Alemania: ¿el monstruo que mutó?
Cuando la intolerancia y el escándalo venden en el siglo XXI y pondría en evidencia que el odio no ha cambiado, sólo varió.
A mediados de los años noventa, un joven estudiante de economía sudamericano en Múnich preguntó a un alemán bávaro sexagenario por tanto testigo de la guerra que desangró a poco más de 60 millones de personas en el mundo, de las cuales seis millones fueron judíos y otro millar repartido entre gitanos, homosexuales, religiosos católicos y luteranos (contrarios a la eugenesia y racismo nazi), comunistas y disidentes políticos al nazismo, si él sabía de los campos de exterminio y de las cámaras de gas: el añejo alemán respondió con un molesto, incómodo y rotundo no.
El mismo chico, curioso, inquirió a otro alemán, algo más joven si para él la ‘raza superior’ existía. El teutón, rubio, de ojos azules, de metro noventa contestó que sí, ¡pero!…se refería a los negros: “…míralos cómo corren, cómo juegan al fútbol, basket, boxeo, ellos son la verdadera 'raza superior'...”. No mencionó las artes, letras, las ciencias, la política...dejó a los africanos subsaharianos en 'sección' deportes. “¿Y qué hay de los judíos?” Insistió el curioso estudiante: “…no lo sé, supongo que en algo deben destacar aunque tienen defectos genéticos sobre todo en la vista y no tienen modales, son ‘mala gente’…” “¿Pero y los turcos?” Porfiaba el sudamericano: “…¡pero está claro!, son los ‘nuevos judíos’ de Alemania”, contestó sonriente el rubicundo alemán.
El estudiante sudamericano quedó desilusionado con las respuestas y concluyó que en su austera pesquisa y muestra estadística poblacional, los alemanes en general poco o casi nada habían aprendido de la sangría que sucedió entre 1939 y 1945.
Cuando la intolerancia viene del otro lado...y vende
No sería sorpresa que un escritor alemán de ultra derecha, perteneciente al también ultraderechista Partido Nacional Demócrata de Alemania (NPD en sus siglas en alemán) titulara su última obra bajo el nombre “Alemania enloquecida: El culto absurdo a mujeres, homosexuales e inmigrantes” [Deutschland von Sinnen: Der irre Kult um Frauen, Homosexuelle und Zuwanderer (lanzada vía Amazon, abril 2014)], se dice que no sorprendería si viniese de un alemán de cantina, un ‘toma cerveza y eructador de Wurs (salchichas) o de Schweinefleisch Beine (piernas de cerdo)’; pero para más INRI o seña, el libelo viene de un autor turco-alemán.
Akif Pirinçci, es un escritor alemán nacido turco de 54 años.
Originario en Estambul, emigró a Alemania con sus padres cuando apenas contaba con 10 años. Se hizo de un relativo éxito en los años noventa y principios de los 2000 con la serie Felidae, una seguidilla de libros policíacos para niños donde el personaje principal era un gato-investigador. La secuela llegó a la pantalla grande en dibujos animados en 1994.
Pirinçci de alguna manera 'escandalizó' el pasado mes de abril con la publicación del libro mencionado líneas antes, donde no sólo lanza dardo contra los derechos femeninos, del colectivo homosexual y los inmigrantes: los ecologistas, defensores de la economía del bienestar, los que abogan por mayores impuestos a los ricos y socialistas son de la partida en Pirinçci.
Siendo de origen turco y por tanto parte de las minorías que él ataca en su ‘panfleto’ (cosa que a él en particular no le molesta cuando se refieren a su libro), suena perturbador.
Sin embargo, ahí no quedaría la cosa. El libro ha sido récord de ventas en Alemania. Como el mismo Pirinçci –citado por El País- aclara risueño él respecto al libro: “Cien mil personas lo han comprado (en Amazon) en sólo dos semanas. En este tiempo, he ganado 300.000 euros por un libro que tardé tres semanas y media en escribir. No está mal, ¿verdad?”.
Pirinçci podría ser un gran estratega del marketing, no se dudaría de eso; pero ese no sería el punto. La cuestión de fondo estaría en porqué una serie de temas (política y moralmente) incorrectos en una nación emblemática y referente de racismo e intolerancia, tocar tópicos referidos al odio racial o de género decantan en un éxito de ventas.
Pirinçci de alguna manera escandalizó el pasado mes de abril con la publicación del libro mencionado líneas antes, donde no sólo lanza dardo contra los derechos femeninos, del colectivo homosexual y los inmigrantes: los ecologistas, defensores de la economía del bienestar, los que abogan por mayores impuestos a los ricos y socialistas son de la partida en Pirinçci.
