Las mejores escenas de crímenes en el arte
Desde Leonardo da Vinci hasta Weegee: la violencia, el crimen y el terror ejercen una extraña atracción estética. Numerosas obras representan el arte como crimen. El columnista de The Guardian, Jonathan Jones, presenta una selección de las mejores obras de arte que abordan desde los celos, el asesinato hasta la intriga. Aquí les dejo una traducción de las 8 primeras. Mira el artículo completo aquí.
1. Andy Warhol - Birmingham Race Riot (1964)
El crimen en esta inquietante obra de arte no está siendo perpetrado por los "alborotadores", sino por la policía. Un oficial de policía suelta a un perro deliberadamente para hacer frente a un hombre desarmado cuando la población salió a las calles de Birmingham, Alabama, para luchar por los derechos civiles. Y esta imagen es una prueba. Warhol, a menudo visto como un observador sin corazón de la celebridad y la sordidez, eligió la instantánea con cuidado y la convirtió en una impresión que hace la evidencia permanente, indeleble e inolvidable.
2. Leonardo da Vinci – A Man Being Pickpocketed (1493)
El mundo es grotesco y cruel en este inquietante dibujo. Aquí el crimen es una fea imagen de la frialdad humana. Un noble de buen aspecto está rodeado de monstruosos personajes. Mientras lo turban, uno le quita su dinero por la espalda. La Royal Collection, que es propietaria de esta obra maestra , afirma que los matones son "gitanos", pero eso es especificar innecesariamente. Lo más acertado es señalar que este es un generalizado y sombrío retrato de lo mejor y peor de la humanidad.
3. Paul Cézanne - The Murder (1867-8)
Cézanne es famoso por las manzanas y los jugadores de cartas, para pinturas de profundo silencio. Pero el joven Cézanne era un niño confuso. Incluso su antiguo compañero de colegio Émile Zola lo utilizó como modelo para describir un artista condenado en su novela La obra maestra. En ninguna parte es más visible la mente peligrosa de Cézanne que en esta pintura temprana que retrata un brutal asesinato. Parece una confesión de impulsos oscuros, una revelación de algo violento en el arte mismo.
4. Weegee (Arthur Fellig) - Su primer asesinato (1941)
En esta cruda y chocante fotografía de la vida callejera de Nueva York en la década de 1940, el gran Arthur Fellig -consiguió su apodo Weegee, una interpretación fonética de la palabra ouija, de su habilidad casi sobrenatural para llegar a la escena del crimen antes que la policía, como si tuviera un tablero de ouija para ponerse en contacto con el recién muertos- utiliza el crimen violento como una imagen de la pérdida de la inocencia. Una multitud de niños se pelean para ver las consecuencias de un horrible asesinato. No podemos ver a quien fue asesinado o lo brutal que era. En cambio, vemos reflejada la oscuridad del asesinato los ojos de estos niños.
5. Michelangelo Caravaggio - Los jugadores de cartas (1594)
Cuando Caravaggio llegó a Roma en la década de 1590 era un joven del norte de Italia, con poco dinero y sin reputación. Entonces se concentró en escenas de la vida semi-criminal violenta que llevaba. Aquí, un joven rico inocente está siendo engañado por jugadores de cartas - una escena que el artista pudiera ser testigo de todos los días en la zona alrededor de la Piazza Navona. Otra pintura que creó en este momento, El adivino, muestra a una mujer joven que quita hábilmente el anillo de un hombre cuando ella finge leer su mano. En ambas imágenes Caravaggio está del lado de los inteligentes ladrones inteligentes.
6. Tiziano Vecellio - El Milagro del marido celoso (1511)
Este realista y poderoso mural sorprende. No es el tipo de fiesta mitológica que uno espera de Tiziano. Por el contrario, es una escena de la cruel vida en el Renacimiento. Tiziano vivió en Venecia, donde Shakespeare ambientó su tragedia Otelo, y, al igual que Otelo, el marido en la pintura es tan obsesivamente celoso que está a punto de cometer un asesinato. Su mujer le ruega ceder, mientras él está por encima de ella con un cuchillo listo para atacarla. El hombre y la mujer están vestidos con ropa contemporánea del siglo XVI. Esta pintura refleja un caso de crimen de la vida real, así como una fotografía de Weegee.
7. René Magritte - The Menaced Assassin (L'Assassin menace) (1927)
En esta misteriosa pintura surrealista, un asesino acecha con indiferencia la escena de su crimen, sin saber que está rodeado por los detectives que esperan para abalanzarse sobre él. ¿Cuánto tiempo han estado observando? Parece que los voyeurs de la ventana y los hombres de bombín deben haber estado allí cuando mataron a la mujer. Ellos son cómplices . El inexpresivo arte de Magritte inquieta por las fronteras entre la realidad y la fantasía. Aquí se pone de manifiesto que el crimen y el castigo son espejos de uno al otro, que los detectives y policías dependen misteriosamente en la existencia de delito.
8. Jacques -Louis David - La muerte de Marat (1793)
Para David, quien apoyó y participó activamente en los actos más radicales de la Revolución Francesa, la muerte de uno de sus más elocuentes entusiasta, Marat, fue un asesinato imperdonable. De hecho, Marat abogó apasionadamente ejecutar aristócratas y moderados para salvar la Revolución de supuestos enemigos. Su asesino, Charlotte Corday, se definió a sí mismo como un criminal político, un vengador legítimo. La pintura de David aplasta tales ambigüedades con una de las grandes imágenes del arte del martirio secular. Al pintar el horror de la escena del crimen , Marat se vuelve un santo revolucionario.
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Politóloga, amante de la música y el buen vino. Buscando formas distintas pero posibles de hacer las cosas.
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