Oye, pero ¿quién entiende a Juan Luis Cipriani? Resulta que hasta hace unas semana -evidentemente desesperado porque desde distintas instituciones y sectores de la sociedad se aprobaba ya la unión civil para homosexuales-, solicitaba que la mayoría del país fuese escuchada. Planteaba un referéndum para la unión civil y la despenalización del aborto, que no es otra cosa que una encuesta nacional para determinar si se le entrega derechos fundamentales a un grupo de peruanos. Referéndum, dijo, cual cura caprichoso. Referéndum, referéndum, referéndum. 

Recordemos también que la inmediata respuesta de quienes están hartos de que a cuenta de nada el señor cardenal venga a meterse en sus vidas fue clara y lógica: 'Por referéndum liberaron a Barrabás y crucificaron a Jesús'. Pues ha tardado Cipriani en enterarse que metió las cuatro y hoy salió desde su púlpito a tirarle la pelota a Pilatos. Que Jesús no quería encuestas, que el que pide encuestas se lava las manos. Ah ya.

"Mi Dios murió en la cruz, no hizo violencia, en silencio aceptó la injusticia pero no como Pilatos. Él se lavó las manos, prefería las encuestas, '¿cómo quedará?', '¿qué dirá la mayoría?', '¿cómo lograré que me acepten?'. Jesús en silencio, no hacia encuestas. Jesús amaba, Jesús no tenía miedo".

Mira tú, resulta entonces que en el fondo el embajador del cielo en el Perú (según la iglesia católica), acaba de reconocer que en este tema se lava las manos... ¡como Pilatos!, como el que pedía encuestas para saber qué va a decir la mayoría. Y a la vez acaba de reconocer a ese Jesús en cada uno de esos peruanos desprotegidos que aman y que ya no tienen miedo de salir a reclamar sus derechos. ¿Qué cosas, no?

Pero no solo eso, Cipriani también sorprendió al referirse al aborto.

"Estoy dispuesto a entregar mi vida por la vida de ese pequeño en el vientre de su madre. No hay excusas, no hay mayorías ni minorías para matar a una criatura. No tengamos miedo"

¿No hay mayorías ni monorías?, ¿total? ¿O sea que nos ajustamos de acuerdo al tema? ¿Para unas cosas sí y para otras no? Todo bien con su postura y opinión, pero si esta tuviese un poquito más de lógica sería mejor.

Pero la de Cipriani no fue la única actuación de hoy en la Catedral de Lima. Si algo hay que reconocerle a don Juan Luis es que en el fondo todos los años que lleva metiéndose en política le han valido para hacer que sus intervenciones en el fondo terminen siendo eso: políticas. Un 'talento' que no tienen padrecitos como Luis Gaspar, Vicario Episcopal de Familia y Vida, que tan solo entrar a escena lo hizo con el rosario desenvainado para soltar cosas como esta.

"La familia constituida en el matrimonio por el varón y la mujer es un principio no negociable (...) La unión civil en el fondo es un pseudo matrimonio, no se dejen engañar".

Pues el señor Gaspar parece que todavía no lee el proyecto de Carlos Bruce que coloca en letras más grandes que su ceguera el término "no matrimonial". Nadie pretende negociar el tipo de familia que se genera de la unión de un varón y una mujer, sino reconocer otros tipos de familia que en la realidad ya existen, y a quienes no se puede dar la espalda.

"La Marcha por la vida de más de 250 mil es el primer gesto histórico para decirle a esos falsos líderes que el Perú defiende la vida"

No pues, señor Gaspar. El éxito de una marcha a la que mucha gente acudió porque la llevaron en buses, llamaron en sus parroquias, obligaron en sus colegios y condicionaron en sus instituciones, es para presumir de buena organización pero no de masiva convocatoria. Porque, aquí entre nos, mucha de la gente no sabía en realidad ni por qué estaba marchando.

"Seamos valientes para defender nuestra identidad católica, aunque algunos políticos y medios quieran implantar su ideología"

¿Qué cosa? En este país, un estado laico, por si todavía no se enteran, no hay otra institución que quiera implantar su 'ideología' en el país que la Iglesia Católica, seguida muy de cerca por todas aquellas que llevan dioses como bandera y la biblia como constitución. Tampoco hay que ser tan frescos, ¿no?.

Pero por si alguien le ve la cara al cura Gaspar por primera vez, valdría recordar que su presentación de hoy no es la más surrealista que haya tenido. Ya a fines de febrero en sus 15 minutos de fama radial se dedicó a soltar teorías interesantes sobre un tal 'demonio'.

"El demonio, dicen algunas revelaciones, se alimenta de la sangre de los niños abortados, es una revelación de un vidente, aunque no aprobado por la iglesia". Ah, mira tú.

"A veces nos quejamos de nuestro mal carácter, nuestra infidelidad en algún tema del trabajo de la familia, vicios que tenemos. ¿Por qué? Porque te falta creer más en dio, te falta tomarte en serio que estás llamado a ser una persona buena y cada día mejor. Reza un poco más", ah ya, ¿cómo solucionas todo?, rezando nomás.

"El matrimonio es pa' toda la vida. Qué fácil es sucumbir a la tentación, qué fácil es tirar la toalla, qué fácil es sacar los pies del plato". ¿Quién lo dice? Un sacerdote. Alguien que, en teoría, jamás ha experimentado ni experimentará lo que tanto se atreve a juzgar: el matrimonio.

Pero, tranquilos, que al final de todo el video dice a quién hay que echarle la culpa: "¿quién tienta para acabar el matrimonio? El demonio". No se diga más.

Como detalle, valdría mencionar que Cipriani antes de terminar el sermón de hoy contó como anécdota que alguien le jaló la sotana y que no quería creer que fuese para 'que no hable'. ¿Qué habrá querido decir? ¿No la captan? ¿Quién pudo jalarle la sotanita? Quién va a ser pues, el demonio.

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