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“El diseño de modas es una forma de intervenir en la sociedad”

Una conversación con Lucía Cuba, diseñadora y científica social que busca usar su arte para crear conciencia sobre derechos sexuales y reproductivos y temas de género.

Publicado: 2014-04-19
Lucía Cuba no solo es una joven y reconocida diseñadora de modas; también es una científica social y psicóloga comunitaria-educacional. Además de LCO, un nuevo proyecto de marca que está próxima a lanzar, lleva a cabo proyectos de diseño de modas en los que muestra su preocupación por la sociedad, enfocada en temas como los derechos sexuales y reproductivos, asuntos de género y el modo en que las personas se relacionan con las prendas de vestir.

Lucía, ¿en qué consiste tu proyecto "Artículo 6: narrativas de género, fortaleza y política"?

Es un proyecto de diseño activista que busca visibilizar el caso de esterilizaciones forzadas realizadas en el Perú entre 1996-2000 durante el gobierno de Alberto Fujimori. El nombre del proyecto se refiere al Artículo sexto de la Ley General de Salud que determina que “toda persona tiene el derecho a elegir libremente el método anticonceptivo de su preferencia y a recibir información adecuada sobre los riesgos que su aplicación puede ocasionar”.

ARTICULO 6 explora narrativas diversas relacionadas al caso a través de una colección de vestuario y la realización de doce “acciones”. Las acciones generadas en el marco del proyecto (manifestadas a través de performances, meta piezas, exhibiciones, video, foto, conferencias, instalaciones y talleres) dan cuenta del impacto y potencialidades del vestuario para intervenir diferentes contextos sociales, y de su capacidad para generar alianzas y activar nuevas conversaciones entre actores diversos.
¿Cómo surge este interés?

Mi primera aproximación a este tema se dio cuando cursaba estudios de doctorado en Salud Pública (2008.) Durante ese periodo tuve la suerte de encontrarme con gente involucrada en los distintos procesos de investigación del caso. En esa oportunidad pude hacer un mapeo de cómo estaba construido este proceso y logré conocer a investigadores y activistas que trabajaban en el tema.  

En el 2011 me reencuentro con el tema, esta vez en el marco de una tesis de maestría en Diseño de Modas y Sociedad que me encontraba cursando en Nueva York, y en la nueva puesta en agenda pública del caso durante la contienda electoral en Perú. Una de las narrativas relacionadas al caso fue muy publicitada a través de la acción del colectivo Mi cuerpo no es un campo de batalla, que participó durante una marcha en contra de la postulación de la candidata Keiko Fujimori, presentando el caso como un actor en la batalla por el respeto de los derechos humanos en el país, en especial en ese contexto electoral. La acción del colectivo, así como las de otros artistas, políticos, activistas e investigadores involucrados en el tema me permitió no solo aproximarme a ellos en el marco de esta nueva vinculación con el tema, si no en reflexionar en la importancia de articular esfuerzos por esta lucha, también desde una ciudadanía independiente.

artículo 6, acción 1 / foto: erasmo wong / modelo: carla rincón para iceberg

¿Por qué decidiste volver sobre este tema?

Por un lado, la frustración de lo que ocurría sobre este caso, en especial por el silencio que hay alrededor. En un plano autocrítico, no le di continuidad a un hecho que fue terrible de conocer a profundidad a través de la academia. Por otro, entiendo que uno no siempre “conecta” en todo momento con problemáticas sociales diversas, sobre todo cuando se sitúa desde lo ajeno. Tener un nuevo contacto emocional con el tema creo que también se debió a repensar y madurar nociones personales sobre fertilidad, familia, pareja, comunidad o derechos sexuales y reproductivos.

Por otro lado, me parece clave que este caso, y las problemáticas de fondo, no pasen desapercibidas, y que no queden en el olvido… así como los muchos otros casos de abuso de derechos humanos que han sucedido en el país. No solamente por el contexto en el que ocurrieron, que es una realidad que desde Lima se niega o ignora con facilidad, sino por el mensaje que traen consigo y que continúa siendo lo que lamentablemente ocurre: la brecha entre la salud sexual y los derechos reproductivos y el acceso a información o a la ejecución de estos derechos es muy grande y vulnera sobre todo a las poblaciones más pobres del país, en especial a las mujeres y más aún a las mujeres indígenas. En este escenario pensé cómo podía actuar al respecto desde mi situación de ciudadana de a pie, que no pertenece a una institución, partido político u ONG.

