Centenares de personas asistieron a la quinta edición de evento mundial de la marihuana #MMM14, el sábado 3 de mayo, organizado por la gente de Legaliza Perú y apoyado por el Centro de Investigación de Drogas y Derechos Humanos (CIDDH).

Hoy ha aparecido un artículo escrito por la editora central de El Comercio, Martha Meier M.Q., en el que se comentan y critican los esfuerzos en pro de la legalización de cannabis en el Perú, además del #MMM14. El CIDDH se pronunció sobre dicho texto, y dijo que en él "se aprecia un alto nivel de estigmatización y prejuicios en la caracterización de los usuarios de cannabis. Todos los usuarios son “pastrulos” (y también lobistas)".

Asimismo, la gente del Centro de Investigación consideró que lo que hace el artículo de Meier, aparte de brindar 'información' sin fundamento, es confundir un consumidor con un adicto, en donde sí hay un uso problemático. Se lee lo siguiente en su pronunciamiento titulado "Usuarios, no pastrulos. Respuesta a Martha Meier":

El grado de generalización y desconocimiento es tal, que se da la licencia de igualar términos: para ella, el consumidor es igual al adicto, cuando las propias cifras OMS, UNODC, MINSA, DEVIDA, indican que no es así. Ni en el Perú, ni en el mundo, todos los consumidores son adictos, ni todas las drogas son iguales. La clasificación internacional de la OMS incluye términos como consumo recreacional, social, regular, problemático, entre otros. Sucede lo mismo con la comúnmente errónea asociación entre usuarios, delito e inseguridad; muchas veces la propia política represiva indiscriminada, reproduce el tráfico y la corrupción. 

Por otro lado, el pronunciamiento crítica que Meier hable de la alta adictividad de la marihuana, cuando en términos comparativos no lo es tanto, en relación con drogas legales como con drogas ilegales.

Solo con algún nivel de comparación es que podemos darnos alguna idea de que la marihuana es la droga menos adictiva y dañina, incluyendo las drogas legales que millones de muertes causan (accidentes automovilísticos, cirrosis y cáncer). En un estudio aparecido en Drug War Facts, la dependencia que registra el uso de cannabis frente a otras drogas (como heroína, cocaína, metadona, alcohol e incluso tabaco), es muy baja. Asimismo, está comprobado que no hay muertes por sobredosis de marihuana. Ello explica que 22 Estados acepten el uso medicinal (Florida lo acaba de aprobar). En otros dos, Colorado y Washington, se acepta el uso no médico por medios privados. Es más, en Colorado existe tratamiento para la epilepsia en niños con una cepa no sicotrópica del cannabis, entre otros uso terapéuticos.

El CIDDH deja en claro su posición: no se trata de la noción de legalización lo que está en debate y discusión, sino la regularización de un mercado ya existente, para que de esta manera se luche contra el narcotráfico con una forma alternativa a la guerra frontal a la que el gobierno está acostumbrado.

Lo que se busca actualmente en el Perú, no es legalizar. Forma errónea de entender nuestra propuesta. Es hora de dejar de utilizar ese ambiguo término que no hace más que liberar los más rebuscados “argumentos prohibicionistas” del conservadurismo para mantener el status quo. Se busca alguna suerte de regulación estatal que sirva como forma de lucha contra el crimen organizado alrededor del narcotráfico, a la vez que aplique modelos de intervención basados en la educación, la prevención y la Reducción de Daños y que vayan acorde con el respeto a los principios de Derechos Humanos establecidos en normativa internacional.

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