Diana, para entonces, ex esposa del pepelmas de Carlos al demorar su asistencia a los funerales. Tuvo que ser el machito de Tony Blair quien “cuadrara” a la reina y nada menos por teléfono para ponerla en su sitio.
Número cinco. Livia Soprano
Es la mamá de Tony Soprano en el universo de ficción de la serie estadounidense que relata el día a día de un mafioso de Nueva Jersey.
Livia Pollio viuda de Soprano le hizo un flaco favor al hijo al no defenderlo de los golpes que le propinaba el padre al chico. Otro tanto, se desliza la idea que fue la madre de Tony quien lo inició en el mundo de la mafia. Podría ser, en la Italia del sur suelen ser las madres por la fuerte tradición matriarcal, quienes adiestran a los niños varones en las artes del robo, extorsión, tráfico y asesinato. ¡La mama!
La alterada relación de Tony Soprano con el mundo, no sólo le vendría por su disocial o antisocial concepto de la vida: el personaje de la serie la Dra. Jennifer Melfi, quien lo trata emocionalmente achaca este comportamiento en gran parte por la relación y dependencia del capo mafioso hacia la madre, en una suerte de complejo de Edipo excepcionalmente bien interpretado por el fallecido actor ítalo-estadunidense James Gandolfini.
La lista de madres que armaron lío en la historia podría seguir. Grandes ausentes serían Isabel de Castilla, madre de Juana la loca; la mamá de Edipo, éste se acostó con su madre Yocasta y empezó así todo este rollo entre hijos trastornados y madres dislocadas mentalmente vía el famoso complejo de Edipo; la “madre de todas las batallas” de Saddam Husein; la mamá de Carrie; y por qué no, mi suegra.
NOTA SOBONA: Mentira señora X., la quiero mucho y porque el papel aguanta todo: ¡feliz día de la madre!
Escrito por
Economista, periodista, docente. Corresponsal para Latinoamérica de iForex financial news, consultor y analista. Sígueme en @eduardo_recoba
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