Una reciente investigación sobre la constitución química de los anticonceptivos que se venden en el mercado limeño arrojó resultados en extremo preocupantes: más de una cuarta parte de las píldoras del día siguiente son falsas o defectuosas.  

El estudio, financiado por Prosalud Inter Americana y el Consorcio ACT (que a su vez recibe fondos de la Bill & Melinda Gates Foundation) fue publicado el pasado 18 de abril en la revista científica PLOS ONE e involucró el análisis, por 11 investigadores, de numerosas muestras recogidas en 15 farmacias de la capital. Los comprimidos se obtuvieron de 25 lotes de productos diferentes que abarcan 20 marcas distintas fabricadas, según las etiquetas, en nueve países (Argentina, Chile, China, Colombia, Hungría, India, Pakistán, Perú y Uruguay). 

El estudio de los compuestos químicos involucró el uso de sofisticadas técnicas tales como Thin Layer Chromatography (TLC) analysis o High Performance Liquid Chromatography with Diode Array Detection (HPLC-DAD). 

Las conclusiones son claras: algunas de estas píldoras contienen muy poca cantidad de ingrediente activo (levonorgestrel), o no registran su presencia en absoluto. Otras píldoras contienen ingredientes activos no relacionados con la contracepción. De los 25 grupos de píldoras analizados en el estudio, 7 (es decir, casi un 30%) se presentaron como gravemente irregulares.

Aunque los investigadores han anunciado que se han puesto en contacto con las autoridades peruanas, llama mucho la atención que no exista un control serio y riguroso del mercado farmacéutico. La ingestión de medicamentos falsificados puede tener efectos secundarios peligrosos (por ejemplo, puede resultar en alergias o enfermedades cutáneas bastante serias), por no hablar de los embarazos no deseados. Debemos exigir que el Ministerio de Salud actúe lo antes posible.