No para durante todo el día. Llamadas de aquí, de allá. Para coordinar alguna presentación, abrir un taller de música o de canto, un nuevo proyecto musical, una reunión con un posible socio, si no es una colega… Nos habla mientras recorre los pasadizos de la casona donde se ubica el Jazz Jaus, ‘su hijo’ y del que Carolina Aráoz Medanic es directora. 

Su vida es la música. Su pasión y razón de ser. Y por ello Jazz Jaus (fundado en el 2006) más que un lugar de lucro, es una escuela que busca desarrollar el potencial musical de jóvenes y adultos. “Lo que queremos es generar un cambio social a través de la música. Invertimos las ganancias y esfuerzos en transformar a las personas, hacerlas mejores por el canto o a través de un instrumento”, dice.

Cuando Carolina estudiaba psicología –herencia familiar– se dio cuenta de que a pesar de que le gustaba y tenía mucha relación con ella, no era lo que le apasionaba. Un día lo decidió y lo comunicó en casa. Y cambió esa disciplina por la música. “Mi vida cambió por completo por ella. Y ahora me debo a ella”, subraya. Y sí, pues, la joven Carolina –ya entregada a la música– salió del país y estudió jazz durante dos años en la Universidad de Texas, donde se graduó, y luego pasó tres años en Nueva York, practicando incluso en el Central Park.

El saxo es lo suyo y va con su forma de ser, porque –dice– es un instrumento sumamente expresivo, como ella, que no se guarda nada y suelta todo lo que piensa y desea. Pero llegar al lugar en el que está –sin estar expuesta mediáticamente– le ha costado mucho esfuerzo, muchas horas de práctica, soledad, pocas horas de sueño, estudio, dedicación, trabajo. Por eso ella recibe con alegría a quienes se dedican a la música, pero les recomienda mucha dedicación y trabajo. Y lo dice con conocimiento, pues aunque toca –y gana dinero con presentaciones– durante los últimos años se ha dedicado más a ser gestora que artista, y ello le ha dado una visión más amplia de este entorno. Aunque desde el año empezado ha vuelto a componer y también a tocar y … cantar (hay que oírla).

LaMula.pe la buscó para saber su opinión sobre la posibilidad de vivir de la música en el Perú. Y aunque hay artistas que sufren y la tienen muy difícil, ella apuesta por el éxito del músico. De hecho sabe que no es fácil, que ni los gobiernos ni el Estado apoyan como en otros países los proyectos artísticos, que muchos sueños quedan truncos, que muchos jóvenes con talento pero sin recursos no pueden dedicarse a la música, pero aun así, ella apuesta por ser músico.