Princesita de Yungay, realeza peruana
Angélica Harada es más que una brillante y carismática artista: es una institución de nuestro folklore.
Los homenajes hay que hacerlos en vida; más aún si se trata de nuestros músicos representativos. En estos días, una exposición en Lima pone en relevancia la trayectoria de más de medio siglo de la Princesita de Yungay.
La Asociación Peruana Japonesa presenta en su Centro Cultural, hasta el 30 de abril, la exposición "Angélica Harada. Princesa Nikkei de los Andes” dedicada a su vida y obra, una artista yunguina, ancashina, peruana y nikkei.
El reconocimiento a nuestros músicos, en muchos casos, ha ocurrido antes en el extranjero que en nuestro país. Así en 1976, un equipo audiovisual japonés siguió a Doña Angélica por varios lugares del país para registrar el documental “Lágrimas de una princesa”. Antes de ese interés extranjero en ella, sólo una institución, el Sindicato de Actores del Perú, la había reconocido, otorgándole una medalla de oro, en 1967.
Y es que la trayectoria de Princesita de Yungay se merece estos y otros reconocimientos. Siendo niña, una profesora atenta y cultora de nuestras expresiones musicales tradicionales le dio a conocer música y danzas de su región, le incentivó y ella, sin saberlo, decidió su vida.
Cuando aún no era mayor de edad y en una época en que se despreciaba el folklore andino en la capital, participó en concursos de radio y televisión y quedó en los primeros lugares, no cantando música extranjera, ni imitando a nadie, sino exponiendo un repertorio de compositores nacionales.
Su tenacidad no conoció obstáculos, ya madre con hijos, siguió dedicándose a la música, mientras trabajaba cosiendo hasta en las madrugadas. Será por eso que no perdió su humildad, cualidad que hace a un artista, un ser humano valioso.
Y no solo artista, sino también guerrera de nuestra música pues participó en las actividades gremiales de los artistas populares y tuvo liderazgo en las asociaciones de artistas ancashinos. Otra cualidad que han tenido solo algunos de nuestros/nuestras más grandes folkloristas.
Fue gestora cultural aun cuando nadie usaba el término. Siempre tuvo un papel importante en la difusión radial de propuestas folklóricas -actualmente en radio Independencia- y en el fomento de nuevos valores mediante los encuentros artísticos que produjo, denominados “Wawa Mishky Taki”, sin olvidarse tampoco de antiguas cultoras como Estrellita de Pomabamba, a quien animó a compartir un disco este mismo año. Su labor continúa en la actualidad desde su Restaurant Peña Turística “Princesita de Yungay”.
Princesita de Yungay es más que una brillante artista folklórica: es una institución de nuestro folklore.
La exposición "Angélica Harada - Princesa Nikkei de los Andes" va hasta el 30 de abril en el hall del Centro Cultural Peruano Japonés (Gregorio Escobedo 803, Jesús María)
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Escrito por
Wili Jiménez Torres de Lima (Perú) es Comunicador Social, dedicado a la música y +
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