¿Complementaste la información que ya conocías?

Sí, definitivamente el haberme aproximado al tema en el 2008 me permitió acercarme a una realidad incluso más compleja e injusta, aquella que seguía sin ser atendida. Tuve la suerte de poder reconectar con algunas de las personas que en el 2008 me brindaron información sobre el tema , como a la Parlamentaria Andina Hilaria Supa y la activista y periodista María Esther Mogollón , y a través de ellas tuve la oportunidad de conversar con dos mujeres miembro de la Asociación de las mujeres Afectadas por las Esterilizaciones Forzadas del Cusco.

De igual manera consulté documentación actualizada y diversa, desde informes adicionales sobre el caso, así como la cuantiosa documentación fotográfica, periodística, en video y audio que recogen desde testimonios de víctimas, familiares, políticos, personal de salud, hasta registros de aplicación del programa de salud sexual y reproductiva, entre tantos otros. También tuve la oportunidad de conversar con algunas mujeres del colectivo Mi cuerpo no es un campo de batalla”, y con varios otros actores sociales que de alguna manera se vincularon con el tema, y en gran parte lo siguen haciendo. Luego de concretar el trabajo de investigación y de campo, procedí a dar inicio al proceso de diseño o materialización de esta experiencia.  

Foto: Erasmo Wong / Dirección de Arte: Lucía Cuba / Modelo: Carla Rincón para Iceberg

¿Cómo llevaste esto al diseño?

El diseño de modas es el medio a partir del cual me interesa replantear e interpretar distintas aproximaciones al mundo. La moda, a pesar de ser un medio que suele ser considerado como frívolo, es una plataforma de gran potencial para explorar y reflexionar sobre temas sociales importantes como los relacionados con la salud, la sexualidad y el género, por mencionar solo algunos.

Mi idea al plantearme trabajar esta problemática desde el diseño de modas era el crear prendas de vestir concebidas con agencia, prendas que pudieran ser activadas en contextos diversos y a través de actores diversos (en el cuerpo de una persona, en la pared de una calle, en un conversatorio académico o en el titular de un periódico, por mencionar sólo algunas formas de activación). El potencial de no situar estas prendas de manera exclusiva en escenarios tradicionales de la moda, permitiría que esta trascienda el lugar tradicional de la moda y genere otros vínculos,..

Tomé la decisión de situar el proceso de diseño en el escenario andino y con una perspectiva de género (en especial por la incidencia de este caso en estas poblaciones). Quería, además, traducir a nivel estético el cómo fue aplicado este programa de Salud Sexual y Reproductiva, de manera militarizada y vertical. Pero quería también construir un cuerpo estético de lo ocurrido en relación a la fortaleza en la lucha y la constancia por defender los derechos de todos y todas, no sólo los de las personas directamente afectadas.

En una lectura adicional hacia el proceso de diseño se toman como insumos para la construcción de prendas de vestir testimonios de mujeres afectadas, imágenes relacionadas al caso como la del ex dictador Fujimori de niño, imágenes de los logos de las organizaciones internacionales que financiaron ese programa, entre otros insumos. Este proceso se dio a través de costura, tejido, bordado e impresión en tela. De esta forma las prendas se convierten en un objeto multicanal, a partir de una mirada en múltiples niveles.

¿Qué procesos crees que se dan a lugar a través de este proyecto?
Artículo 6 se ha construido como un proyecto de diseño crítico y de activismo cívico. Con las limitaciones que el mismo proyecto pueda tener, el proceso principal en el que creo hemos contribuido es en mantener un tema en la agenda pública, en dialogar en un sentido más amplio sobre problemáticas relacionadas a la salud sexual y reproductiva en el país y en plataformas que no solían conversar al respecto, y en especial, creo que el proyecto también contribuye a ampliar la noción del diseño y la moda a nivel local no sólo como plataforma comercial.

