Se le ha llamado el Dubái del norte de China. Para la construcción del centro urbano de la ciudad de Ordos, conocido como la 'Nueva Área de Kangbashi' el gobierno chino no ahorró en fondos o ideas bienintencionadas, llenando la ciudad de infraestructura pública y situándola estratégicamente cerca de los valiosos recursos naturales de una región plagada de problemas de abastecimiento de agua. Sin embargo, este proyecto que empezó como una muestra sorprendente de la ambición y de la capacidad de planeamiento de la mayor potencia asiática, ha sido abandonado casi totalmente en los últimos cinco años. Kangbashi no es un pueblo fantasma debido a cuestiones económicas, a la contaminación o a cualquier otra causa común de tal abandono -el gobierno simplemente no puede convencer a la gente de que se mude allí.

Construida para un millón de personas y actualmente habitada por unos pocos miles (la cifra oficial manejada por el gobierno chino es de 28.000 residentes, pero ésta ha sido inflada con toda seguridad), Kangbashi está llena de edificios nuevos y relucientes que nunca han sido habitados. Un edificio de apartamentos después de otro, todos desiertos, elevándose sobre calles sin tráfico, junto a rascacielos vacíos, y a más de 5 mil millones de dólares en edificios públicos sin personal.

Uno de los proyectos arquitectónicos más interesantes de la ciudad, el Museo de Arte de Ordos, está situaco en un tramo de dunas a lo largo de un lago hace que la construcción sea aún más llamativa visualmente. Sin embargo, como sucede con la gran mayoría de los edificos y residencias de Ordos, este impresionante complejo de 29.000 metros cuadrados está acumulando polvo hasta que la ciudad resulte atractiva para posibles residentes futuros.

Veamos otras imágenes de este extraño paraje: