En los 90 la batalla del Britpop entre Blur y Oasis significó una tajante división de estilos. Había quienes defendían que el Definitely Maybe de Oasis poseía una pericia técnica y un sonido rock que le faltaba a Blur, acaso más suave y próximo a los experimentos del indie. 

No obstante, hay un punto en el que Blur se alza sobre Oasis notablemente: su toma de posición, es decir, su crítica frente a la sociedad de la época. Damon Albarn y compañía, personalmente, no solo arriesgaron más en la composición del Parklife (en especial en lo que a sintetizadores se refiere), sino que escribieron letras que eran un ladrillazo a la cabeza.

Por un parte "Girls & Boys" nos habla del amor más superficial y trivial; asimismo la canción "Parklife" recuerda lo mejor del disco Modern Life Is Rubbish: referencias a una cotidianidad inglesa que aburre y atosiga. En el mismo tono "Clover Over Dover" enfatiza la futilidad de la vida, incluso ser enterrado no importa y hasta pensar es un acto de pura monotonía. 

El tedio eterno de ser un autómata es de lo que habla  End Of The Century, de la rutina llevada a la décima potencia, una existencia sin ningún sentido. atendamos así esta letra: 

We wear the same clothes 

Because we feel the same

And kiss with dry lips

When we say goodnight

End of the century... it's nothing special

Comprenderemos mejor esta visión de la vida inglesa si recordamos que Albarn declaró que una fuerte influencia para el concepto del disco fue London Fields, novela de Martin Amis, y que concibe cada día como un horror a soportar en una sociedad totalmente decadente. Así, en este disco hay mucho de ironía en la representación de un modus vivendi vacío.