Exhibición en nueva york: Artículo 6, acción 2 / Foto: Lucía cuba

¿Y crees que ha causado el impacto deseado?

Nunca anticipé un impacto específico, pero definitivamente en un sentido amplio, Artículo 6 busca incidir a nivel de política pública, y directamente sobre la visibilización del caso.

El proyecto ha tenido un impacto importante en medios nacionales e internacionales. Asimismo, ha logrado generar conversaciones y reacciones en espacios diversos. Por ejemplo, leer en un blog “tradicional” de moda donde alguien opinó: “qué terrible lo que ocurrió en mi país, no tenía idea” es el tipo de reacción que también considero como impacto directo del proyecto, aquella que le permite a otra persona no sólo aproximarse al tema, si no también cuestionar su propia situación y postura al respecto.

¿Hay algo en particular del proceso de investigación que quieras compartir?

Creo que es importante subrayar que, a pesar de tanta indiferencia , las mujeres que fueron afectadas por las esterilizaciones forzadas buscan justicia en un sentido amplio, que transciende la respuesta del estado, tal vez planteada en un sentido afectivo a partir del reconocimiento de este hecho, también por la sociedad civil en su conjunto.

¿Entonces utilizas el diseño de modas para transmitir mensajes con carga social?
Sí, pero de hecho considero que desde cualquier aproximación al diseño de modas, este siempre tiene una carga social. La posibilidad de conversar desde ese espacio de una forma crítica existe, pero sí creo que hay que abrir la conversación y fortalecer las capacidades y potencialidades críticas de la práctica del diseño de modas.
¿Cómo concibes la construcción de una prenda?

Trato de aproximarme al proceso de construcción de una prenda siempre desde lo estético y lo teórico, por definir dos dimensiones esenciales en mi proceso.

Considero que la prenda no culmina en un determinado momento (ya sea de confección o venta, por ejemplo) si no que esta se construye y reconstruye incluso en el proceso de uso y exploración de su performatividad.

foto: erasmo wong / dirección de arte: Lucía Cuba / Modelo: Carla Rincón para iceberg

¿Qué tipo de lectura buscas?

Me interesa explorar la agencia que puede tener el vestuario, y sobre todo cuál es y puede ser su intencionalidad. En un sentido amplio, me interesa replantear el lado performático de la prenda y reflexionar sobre ella a nivel teórico y práctico.

¿Qué buscas a largo plazo con Articulo 6?

En un sentido amplio, incidir en la atención que se le brinde al caso. Definitivamente la búsqueda de justicia que viene no sólo desde el estado, si no también desde la sociedad civil que reconoce este hecho.

Por otro lado me interesa explorar el lugar al diseño de modas desde lo crítico en el la salud pública, replantearlo como estrategia de comunicación y explorar en gran medida la agencia del vestuario, sobre todo en contextos de incidencia social.

En mayo se cumplen dos años desde que lancé formalmente el proyecto. Este concluirá con la acción número doce que va a construirse como una exhibición final del proceso de desarrollo de las doce acciones del proyecto. Esta muestra se dará a lugar inicialmente en Lima y será complementada por acciones diversas a desarrollar en el marco de las fechas de exhibición. A largo plazo, me encantaría pensar que las piezas y la documentación y activación del proyecto tiene una vigencia que trasciende al mismo, y que permite conversar al respecto desde un escenario global.

lady gaga viste una prenda de artículo 6 / Foto: web artículo 6

¿Cuál fue la primera experiencia en la que comenzaste a pensar que el diseño de modas puede cumplir una función para la sociedad?
En el 2004 empecé a explorar el diseño de modas mientras mantenía en paralelo mi trabajo de psicología social y salud pública. Mientras más me involucraba en cada una de estas ramas por separado, estas comenzaron a tener puntos de encuentro. En el 2008 me invitaron a participar como una de las diseñadoras que iba a preparar un traje para uno de los “embajadores” de una campaña local de reciclaje en donde se promovía el reciclaje del papel. Fue una campaña interesante en la que, si bien el diseñador no se involucraba más allá del diseño del traje, había mucha visibilidad en relación al embajador y al impacto mediático que este podía generar. Me tocó diseñar un traje para el escritor Mario Vargas Llosa, y fue una experiencia que me permitió evidenciar el cómo una prenda trascendía la propuesta inicial e iba interactuando y transformándose.
¿Luego nace Proyecto Gamarra?