Para Serhat Karakayali, estudioso del berlinés Instituto de Investigación de la Migración la respuesta estaría en el hecho de que “Este tipo de autores tienen potencial en nuestra sociedad. Un 15% de los alemanes reclaman actitudes autoritarias o muestran odio a las minorías. Es interesante comprobar cómo estas ideas se detectan desde hace poco en las clases medias”. Ojo, ‘clases medias’, ya no son los referidos borrachos neonazis desempleados de cantina alemana. Otro tanto, devela el periodista Harald Staun citado por el artículo de El País: “Detrás de su vulgar conservadurismo (el de Pirinçci) se esconden las quejas ya conocidas de los ciudadanos furiosos, que no se entienden con las exigencias de la sociedad moderna: con los gais que se casan o con las mujeres que pretenden tener su propia opinión”.
Pero el autor del libro es más simplón con la explicación: “Hay mucha gente harta que quiere oír la verdad”.
Y podría dar en el clavo el turco-alemán pues los medios germanos no han escatimado espacios para darle tribuna, ya sea a favor, en contra o en rictus neutro. El diario Bild (suerte de “El Trome” alemán) le ha dado páginas e informes enteros; el izquierdista Tageszeitung, tildó al autor con un contudente “Ein nützlicher Idiot” (un tonto útil); Frankfurter Allgemeine Zeitung, medio conservador ironizó la obra y el pensamiento del escritor, peligrosa maniobra si se tiene en cuenta que descuidar y minimizar el odio y el racismo fue la fórmula que usaron los medios teutones antes del ascenso de Adolf Hitler en los años 30; el más serio Die Zeit fue más allá diciendo respecto a la obra de Pirinçci “…puro desprecio al ser humano” y puso en el mismo sitio el libro del xenófobo autor con el Mein Kampf ("Mi Lucha") de Hitler.
'Pensamiento' Pirinçci
De acuerdo al análisis de El País, respecto a los homosexuales Pirinçci sería de la idea de cortarles las alas y bajarlos a la realidad: “No tengo nada contra los homosexuales. Pero critico sus privilegios. No pueden hacernos creer que su estilo de vida es mayoritario”, aclara el polémico escritor. El País trata de traducir al turco-alemán y anota: “Cuando se le inquiere por esos supuestos privilegios, menciona una campaña publicitaria en Múnich en la que se presentaban a parejas de gais y lesbianas como si representaran a la mayoría de familias”.
¿Suena conocido este discurso localmente? Sí, bastaría ver la propuesta de colectivos conservadores peruanos para caer en cuenta que lo de Pirinçci confirmaría que, tras la arenga de estos grupos locales, se escondería no sólo una homofobia aupada por creencias religiosas o mal aliñada por una moral creyente sino por un odio que efectivamente, harían recordar la Alemania pre nazi de los años 30.
Para mayor indicación, aquí un comentario de un 'admirador' de la obra de Pirinçci que suscribiera en el blog de éste y con un sabor que sería similar al discurso de determinados miembros ultraconservadores peruanos:
"Deutscher Schwuler! Deine Homo-Ehe ist trotzdem ein Witz. Und peinlich! Die Ehe ist für Mann und Frau zum Zwecke des Kindermachens in geordneten Verhältnissen erfunden worden und nicht für solche promiskuitive Typen wie dich, die sich fast jeden Tag von einem objektartigen Fremden einen blasen lassen anstatt von ihrem "Ehepartner". Also tritt wieder in den Schatten zurück!"
(Traducción: "Maricón alemán! tu matrimonio homosexual sigue siendo una broma. Y es vergonzoso! El matrimonio ha sido inventado para los hombres y mujeres con fines de procrear niños en condiciones ordenadas y no para tipos promiscuos como ustedes, que casi todos los días le dan sexo oral a un tipo extraño en lugar de hacerlo con su 'esposa'. Así que regresen de nuevo a las sombras!").
Por supuesto que Pirinçci se disculpó ante los lectores del poco feliz comentario de un fan, pero a la vez no dudó en publicarlo en su blog. Las ventas, claro está...las ventas y el escándalo sí rentabilizan un buen matrimonio.
Se tendría casi el 100% de certeza que un ‘Pirinçci’ peruano y que escribiera desde una rampa de lanzamiento como la de colectivos locales sobre los mismos tópicos, podría ser un éxito de ventas y cómo no, mediático.
¿Suena conocido este discurso localmente? Sí, bastaría ver la propuesta de colectivos conservadores peruanos para caer en cuenta que lo de Pirinçci confirmaría que, tras la arenga de estos grupos locales, se escondería no sólo una homofobia aupada por creencias religiosas o mal aliñada por una moral creyente sino por un odio que efectivamente, harían recordar la Alemania pre nazi de los años 30.
