Conchita Wurst es el nombre de la cantante elegida para representar a Austria en el festival Eurovisión. Como se sabe, este evento es la principal competencia musical del Viejo Continente. En sus más de cincuenta ediciones, puesto que se comenzó a realizar en 1956, distintos intérpretes han tenido la oportunidad de alcanzar la fama más allá de sus propios países. 

Conchita no es ajena a este deseo. De allí que con la canción 'Rise Like A Phoenix', la cual interpretará en idioma inglés, intente obtener un triunfo para su país, que únicamente lo obtuvo en 1966. Pero esta noticia no lograría la notoriedad mundial que ha alcanzado de no haber sido porque Conchita Wurst es en realidad Tom Neuwirth, un austriaco de 26 años.  

Dedicado al canto desde hace seis años, Neuwirth declara en su web que el personaje de Conchita, que los medios han bautizado como la 'mujer barbuda', nació como una reacción a la discriminación sufrida durante su adolescencia. Neuwith va más allá y apunta que en su interior conviven y actúan sincronizadamente dos personas, una íntima (Tom) y una pública (Conchita): "Hay dos individuos con sus propias historias, pero con el mismo mensaje de tolerancia y en contra de la discriminación".

Sin embargo, su presencia en uno de los programas televisivos con mayor audiencia en el mundo, ya que cada una de las instancias del Eurovision se transmite a través de la señales públicas de todos los países participantes, ha motivado el rechazo de algunos sectores. 

Entre los más drásticos se encuentran los de países provenientes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia que han exigido a los organizadores impedir la actuación de Conchita, así como también a sus respectivas televisoras estatales de censurar el momento en que le toque cantar a ella. Y aquí cabe recordar que, actualmente, en Rusia ser miembro de la comunidad LGTB es casi una forma de condenarse a la muerte civil debido a los casos de discriminación e intolerancia registrados, inclusive, desde el propio gobierno.

Esta tormenta mediática ha terminado por ayudar a la intérprete austriaca, pues, además de no amilanarla para seguir en la competencia, la ha perfilado como una de las principales favoritas.

Este sábado es la final en Copenhague (Dinamarca), y Conchita —apoyada por la televisión austriaca— le ha pedido a sus seguidores que se integren a la campaña 'Unidos por la tolerancia' y que como señal de apoyo utilicen una barba postiza.