En el 2009 me invitaron a participar en una feria de diseño de modas organizada por la Alianza Francesa , “Flashmode”, y el marco temático de participación era “moda ética”. Quería crear algo que trascienda ese tipo de escenarios, que tenga una vida propia más allá de una actividad concreta (como una pasarela). Reflexioné mucho sobre las distintas dimensiones de lo ético en el diseño y la moda local, y en especial sobre estas dimensiones desde mi propia práctica. Una inquietud surgió casi de manera inmediata, y reflejaba la misma relación/relaciones que como diseñador local pueden existir con, para, hacia y desde el Emporio Comercial de Gamarra. 

En esa reflexión surgió Proyecto Gamarra, concebido como una plataforma que desde lo creativo, busca interactuar y replantear las distintas nociones y realidades de Gamarra, entendiendo a Gamarra no sólo como un escenario productivo o comercial, si no como una ecología social compleja y creativa que cumple un rol fundamental en el desarrollo de los sistemas del diseño y la moda en el Perú.

Foto: Erasmo Wong para proyecto gammara

¿Cuáles son los objetivos de este proyecto?

En una primera fase del proyecto me aproximé más desde la exploración, que desde lo propositivo. El proyecto aún no estaba enmarcado en estrategias de desarrollo, y si bien se planteaba como un espacio abierto a la articulación con otros actores, en la práctica estaba más construido como un conjunto de actividades que se vinculaban —aún tímidamente— a la complejidad de Gamarra. A pesar de las limitaciones del proyecto, uno de los objetivos principales era el replantear el rol del emporio comercial en el sistema de la moda local, darle un nuevo lugar que trascienda su espacio geográfico, y de alguna manera: repensar Gamarra.  

Desde el 2013 Proyecto Gamarra está ingresando en una nueva fase. Esta vez articulada con distintos actores locales con quienes, desde distintos frentes nos aproximaremos a seguir explorando y construyendo nuevas relaciones con los diversos actores que construyen Gamarra. Esperamos relanzar esta nueva fase en la segunda mitad de este año.

¿Crees que estos proyectos desmitifican el concepto de moda?

Considero que pueden contribuir a ampliar las nociones sobre el diseño de modas. Definitivamente busco replantear escenarios para el diseño y la moda que no se sostengan sólo de un fin comercial, y en especial que partan de una consideración crítica sobre el contexto con el cual interactúan.

Proyecto Gamarra / Foto: Erasmo wong

Entonces, ¿se puede decir que la vestimenta es una forma de intervenir en la sociedad?

Siempre lo ha sido, pero ha ido perdiendo capacidades relacionales en la medida en que se enmarcó más en lo comercial. Las personas nos vestimos principalmente por motivos funcionales: para protegernos, para pertenecer, etc., pero ello no excluye la interacción emocional y afectiva que uno tiene al momento de vestir (toma de decisiones o representaciones asociadas, por ejemplo). La vestimenta es compleja, representativa, emocional, cumple todos los sentidos y es tan social como personal.    

Creo que el reto está en el cómo repensar esas relaciones entre los sujetos y las prendas. Ese valor, desde el punto de vista psicológico, se está perdiendo debido, en parte, a la cultura del consumo y a la distancia del diseño de modas de construcciones críticas.

¿En qué proyectos te encuentras trabajando?
Sin dejar de lado el cierre de Artículo 6 y el relanzamiento de Proyecto Gamarra, están activos otros proyectos como “Procesos Peruanos” y Objetos/Sujetos. De igual manera me encuentro trabajando en dos nuevos proyectos, un laboratorio de creación de objetos de diseño y moda denominado LCO, y un nuevo proyecto que se aproxima a la Salud desde el diseño de modas, denominado “Ejercicios en Salud”. Este último ha recibido el premio internacional Han Nefkens en Moda, y será presentado en Octubre en el Museo Boijmans en Rotterdam.

Escrito por

José Agustín Haya de la Torre

Curioso y fragmentario.


Publicado en

Redacción mulera

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