En otro tramo, el escritor la carga contra los extranjeros que como sus padres (o él mismo) llegaron a una Alemania de los años 50 ó 60 en pleno despegue económico. El País vuelve a recoger las impresiones del autor: “Han olvidado (los extranjeros) que la inmigración tiene que ser un negocio para el país de acogida. Si no, se transforma en colonización”, anota el polémico autor.
A propósito de los padres de Pirinçci’, éste –ahora en tono de ofuscación- justificaría el rol que tuvieron como inmigrantes, de paso haciendo amague de deslinde con el resto de extranjeros, con el argumento: “Ellos vinieron para trabajar y se adaptaron. Hay que asumir que un tercio de los turcos en Alemania no se van a adaptar nunca y es mejor que se vayan. Simplemente, no pertenecen a este país. Que vayan a uno islámico, si tanto les gusta”.
“Wenn Johannes nicht lernt, Der Sohn nicht lernen”
“Lo que Juan no aprende, el hijo no lo aprenderá” es un popular refrán alemán del sur. Todo parece indicar que la cita se antojaría adecuada en la Alemania de hoy a la vez que poco escuchada en el colectivo mental del pueblo alemán actual.
En junio del 2012, un tribunal superior de Colonia sancionó que la circuncisión judía y musulmana –tanto en niños, niñas y púberes- estaba prohibida en el mentado Estado Federal. ¿Las razones que esgrimió la corte alemana? Iban desde tópicos como salud física, protección al menor, intangibilidad del cuerpo hasta una subyacente (y en sublimadas letras pequeñas) idea respecto a que tal costumbre podría ir en contra de la cultura y concepción alemana de familia y sociedad. El tribunal no tomó en cuenta razones culturales, antropológicas y religiosas de ambos pueblos semitas.
Un mes más tarde y con la protesta de 40 rabinos y otro tanto de imanes musulmanes, el gobierno federal alemán consideró ofrecer un marco jurídico seguro a estas minorías. De momento, no se sabe si el fallo fue levantado.
Entre el 2000 y 2013 y bajo la indirecta y triste complicidad de la policía alemana y los servicios de inteligencia de ésta, el colectivo de ultraderecha alemán Blood and Honour ("Blut und Ehre" en alemán o “Sangre y honor” en español que era el lema de las Hitlerjugend o Juventudes Hitlerianas), dio rienda suelta a su odio racial antisemita y homofóbico al asesinar a más de una docena de personas, turcos musulmanes en su mayoría, colocar dos bombas y atracar más de 13 bancos para el financiamiento de sus actividades de terrorismo y odio. El peligro: los principales líderes de la banda provenían de familias de clase media, educados y académicos en su mayoría; ya no se tratarían de alemanes de la ex República Democrática, desempleados y poco ilustrados: el neonazismo ahora prendería entre la juventud con mayor acceso a la educación, que leen a Nietzsche y a Rosemberg y escuchan a Wagner.
Se decía que triste complicidad de los servicios secretos alemanes porque éstos, advertidos de la existencia de esta cédula terrorista hicieron poco o nada para detenerlos. La burocracia y la lentitud alemana habrían ganado la partida. La canciller alemana Angela Merkel se limitó a destituir al Jefe de la inteligencia policíaca y emitir un poco sólido “Estos crímenes son una vergüenza”. Lasitud que haría recordar en particular, el poco efectivo rol de las fuerzas antiterroristas germanas durante el secuestro de 11 atletas israelíes de la Villa Olímpica durante las Olimpiadas de Múnich de 1972. La pasividad y la impericia de cómo actuaron este grupo especial de la policía teutona dio que pensar a muchos medios e historiadores, habida cuenta que el plan de salvataje terminó en la pista militar de Fürstenfeldbruck, a 25 kilómetros al oeste de Múnich, en un baño de sangre. “…daba la impresión de que para la policía alemana, no importaba la vida de los atletas judíos; era como si a ellos (los alemanes) les daba lo mismo que (los judíos) vivan o mueran; como si por sus cabezas aún viviera el fantasma de los campos de exterminio donde la vida de un judío no valía nada”, dijo en una ocasión una mujer de la comunidad israelita de Lima.
Escalofriante conclusión
En la penosa contribución que haría Pirinçci a esta historia reciente de odios y desencuentros humanos con su ‘planfeto’, existiría un elemento subterráneo de triste característica: que el escándalo vende y ahora lo ‘escandaloso’ es justamente ir en contra de los derechos fundamentales de las minorías y en el tránsito: alentarlos.
La historia y sus doloridos matices sociales no valen, valen más los 300 mil euros ganados en un par de semanas de ventas del libro en Amazon.
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Economista, periodista, docente. Corresponsal para Latinoamérica de iForex financial news, consultor y analista. Sígueme en @eduardo_recoba
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